~ Capítulo 30 ~

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HyeLin despertó varias horas después, cuando la noche comenzaba a caer para ser más específicos. La joven aún se sentía un poco desorientada, no dijo ni una sola palabra, ni siquiera cuando Jimin le preguntaba sobre lo ocurrido, Hye parecía encerrada en sí misma y eso le preocupaba de sobremanera. ¿Acaso estaban retrocediendo de nuevo? Todos estaban preocupados por ella, estuvo un día entero en el hospital, cuando el doctor Min le dio de alta, el chico pálido se vio en la necesidad de contarle algo.

Hye se colocaba una sudadera estando sentada en la camilla, la madre de Jimin se había encargado de llevarle ropa limpia para cambiarse. YoonGi se acercó aprovechando que estaban a solas.

— Supongo que te irás sin saberlo—la chica subió la cremallera de su sudadera—Dudo que Jimin sea capaz de contarte—la vio tomar el bolso a su lado y colgarlo en su espalda—HyeLin—llamó serio. Ella se detuvo levantando la vista, YoonGi respiró profundo soltando la verdad—Tu sobrina está hospitalizada en este lugar, Wendy no se encuentra aquí, pero siguen esperando donaciones de sangre—Hye se mostró indiferente bajando la vista de nuevo—Sonará poco creíble, pero nadie ha aparecido para donar, no sé si es el karma o la vida, pero esa niña sólo es compatible con tu sangre, sé que Jimin no te lo dirá porque no quiere presionarte, pero creo que debes saberlo.

No reaccionó. Mantuvo su cabeza baja permaneciendo sentada en esa camilla, Hye tenía demasiadas cosas en su cabeza, pero una cosa era segura.

— Quiero verla—susurró.

YoonGi la llevó a esa habitación, HyeLin giró el pomo de la puerta de manera lenta, no había nadie en ese cuarto, bueno, sólo una niña de siete años. Tenía un rasguño en su mejilla derecha, su brazo derecho estaba vendado, sus labios pálidos y tenía ojeras, muchos aparatos se encontraban conectados a su cuerpo.

No pudo negar que se sintió mal de verla así pero tampoco pudo negar recordar como Wendy había abandonado a su madre al empujarla en el baño, sus manos se convirtieron en puños. Ella quería vengarse, pero era tan malditamente débil que se rendía sin luchar, estaba cansada de hacerlo. La ira quiso dominarla intentando convencerla de apagar esos aparatos permitiéndole la muerte a esa niña, así Wendy sufriría como ella, pero no lo hizo.

No lo hizo porque sería condenarse así misma.

Sería sumarse un problema más que podría lanzarla al abismo de una vez por todas. Hye tragó con dificultad retrocediendo.

Su padre siempre decía que las personas malas siempre le irían mal, siempre decía que si alguien era malo con él no significaba que se volvería peor, Hye siempre estuvo en desacuerdo, pero ahora parecía entenderlo.

Ella no quería ser como Wendy, no quería repetir las acciones de su hermanastra.

֎֎֎

Los Park llegaron a casa con Hye, la chica se mantuvo en silencio dejando que Jimin la llevara arriba, Rose ayudaría a prepararle algo de comer, aunque lo único que hizo HyeLin fue acostarse en la cama y dormir. Despertó por la tarde consiguiendo una bandeja en la mesa de noche con algo de comida, se levantó despacio dirigiéndose al baño con los pies descalzos, al regresar recogió su cabello en una coleta decidiendo probar bocado. Masticó lentamente con su vista perdida en algún punto de la habitación, miró su celular en la mesa de noche sin ánimos de tomarlo.

Cuando acabó volvió a meterse entre las sábanas, Jimin apareció acercándose a la cama, tomó asiento a su lado notando la bandeja vacía con los platos.

— ¿Estuvo bien la comida? —preguntó y ella asintió— ¿Quieres dormir un poco más?

— Lo hice.

— ¿Qué cosa?

Hye suspiró.

— Doné mi sangre—aquello tomó por sorpresa a Jimin—Antes de salir del hospital, el doctor Min lo mantuvo en secreto, por eso tardé en salir.

— ¿Wendy estaba en el hospital? ¿Te dijo algo?

— No—contestó—Le pedí a YoonGi que me llevara donde SeGye.

— ¿Por qué le pedirías eso?

— Quise hacerle lo mismo—sus ojos se volvieron brillantes por las lágrimas y su voz flaqueaba—Quise vengarme devolviéndole la muerte de su hija—tragó con dificultad—Pero no lo hice porque sería convertirme en Wendy, sería ser como ella y...no pude, Jimin—intentó no sollozar, pero no pudo—No pude vengar a mi madre, no pude hacerlo, tuve esas máquinas allí y no pude.

— Shh, tranquila—se acostó a su lado dejando que ella se abrazara a su cuerpo sollozando en su pecho—No estoy molesto contigo—acarició su espalda besando su frente—La verdad es que estoy orgulloso de ti.

— Lo siento—lo miró con la nariz roja.

Jimin secó sus mejillas tomando su rostro con sus manos.

— Lo que hiciste es digno de admirar, pocas personas tienen una gran fuerza de voluntad como tú—susurró—Pudiste hacerlo, cierto, pudiste vengarte de la peor forma, pero fuiste consciente, Hye.

— Fui cobarde.

— Créeme que no—sonrió dulcemente—Fuiste muy valiente.

— Lo dices porque te gusto.

— No, no tiene nada que ver. Sabes que cuando haces algo mal no dudo en hacértelo saber—besó su frente y ambos acostaron sus cabezas en las almohadas quedando frente a frente, sólo que Jimin no soltaba su mano y Hye tampoco la soltaba—Tus padres estarían orgullosos de ti.

— Los extraño.

— Lo sé—con su mano libre acarició su mejilla donde comenzaba a derramarse una lágrima—Y lamento no poder llenar ese vacío.

"¿Enserio cree eso?"

— Me das miedo a veces, Jimin—confesó.

— ¿Por qué?

— Porque siempre sabes que decir y siempre sabes cómo hacerme sentir segura—sonrió tristemente—Eres el chico que toda chica merece tener—colocó su mano libre en su pecho sintiendo su corazón latir—Lamento que te hayas enamorado de mí.

— No puedo decirte que dejaré de estarlo—ambos se miraron fijamente, la atmosfera entre ambos era simplemente perfecta y dulce—Llevo cinco años manteniendo en secreto mis emociones.

Hye admiró ese rostro, Jimin era atractivo, nunca lo puso en duda, pero nunca lo admitió, era su salvación, pero nunca se lo dijo, era el chico que le hubiera gustado tener a su lado, pero nunca se lo confesó. El cosquilleo en su estómago se apoderó de ella de nuevo haciéndole sonrojar, Jimin no pasó desapercibido aquello, ambos unieron sus labios, pero esta vez en un beso más seguro y firme, era suave pero cargado de cierta intensidad. Hye seguía con su mano en su pecho y él en la mejilla de ella, sus ojos estaban cerrados mientras que en la habitación se escuchaba el sonido de sus bocas juntas.

Los corazones de ambos latían con fuerza, aquellos besos intensos estuvieron por unos minutos hasta que Hye jaló de su camisa invitándole a acercarse más, la mitad del cuerpo de Jimin quedó sobre el suyo, el chico acariciaba su cintura sin romper el beso, estuvieron así por un rato hasta que el oxígeno comenzaba a hacer falta, HyeLin y él se separaron sólo un poco respirando con dificultad teniendo los labios rojos e hinchados.

Ninguno de los dos dijo absolutamente nada.

Ninguno de los dos dijo absolutamente nada

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Promise [PJM] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora