Las lágrimas caían por sus mejillas una vez más, intentaba apartarlas, pero sus ojos daban paso a más de ellas, su rostro se estaba hinchando por el llanto, su nariz estaba roja debido a ello. La joven de diecisiete años se sentía como una completa tonta llorando de la nada, odiaba cuando sus emociones se desbordaban y por culpa del dolor explotaba así. El auditorio estaba vacío a esa hora por lo cual no se molestaba en ocultar su llanto, abrió su bolso escolar revisando el contenido, tomó una servilleta algo arrugada pero limpia e intentó secar sus lágrimas.
Su cabeza comenzaba a doler como siempre que terminaba de llorar.
La joven se sentía simplemente cansada, quizás exageraba, pero para ella se sentía como el fin del mundo, no quería aceptar que la depresión la estaba hundiendo cada día más. Su cabello negro estaba recogido en una coleta baja dejando algunos mechones fuera, no le importaba estar despeinada, ya sabía que hiciera lo que hiciera su cabello se quedaría así.
Respiró profundo cerrando sus ojos sintiendo los leves temblores de su cuerpo, como si éste terminara de sacar los restos de su llanto. Estaba a mitad del curso escolar, le quedaba un año más para graduarse, se suponía que en esas fechas se encontraría ansiosa y emocionada planeando con sus amigas sus vestidos de graduación, pero la realidad era otra.
Los rostros que una vez llamó "amigos" simplemente se volvían rostros desconocidos, ella estaba dudando de todos, incluso de sí misma. Se estaba volviendo cada día más insegura.
— Creo que estos son mejores—una voz suave y un poco dulce llamó su atención, volteó a ver en esa dirección consiguiendo un joven con el uniforme de aquella institución, su cabello era negro azabache resaltando su piel algo pálida, el joven dibujó una sonrisa ladina en sus labios carnosos ofreciéndole una caja de pañuelos.
— Gracias—su voz apenas fue audible, la tomó sin avergonzarse. Luego de llorar siempre se sentía agotada, con ganas de desconectarse completamente del mundo.
— No quiero incomodarte pero...escuché al personal de limpieza decir que vendrían aquí en una hora—advirtió con su bolso en el hombro, tenía ojos azules (claramente lentes de contacto) La joven asintió mirando aquella caja de pañuelos blanca con detalles rojos—Te he visto venir aquí tres tardes seguidas—ella no dijo nada—Siempre te sientas aquí y...dejas salir todo.
Ella no lo conocía, ese rostro no estaba en su clase en lo absoluto.
— Lo siento—de nuevo habló bajo, ni ella misma encontraba su voz.
— La vida es realmente difícil, ¿Cierto? —suspiró inclinándose hacia atrás—La gente cree que es sencillo, pero...sencillo es morir—ella lo miró— ¿Has pensado en morir, HyeLin? —supo su nombre por la pequeña placa en su pecho, la chica miró el suyo en su camisa.
Park Jimin.
— No lo sé—de nuevo su voz baja.
— No pienses en eso de nuevo—se inclinó hacia adelante encontrándose con los ojos marrones de la muchacha, se notaba lo asustado y triste que se encontraban— ¿Eres de las personas que se rinde antes de intentarlo?
— Yo...estoy cansada.
— Todos lo estamos—concordó él—La vida es agotadora, siempre tienes un problema más cuando solucionas el anterior—asintió—Pero... ¿No tienes esa sensación de paz y calma una vez que los superas por tu cuenta? —sonrió un poco—Cuando te demuestras que si puedes.
HyeLin apartó la mirada lentamente, miró sus manos en la caja de pañuelos, eran pequeñas y de uñas cortas, diferente a las que solían tener aquellas que decían ser amigas.
— No puedo.
— ¿Por qué? ¿Por qué los demás se empeñan en decirte que no? —ambos se miraron de nuevo—Conozco esa sensación, ¿Sabes? Ese sentimiento de rechazo, todos te dicen que no, incluso los rostros que crecías conocer se vuelven en rostros completamente desconocidos—los ojos de la chica contuvieron las lágrimas por poco tiempo, Jimin la atrajo despacio regalándole un abrazo cálido, HyeLin se sintió tan vulnerable que le fue imposible no sollozar en sus brazos—Hagamos una promesa, ¿Sí?—Hye no lo soltó—Somos más fuertes que esto, si el mundo nos golpea le demostraremos que seguimos de pie, ¿De acuerdo?—dio pequeñas palmaditas a su espalda—Si uno de los dos falla en esta promesa...nos veremos en la obligación de ayudar al otro.
Y HyeLin queriendo no sentirse sola al menos en ese momento aceptó la promesa.
Escribir esto por la madrugada...no es buena idea.
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Promise [PJM] COMPLETA
FanfictionHace cinco años hicieron una promesa. Hace cinco años que dejaron de verse. Hace cinco años que todo comenzó a cambiar. Ella está metida en su propio mundo y él la invitará al suyo para que ambos se junten de una manera hermosa. ...