Capítulo 20: Una gula pecaminosa.

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La oscura noche trajo un manto de ennegrecidas nubes en el cielo, y la espesa niebla se esparció por los senderos del pandemónium, volviéndolo idóneo para el avance de los bastardos hijos del abismo, hambrientos de carne, y sangre como tributo en fría venganza ante la muerte de su antiguo dios elemental.

A sabiendas de lo peligroso que sería el camino de regreso, los guardianes, y la brigada optaron por acampar lo que quedaba de la noche, de esa manera podrían restaurar sus fuerzas debido a la terrible guerra que se les vino encima, y la que se soslaya en el horizonte.

No pudo aterrizar una aeronave por la clase de terreno de árboles gigantes, y llanuras deformes, sumado al peligra de estar expuestos al ataque de bestias demoniacas, llamadas por la sinfonía de motores de alguna de estas fragatas aéreas.

La brigada trajo consigo el equipo para instalar el campamento, previendo la posibilidad de que ocurra un suceso parecido. Debajo de la montaña, en las entrañas del terreno oscuro cercano a los tentáculos conectados como raíces a la tierra, se ha levantado un centro de control en la que están parte de las tropas de exploración y rescate. Una vez que se reúnen, volverán a las trincheras donde se suscitó la guerra.

Algunos serafines regresaron para ofrecer suministros, y la alternativa de llevar de uno en uno a alguna nave en el cielo. Ese proceso fue declinado por Dante, ya que sería bastante tardío, y bajarían mucho las defensas tanto del golem como el pasajero; correrían el riesgo de ser emboscados por gwibernos en el aire o por rebeldes ocultos en la flora.

Igualmente, el comandante no pensaba abandonar a los hombres que dejó en el punto de control, por lo que tomó la decisión de quedarse, y si alguno de los presentes quería irse a las naves, era libre hacerlo. Nadie abandonó la posición.

Armado el campamento, el guardián carmesí quiso tomar un baño, y usó una esponja con jabón de la dimensión de Alice, y una cubeta creada por sus propios poderes de materialización.

El lago cercano por ser una creación estigma del pandemónium, sembró en Drake la desconfianza, y la paranoia, a pesar de que Valkiria fue la primera valiente en meterse en el agua, no encontrando ninguna diferencia sobrenatural con cualquier otro estanque normal.

El guardián estuvo reticente a meterse, y a regañadientes se echó agua por medio de la cubeta, ya que tanto Lance como Alice se negaron a pasar la noche con él, si no se bañaba al igual que todos como era debido.

Durante la cena, Drake se quedaba viendo su piel por si tenía alguna reacción alérgica, inclusive su mente optó por jugarle una mala pasada, debido a la sugestión por medio de síntomas falsos, los cuales fueron sosegados ante los regaños de Alice, llamándolo chillón y sumadas a las miradas burlonas de Sheila, que incordiaron peor a al joven guardián.

Entre el intercambio de información de ambos frentes, Dante explicó que no bajó de su posición cuando lo dejaron en la meseta; no por cobarde, su actuar fue preparar unos vehículos de gran tamaño a todo terreno, llamados rompe infiernos que son una mezcla entre camiones de grandes llantas y tanques blindados.

El caballero cambió su armadura por una de esas corazas ligeras, de color dorado y una mochila cohete. Contó que, a pesar de ser un acérrimo espadachín de la vieja usanza, es conocedor de tácticas modernas, dado su tiempo pasado como tripulante en las flotas aéreas en la guerra santa.

Una vez que se dio por muerto al colosal elemental; Dante dirigió por cuenta propia una expedición para adentrarse en el pandemónium, usando como medio de transporte a los rompe infiernos. El inquisidor se quedó para juntar a las tropas restantes, y prepararse para la extracción.

—Descansaremos lo que queda de la noche, y retornaremos al punto de reunión, vendrán unas aeronaves a recogernos y seremos llevados a Grifia. Pueden dormir tranquilos, nosotros haremos guardia, lo merecen —indica Dante a los guardianes y a la rencarnada.

EL ASESINO DE DIOSES volumen 1  y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora