*Capitulo 46*

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Mi corazón latía con fuerza, a tal punto que pensé que quería ir se y dejar me sola. Mis pensamientos eran un desastre, no razonaban bien y mis nervios me delataban cuando mi mano empezó a temblar.

Tanto el como yo nos mira nos fijamente, él asombrado y yo con miedo; Miedo a que nuevamente caiga en el mismo juego que solo me llevará a sufrir.

Dentro de mi me di al menos como cien cachetadas para despertar de mi shock y dar me cuenta que tenía frente mía a quien me juro miles de cosas y nos las cumplió.

Eto: Que silencio~ -dijo de manera divertida para ella misma, porque para mi no lo era.

Quería que la tierra me tragara y que no me deje salir de allí hasta que este consciente de todo.

El primer paso que dio hacia mi fue la señal de platarle un puñetazo en la boca del estómago. Lo vi en el suelo abrazandose a si mismo y tratar de recuperar el aire, aun así no me importo, yo sufrir más por ello y sigo se pie a pesar de mis dudas en este mundo.

Mire a mi padre y solo suspiro con algo de estrés; Al parecer no entendía que sucedía pero yo si, yo solo sabia que diablos pasaba en aquella habitación llena de silencio y de quejidos por parte del albino.

Salí sin decir nada y camine hasta que estuve demasiado alejada de todos y más de él. No se a donde iba solo subía y bajaba escaleras al azar, hasta que di con la azotea.

Al llegar cerre la puerta con seguro e incluso le puse cajas para bloquear el paso. Camine para quedar en la orilla y sentar me, no podía creer que el destino me haya traído a quien no quería ver ni en pintura.

Me quite la máscara y sentí como mi frente tenia sudor frio a causa de aquel momento.

El sonido de los pasos llamaron mi atención y yo solo negué riendo. No era una risa loca, tampoco chistosa, era una amarga que no puedes evitar; La hipocresía era tanta que incluso podría decir se que todo lo que pasaba era de pura coincidencia.

No dije nada y solo lo deje sentar a mi lado, yo tenía la vista en la iluminación que daba el distrito al cielo y él en mi. Era patético pensar que todo iba a hacer así, tenía que ver lo todos los días, tenía que charlar con el aun que no lo quisiera yo, tenia que pelear a su lado aun que no lo aceptará, tenia que salvar lo y me salvaría a pesar de que no lo pidiera, tenia que ir junto a el a cada cosa que nos mandaran a pesar de ser ovligafa. Tenía que aceptar que el destino lo trajo a mi para arreglar las cosas o yo fui mandada por el destino para él para que pudiera decir me lo que me tenía que decir.

______: ¿Vas a hablar o no? -dije ya casi harta del silencio que había entre los dos- Tomaré eso como un -me respondí a mi misma quedando de nuevo en el silencio- Al parecer te quedaste sin palabras.

Dejamos el silencio mientras el aire daba un toque junto los pequeños copos de nieve; El día era lindo pero la noche era espectacular cuando se trataba de los días de invierno.

Cerré mis ojos con fuerza para abrir los y dar me cuenta de que no era un sueño. Me gire para quedar sentar ahora en lado opuesto mientras me aguantaba las ganas de dejar me caer el edifico y ver si podía retroceder el tiempo para que todo esto no ocurriera, para que todo esto nunca pasara, para que todo esto solo fuera un momento paralelo de otro lugar y no de aquí.

______: ¿Crees que hice lo correcto? -pregunté de la nada al sentir mis manos temblar- Ayato estoy confundida, ya no se que pensar de todo esto. ¡No puedo pensar con claridad!

Ayato: No tienes que hacer lo -respondió y sentí una de sus manos revolver mi cabello con dulzura; Por no decir que casi me despeina- Solo has lo que te parezca correcto o solo has las cosas a tu manera o como lo desees.

Mis Ojos En Ti (Kaneki Y Tú) Tomo 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora