Venganza Escarlata © [J.D.L.M #1]

Capítulo 41

Scarlett

Me encontraba en vuelta en la penumbra, un lugar desolado con el inconfundible aroma de la muerte y en medio de esa oscuridad se encontraba una caja con una bella decoración como si se tratara de un obsequio de navidad; en la parte superior de la tapa una nota adornaba el enorme listón púrpura: Scarlett. Sin duda Iván me estaba dejando un mensaje. Con temor, mi mano se adentró en la caja. Dejé que mi tacto explorara el interior, una consistencia viscosa y húmeda mojó mis dedos y entre más hundía mi mano la sensación era cada vez más desagradable, finalmente mi mano chocó con lo que parecía ser ¿cabello? Mi cuerpo se heló al adivinar su contenido, así que, me armé de valor para sacar la cabeza de mi querida amiga; sin embargo, cuando finalmente saqué el contenido, no se trataba de la cabeza de Leike, sino la cabeza de Aron y hasta el fondo, la cabeza de mi hermana.

Las personas que más amaba estaban muertas frente a mis ojos y no pude hacer nada para salvarlos.

Mis gritos se escuchaban por todo el lugar, pero nadie acudía para ayudarme.

<<¿Lo vez preciosa? La siguiente serás tú>>

Susurraba Iván cerca de mí.

De pronto abrí mis ojos sobresaltada, se trataba de una pesadilla. Había pasado cerca de una semana desde aquél fatídico día, cuando el cuerpo de Leike había sido dejado a las afueras del edificio de la familia Izavok y desde entonces cada noche las pesadillas me atormentaban.

—¿Y qué pasa después de que abres la caja? —Lena se encontraba sentada frente a mí mientras escribía todo lo que decía.

Me encogí de hombros, simplemente no quería recordar aquella pesadilla.

—Scarlett ¿todo bien? —Negué y abracé mis rodillas, la sensación de querer llorar se instaló en mi pecho.

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Recordé las palabras de Leike antes del desfile, ella deseaba tanto alejarse en este mundo y terminó muerta gracias a que decidió ayudarnos. Es mi culpa. Mi cuerpo comenzó a temblar nuevamente y las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas mientras los brazos de Lena me rodeaban tratando de reconfortarme.

—Tranquila —susurró —. Sino estás lista para decirlo está bien —al no obtener respuesta de mi parte ella se apartó y retomó su atención a sus apuntes —. Te prescribí algunos medicamentos para que puedas dormir, además de algunos calmantes en caso de que sufras alguna crisis.

¿Quién lo diría? Lena una chica perteneciente a una familia de asesinos era nada más y nada menos que una psiquíatra, según ella necesitaba ocupar su tiempo libre en algo más productivo que no fuera matar, irónico ¿no?

—Gracias —susurré, después Lena abandonó mi habitación dejándome nuevamente sola.

Me coloqué en posición fetal sobre mi cama, desde aquel incidente no había sido capaz de salir de mi habitación ya que la imagen de la cabeza de Leike aparecía en mi mente cada vez que cerraba los ojos. Decidí permanecer en mi cama hasta que unos gritos que prevenían de la habitación de Aron.