*Capítulo 43*

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Narra Kaneki:

Otro grito, de otro sufrimiento. El ruido de el hueso quebrarse retumba en todo este lugar.

Mi garganta duele de tanto que grito, de tanto que ya no aguanto todo esto. Duele, se que duele, y demasiado.

El rudor frío baja por mi frente, dando me a entender la gran desesperación que estoy pasando.

Yamori: ¿Dónde nos quedamos? -lo oigo preguntar y rápidamente mi mente me recuerda ese número.

Kaneki: Quinientos cincuenta y nueve... -respondo con miedo y frustado de todo esto.

Yamori me ordenó que contará hacia atrás de siete en siete desde mil en voz alta. Al principio no entendí su objetivo. Después me di cuenta, de que el propósito era mantanerme consciente el mayor tiempo posible.

Yo me aferraba a esos números; sentía que si lo hacía serían mi salvación de todo este, de estos nervios, de estos dolores, de este sufrimiento, de este mal momento.

Y entonces, Yamori tomaba mis manos y pies y... Una y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez.

Cada vez que mis dedos de las manos y pies volvian a crecer, sabía que me había convertido en un monstruo.

El leve sonido de aquella voz femenina me hizo dar a entender de que no estaba solo y que ella estaba aquí.

Rize: Buenos días.

Kaneki: Rize-san... ¡Sigues viva!

Rize: En realidad no importa nada de eso -dijo levandose del suelo blanco que adornada el alrededor- Dime... Kaneki-kun, ¿Qué clase de persona era tu Madre?

La mire un tanto confundido, no se que me hablaba o aque venía eso.

Rize: Hace un momento dijiste "Mamá".

Ya recuerdo. Cuando sentí el tacto de su mano, era como sentir las caricias de mi madre.

Rize: ¿Es esa persona?

De manera rápida, noté que ya no estaba en aquel lugar, si no en mi antigua casa.
Asustado me levante de la silla casi tropezando.

Mire a mi aldedor analizando cada cosa o objetó del lugar. El sonido de las tijeras cortar algo llamo mi atención.

Allí estaba, de espaldas cortando algunas cosas, era su trabajo después de todo.

La puerta se abrió dejando ver a mi pequeño "Yo" de niñez. Era feliz en ese entonces, y siempre fui.

Kaneki: ¡ya regrese!

Mamá: Bienvenido.

Rize: ¿Ese eres tú, Kaneki-kun? -preguntó mi acompañante- Eres muy lindo -comentó- ¿Qué está haciendo?

Kaneki: Ella siempre anotaba la pronunciación del Kanji que yo no podía leer, aún lado para mi.

Rize: ¿Adónde va tu mamá? -pregunto de nuevo mirando hacía la puerta aquella que se cerró dejando a mi "Yo" de niñez solo.

Kaneki: a trabajar.

Tanto como Rize y yo, lo seguimos a la pequeña habitación.

Rize: ¿Y este lugar?

Kaneki: El estudio de mi padre.

Rize: ¿Qué clase de persona era?

Kaneki: No lo sé. Murió antes de que pidiera recordar lo. Pero a mi papá le.gustaba mucho leer, y dejó todos estos libros aquí.

Mis Ojos En Ti (Kaneki Y Tú) Tomo 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora