Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]

Capítulo 9

Scarlett

Actualidad.

-¿Por qué me has traído aquí Aron? -Siento mi respiración agitada debido a los nervios.

-¿Te molesta? Creí que te gustaría volver a las carreras como en los viejos tiempos -sabía que no debía sorprendente, pero aun así era inquietante la cantidad de información que Aron tenía sobre mí.

-Terminemos con esto ¿qué quieres que haga? -Aron me conduce a la taquilla de las inscripciones.

-Quiero inscribir a esta chica en la próxima carrera.

-Ya sabes el precio guapo -la chica guiña un ojo coqueteando con Aron.

-Aquí tienes -Aron dejó caer un fajo de billetes ignorando a la chica.

-¿Estás loco? No pienso correr de nuevo, estoy fuera de práctica -me excuso.

En realidad, eso no era verdad solo que volver a correr me traía malos recuerdos.

-Tienes que hacerlo si quieres que te deje en paz -suspiro resignada, Aron no aceptaba un no por respuesta.

Nos encaminamos hacia la línea de salida esperando que la carrera iniciara, durante el tiempo que estuvimos esperando Aron y yo no hablamos de nada, ambos nos mantuvimos en silencio como perfectos desconocidos, nuestra atención solo estaba al pendiente de lo que ocurría a nuestro alrededor. Si algo he aprendido de convivir con la mafia es que jamás debes bajar la guardia sino quieres morir.

-¿Te hago una pregunta? -Aron no responde así que solo tomaré su silencio como un continúa -¿por qué tú nunca traes guardaespaldas? Iván no va a ningún lado sin su escolta -él suelta una risa como si hubiera dicho una especie de broma.

-Me sorprende que no sepas con quien estás hablando -responde sin dejar de mirar al frente -prefiero pasar desapercibido y no llamar la atención, de esa manera es más fácil aniquilar al enemigo. Si no me conocen no sospecharan que se están enfrentando al mejor asesino de la mafia de la república checa.

-Ya veo -hice una pausa -¿sueles venir mucho a este lugar?

-Es obvio que frecuente este lugar ya que soy el dueño de todo esto, además soy yo quien organiza las carreras -abro la boca debido a la sorpresa cuando descubro que Aron a parte del lavado de dinero en el casino también organiza carreras clandestinas -si haces una pregunta más te juro que no dudaré en silenciarte para siempre.

Una amenaza algo escalofriante, pero por alguna razón no le temía a diferencia de Iván, Aron Izavok me agradaba.

Ahora entendía, el método de Aron era mantenerse en las sombras para mantener mejor vigilado sus objetivos, no le convenía que nadie supiera que él era un pez gordo en este lugar ya que atraería a muchos enemigos, el silencio era su arma mortal.

-No deja de mirarte -comenta llamando mi atención.

-¿Qué? -Arqueo una ceja, miro hacia la misma dirección que Aron.

Un hombre aparentemente cerca de los veinticinco años me miraba atentamente, por su apariencia me atrevía a pensar que también formaba parte de la mafia.

-¿Lo conoces?

-Ese hijo de perra me ha dado muchos problemas -la voz de Aron sonaba molesta -el muy estúpido cree que no me he dado cuenta de sus malditas intenciones.

No sabía a qué plan se refería, pero estaba de acuerdo con Aron, ese hombre debía ser muy tonto para meterse con la mafia sin pagar un precio, él pareció darse cuenta de que era el centro de nuestra conversación porque se acercó a nosotros seguido de sus hombres.

-Linda noche ¿eh? -Saluda con una fría sonrisa.

-Así parece -respondo al notar que Aron no parecía tener la más mínima intención de responderle.

-Soy Carlo Ivanov -se presenta.

¿Ivanov? ¿Dónde había escuchado ese nombre?

-Danka Svoboda -estrecho su mano.

Regla número uno, jamás le des tu nombre a un mafioso a menos que no sepas lo que quiere.

-Un placer señorita -Carlo tomó mi mano colocando un beso en mi dorso.

-¿Qué quieres aquí Ivanov? -Aron quita mi mano de la de Carlo.

-Aron Izavok -Carlo sonríe -no me digas que sales con esta lindura.

-No lo hago -responde secamente, aún no sé porque, pero me dolió su indiferencia.

-Entonces deja que ella y yo nos divirtamos un poco.

-Ella está aquí porque me debe un favor así que no molestes.

-Sabes tú e Iván me agradan así que será mejor que no interfieras en mis intereses si no quieres salir perjudicado.

-¿Me amenazas? -Aron le devuelve la sonrisa con burla -¿por qué mejor no te tragas tus palabras cuando muerdas el polvo en la carreras?

-Ya lo veremos -Carlo dirige su atención a mí nuevamente -sabes eres muy linda ¿has pensado ser modelo?

-La verdad no estoy interesada.

-Piénsalo -me guiña el ojo para después regresar por el mismo lugar por el que vino.

-Es extraño -comento en voz alta -hace unos días en el club, él llegó a buscar a Iván.

-¿Estás segura de eso?

-Sí -afirmo -estoy segura de que uno de los guardias dijo el señor Ivanov ha llegado -digo recordando las exactas palabras del hombre.

-Malditos hijos de perra -suelta furioso.

-¿Qué pasa?

-Pasa que esos dos malditos están jugando con fuego y no van a terminar nada bien -responde -eso confirma mis sospechas.

-Temo que no entiendo.

-No es algo que tenga que ver contigo Scarlett -advierte -así que, te aconsejo que te mantengas fuera de esto.

Esa advertencia sonaba tentadora, pero no podía hacerlo, estaba atada a Iván de por vida y sea lo esté haciendo Iván está relacionado con Carlo Ivanov y no le gusta para nada a Aron, eso solo incrementaba más mi curiosidad.

-La carrera está por comenzar -anuncia alguien desde el otro extremo de la pista, todos los competidores comenzaron a acercarse a la línea de salida.

Imito su acción, pero cuando estuve a punto de acercarme Aron toma fuertemente mi muñeca.

-Cuando estés en la carrera no olvides frenar en la tercera curva y después acelera -previno.

-Está bien.

-Más te vale no perder -asiento -solo de esa manera saldarás de deuda que tienes conmigo.

Coloco mi casco y me monto en la motocicleta, miro de reojo a mis contrincantes, al parecer yo era la única mujer. Una chica con una mini falda color negro se coloca frente a la línea de salida y con sensualidad se lleva las manos debajo de la falda y comienza a bajarse las bragas. Chiflidos y palabras obscenas se escuchaban por todo el lugar, incluso Aron reía sin despegar la mirada de esa chica que usaba sus bragas como bandera, ruedo los ojos, entre más rápido termine con esto mejor.

Cuando la chica lanzó las bragas al aire.

Aceleré.