Capítulo 38

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Iván 

¡Maldita sea!

Quien sea el responsable de este maldito desastre pagará con su cabeza.

—¿Me puedes decir que mierda pasó? —Mi padre entró furioso a la oficina de Elite, su impecable camisa blanca se encontraba ahora cubierta de sangre.

Después del tiroteo ahora nos encontrábamos tratando de lidiar con la prensa y con los cadáveres de los guardias que dejaron que los intrusos nos atacaran, al menos sus cuerpos servirían de comida para los gusanos.

—¿Qué mierda pasó? —Mi padre se acercó a mí impactando su puño en mi mandíbula.

—¡No sé, carajo! —Respondí mientras me limpiaba la sangre del labio inferior.

—Esos imbéciles entraron y asesinaron a la mitad de mis hombres —él se pasó la mano por el cabello, estaba furioso y no era para menos, ya que, el desfile que atraería a miles de clientes se había ido a la mierda —¡Paul! —Gritó, inmediatamente la mano derecha de mi padre entró ante el llamado.

—¿Señor?

—Revisa la mercancía, quiero saber cuántas chicas fueron robadas esta noche —Paul cargó su arma y salió para cumplir con la orden de mi padre.

Dudo que este ataque de deba solo para robar a una que otra zorra, estoy seguro de se trata de algo más y voy a descubrirlo, iniciando por atrapar a los hijos de puta que se atrevieron a desafiar a los Kozel. Salí de la oficina en busca de alguna señal que pudiera llevarme a encontrar a esos desgraciados; sin embargo, lo único que encontré fueron los cuerpos de mis hombres esparcidos por el suelo.

Su sangre había salpicado las claras paredes del estudio, me acerqué con cuidado y revisé los cuerpos, eran tiros limpios y directos al corazón, solo había una persona que no desperdiciaba los tiros e iba directamente a su objetivo. Luther Bassil.

—Hijo de puta —escupí, si el bastardo de Luther estaba involucrado seguramente Aron también, después de todo Luther no era más que su perro faldero.

Rápidamente regresé a la oficina de mi padre para informarle lo sucedido, pero para mí maldita suerte él no se encontraba solo, como si el desastre de esta noche no fuera suficiente Zaid se encontraba hecho una furia.

—¡Dijiste que me darías a la chica! —Gritó.

—¡Ya sé lo que dije! Te aseguro que la tendrás —el árabe se encontraba furioso.

—Pagué muchos millones por esa zorra, así que, ¡la quiero en este maldito momento! —Al ver que mi padre se mantenía en silencio Zaid sacó su arma apuntando justamente la calva cabeza de mi padre.

—Ni se te ocurra imbécil —intervine al mismo momento que apuntaba su jodida cabeza, en cuanto escucharon la discusión mis hombres entraron a la oficina apuntando a Zaid —. Atrévete a disparar y volaré tus sesos.

Zaid soltó una carcajada mientras bajaba su arma y me lanzaba una mirada con superioridad como si yo no estuviera a su altura.

—¿Me amenazas mocoso? —Pero antes de que pudiera responder mi padre intervino.

—¡Basta! No vale la pena romper nuestra alianza por un estúpido mal entendido —Zaid guardó su arma y yo hice los mismo.

—¿Qué ha pasado? —Cuando intervine antes de que Zaid le disparara a mi padre ellos estaban discutiendo pero yo no me molesté en preguntar, tenía entendido que el árabe rechazó mi oferta de aceptar como regalo a cualquier mujer de la agencia, ese viejo rabo verde solo quería a una chica y es era Scarlett así que pagó millones de dólares por ella.

Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora