Hace cinco años hicieron una promesa.
Hace cinco años que dejaron de verse.
Hace cinco años que todo comenzó a cambiar.
Ella está metida en su propio mundo y él la invitará al suyo para que ambos se junten de una manera hermosa.
...
— ¿Min YoonGi? —Hye no ocultó su asombro, el rostro de aquel chico de ojos rasgados era muy...lindo, tenía un aspecto dulce incluso a pesar de estar serio, HyeLin no esperaba un rostro así debajo de ese cubrebocas, sus labios eran delgados y rosados, tenía una nariz pequeña, por alguna razón lo comparó con un gatito.
— ¿Ella es tu...amiga? —preguntó a su padre.
— Claro que sí, Hye tiene poco tiempo estudiando aquí—comentó—Está intentando superarse también.
Hye sonrió nerviosamente asintiendo. YoonGi la miró por unos minutos y luego le pidió a su padre que hablaran a solas, de todas maneras, la chica ya debía irse a su clase, se despidió de ambos un poco sonrojada y avergonzada.
֎֎֎
— ¿Conociste al hijo del doctor Min? —preguntó la señora Park cocinando el almuerzo, Hye estaba sentada sobre el mesón balanceando sus piernas mientras que Jimin se servía un vaso con agua.
— ¿Cómo es? —quiso saber.
— Es parecido a su padre, pero más joven—contestó—Aunque...es un poco...grosero.
— ¿Grosero? —la madre de Jimin la miró dejando de añadir sal a la salsa en la olla— ¿Te hizo algo? ¿Debo ir a ese lugar?
— ¡No! —se apresuró a decir—No es necesario, ahjumma, me refería a que tiene...cierta preferencia a estar solo—no supo explicarse—El primer día junto a JiSoo íbamos a preguntarle sobre uno de los salones y él sólo nos ignoró, además me parece que siempre está mirándome.
— ¿Qué? —Jimin se ahogó un poco con el agua— ¿Por qué no me has dicho eso?
— Porque sólo es eso—se encogió de hombros—Oh, ahjumma, debo crear un cuento corto para mi taller de ortografía y redacción—sonrió con cierta pena— ¿Podría usar una de sus ideas para el taller?
— ¿Quieres compartir mis historias con tu clase? —ahora la mujer se sonrojó—Nunca nadie ha leído lo que escribo.
— Es tu momento de brillar, mamá—bromeó Jimin—Rose y yo siempre te hemos apoyado, Hye se unió al club de fans y ya es momento que descubran tu talento.
— ¿Qué dices? —rio nerviosamente—Ya estoy vieja para eso.
— Claro que no—HyeLin bajó del mesón intentando convencerla—Su imaginación es muy interesante y brillante, por favor, ahjumma, anímese.
— Estoy con Hye, tienes muchas historias que ella podría usar para su taller.
La mujer lo pensó por unos minutos, tenía sus inseguridades desde hace años, confiaba que sus historias eran buenas pero una persona se encargó de que creyera lo contrario, se encargó de crear esa gran inseguridad en ella.
— Debo pensarlo.
— Ahjumma.
— Mamá.
— Vayan a colocar la mesa, Jimin, ve a buscar a tu hermana, el almuerzo estará listo...
— Rose no está—Jimin recogió los platos de los estantes—Dijo que comería fuera.
HyeLin sintió una punzada de culpa, ¿Qué estaba haciendo Rose exactamente?
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La chica despertó por la madrugada como venía haciendo desde hace días, Jimin salía del baño apagando la luz de éste, se acercó a su colchoneta susurrando.
— Lo siento, ¿Te desperté?
— Es raro no verte durmiendo—miró el reloj de la mesa de noche, eran las dos de la madrugada.
— Estaba viendo una película en mi celular, sólo así me mantengo despierto—sonrió acostándose de nuevo. HyeLin se acercó a la orilla de la cama mirando aquel cabello despeinado, Jimin lucía cansado incluso con ese humor bueno y sonrisa radiante— ¿Por qué me miras así?
— Tienes que dormir.
— Lo haré durante el día, debo mantenerme despierto para velar tus sueños—bromeó sacándole una pequeña sonrisa.
— Eso sonó al Jimin de diecisiete años.
— Me alegra saberlo—le guiñó un ojo—Intenta dormir, estaré aquí.
— No dormiré, no mientras estés despierto.
— Hye...
— Luces cansado, tienes ojeras, apenas duermes, sé que quieres protegerme de mí misma y estar alerta de cualquier movimiento que haga, pero...—hizo una pausa. Le apenaba decir lo siguiente—También me gustaría intentar protegerte.
A Jimin le causó ternura, sonrió tontamente sin saber que decir con exactitud. Su corazón latió tan fuerte que temía que ella lo escuchara.
Hye rio por lo bajo cubriendo su boca con sus manos, ambos intentaron no hacer mucho ruido ya que eran los únicos despiertos en esa casa.
— Te traeré todos los mochis que quieras—prometió—Pero sería una pena que te comas a tu familia.
— ¿Qué?
— A veces luces como un mochi, Jimin—se sonrojó—Esponjoso, dulce y adorable.
— Basta—cubrió su cabeza con sus sábanas, estaba totalmente rojo, diría que más que un tomate. Cuando la pena se fue y los minutos avanzaban, Jimin se encontraba en su cama, uno al lado del otro, Hye tenía un auricular en su oreja izquierda y Jimin el otro auricular también, ambos veían una nueva película, tenía un toque de romance con algo de drama.
— ¿Jimin? —susurró ella de repente. El rubio volteó a mirarla con ojos atentos y hermosos, Hye estaba demasiado cerca— ¿Crees...que tu madre se enojó por pedirle uno de sus cuentos?
— No lo creo, no lucía molesta.
— Mmm—volteó a la pantalla del teléfono que el chico sostenía. Jimin miró algunos mechones fuera de su sitio, admiró el perfil delicado de la muchacha y los ojos cansados pero brillantes, Jimin jamás pensaría en ella como una pérdida de tiempo.
— ¿Hye?
— ¿Sí? —lo miró de nuevo.
— No eres lo que dicen los demás—comentó—Eres...totalmente diferente a ellos, eso te hace única y me encanta—Hye sonrió avergonzada.
— Será mejor ver la peli...
— Y jamás pensaría en ti como una pérdida de tiempo—la interrumpió—No lo eres para mí, eres el tiempo más preciado de mi vida.
— Me estás poniendo nerviosa.
— Que bueno, también lo estoy, yo...—intentó armarse de valor—Yo...—ella esperaba que continuara—Yo...
— También eres un tiempo preciado para mí—sonrió volteando a la pantalla—Gracias por no rendirte conmigo.
"¿Te rendirías por mis sentimientos si supieras la verdad? Me gustas Ryu HyeLin y me parece difícil decírtelo"
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