Capítulo 20

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Aron

No sé en qué estaba pensando cuando acepté su trato, tal vez la cercanía de su cuerpo con el mío y el embriagante aroma de su perfume no me dejó pensar con claridad.

—¿Estás seguro? —su cálida voz me sacó de mis pensamientos así que enfoqué mi mirada en las fotografías que ella mantenía en sus manos.

—Lo estoy —tomo la fotografía que ella me ofrecía —Iván nos ha declarado la guerra —ella deja salir un suspiro un suspiro.

—Parece que no se detendrán hasta obtener mi puesto —una tétrica sonrisa se formó en su rostro —¿qué le vamos a hacer? Jugaremos su juego.

—Y para eso tengo el arma perfecta  —un brillo se forma en sus ojos mostrando interés, si había algo que caracterizaba a Alejandra Izavok era su capacidad para la planeación de estrategias.

—¿Sí? —acerco una fotografía más.

—Ella será nuestra mejor arma —aseguro.

—¿Una chica?

—No es solo una chica, Iván tiene una clase se obsesión por ella además ella lo odia profundamente ¿quién mejor para destruirlo? —la sonrisa de mi madre se apaga —sabes que una mujer dolida puede ser muy peligrosa.

—Es un plan que podría funcionar, pero ¿estás seguro de involucrar a una inocente en todo esto? —la conocía muy bien, ella era igual que yo, mis padres y yo odiábamos involucrar en asuntos de la mafia a personas inocentes —¿estás seguro que aceptará? —niego, conociendo a Scarlett seguramente jamás se atrevería a traicionar a Iván por la seguridad de su familia.

—Ella no tendrá que saberlo, me acercaré a ella y...

—¡La estarás utilizando! —mi madre me interrumpe antes de que pudiera continuar —piensa cómo se sentirá ella cuando se entere que fingiste tener interés en ella cuando tu único objetivo era aniquilar a tu primo.

—Si esa es la única forma de acabar con tu hermano y mi primo —hice una pausa —si me ayuda a acabar con Iván ella podrá ser libre y vivir lejos de aquí con su madre y su hermana.

—Solo espero que con este plan tus sentimientos no salgan afectados.

[....]

No tuve ningún rastro de Scarlett desde esa noche, ni el día siguiente, era como si se la hubiera tragado la tierra, decidí visitar su departamento, pero para mi sorpresa ella no se encontraba ahí.

Solo esperaba que Iván no le hubiera hecho algo.

—Luther —digo en cuanto él responde mi llamada.

¡Ey! ¿A qué debo el honor de su inesperada llamada señor Izavok? —ruedo los ojos ignorando su tono bromista.

—Necesito que vengas a mi casa.

¿Qué me está proponiendo señor Izavok?

—¡Deja de bromear estúpido! —ordeno molesto, Luther y yo nos conocíamos desde que ambos iniciamos el instituto, él era unos años mayor que yo además era mi mano derecha y sobre todo mi mejor amigo, ambos nos dedicábamos al mundo de lo ilegal, la única diferencia era que él y su familia provenían de una prestigiosa cadena de asesinos.

—¡Vale, vale! No aguantas ni una broma, carajo —bufa —¿qué necesitas?

—Investiga en dónde se encuentra Scarlett y cuando tengas la información vienes a mi casa.

—Hecho.

No pasó más de dos horas cuando ya tenía a Luther en mi departamento con una carpeta llena de información acerca del paradero de Scarlett.

—La noche que salieron del casino ella pasó la noche en casa de Kozel —informa —a la mañana siguiente fueron a Elite, mis fuentes dicen que Kozel y Scarlett salieron de ahí junto a Ivanov tomaron un camino a las afueras de la ciudad —llevo una mano a mi mentón tratando de concentrarme ¿qué haría Iván a las afueras de la ciudad?

—¿Hay algo más?

—Según mis fuentes dicen que Kozel estaba furioso cuando salieron de Elite —Luther se lleva una mano a la cabeza alborotando su cabello rubio —sabes hermano, si se llevaron a la chica a las afueras de la ciudad mejor dala por muerta.

Ignoro el comentario de Luther para analizar la información que acababa de recibir, no podía ser posible que Iván asesinara a Scarlett ¿o sí? Será mejor que averigüe por mí mismo que sucedió.

Esa noche fui a la arena, no había mejor lugar para obtener información de todo lo que sucedía en la ciudad así que decidí mezclarme entre la gente, tal vez obtendría información de Inavov y de paso averiguaría donde demonios se había metido Scarlett.

—Hola guapo —saluda una morena de poca ropa.

—Hola —devolví el salido sin mucho interés.

—¿Quieres un poco de compañía? —fijo mis ojos en ella, esa chica la había visto anteriormente con Ivanov unas noches atrás, tal vez ella me sería de utilidad.

—Será un placer —tomo su mano y rápidamente la siento sobre mis piernas.

—¡Izavok! —su voz llamándome hizo que apartara mi atención de la chica que estaba sobre mí.

Ahí estaba ella, su cabello estaba ligeramente alborotado, su vestimenta casual resaltaba sus curvas dándole un aspecto de chica mala. Pero a pesar de que Scarlett era una mujer muy atractiva eso no era lo que llamaba mi atención, no, eran las marcas de los golpes de su cuello, su mandíbula y su rostro.

Maldito hijo de perra.

—Amor ¿y esta quién es? —Scarlett ignora el comentario de mi compañía y se acerca a mí.

—Te habías tardado en aparecer Scarlett ¿qué te trae por aquí? —digo con una sonrisa.

Al verla de cerca pude ver que el brillo de sus hermosos ojos verdes se había apagado, su mirada era más seria y tosca, era como si algo se hubiera roto en su interior.

—Vine hablar contigo, tengo información que te podría interesar —le dedico una sonrisa arrogante, la forma en la que hablaba era hasta en cierto punto intimidante.

Definitivamente Iván le había hecho algo.

—Creo que ya tuvimos esta conversación antes ¿qué información me podrías ofrecer tú? Si mal no recuerdo yo solo te propuse que corrieras para mí.

—¿Estás seguro? —no respondo —¿no quieres saber lo que trama tu primo?

Sus palabras pusieron todos mis sentidos alerta así que quité a la chica que estaba sobre mí y me acerqué a Scarlett.

—¿Qué sabes? —trato de lucir intimidante, pero ella no se inmuta, solo se limita a entre abrir los labios para responder cuando la gente que se encontraba dentro de la arena comenzó a salir del lugar rápidamente —¡¿pero qué mierda?!

—¡La policía!

¡Mierda!

Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora