23. Ira y rabia

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Erika sostenía un gran plato de frutas con un brazo mientras que con su mano libre daba muerte a muchas frutillas, a su lado Leiftan que tambien sostenía el plato devoraba con mas calma los alimentos. Estaban sentados bajo el cerezo, bajo la luz de la luna y las estrellas. Dsifrutaban del silencio mutuo, nos necesitaban decir nada para que hambos pudieran disfrutar de la compañía del otro. Leiftan estaba impresionado por esta situación que para él se veía muy lejana.

-Gracias por acompañarme Erika.-  Comenta con la voz mas calmada y suave posible provocando que a Erika se le erizaran los nervios por unos micro segundos.

-No hay de que...no quería estar sola de todos modos.-  Susurra esta hechando un bocado de frutillas.

Erika agarra una uba que Leiftan hiba a tomar, ambos se miran y tienen una lequeña batalla por quien se quedaba con la fruta. Despues de una pequeña batalla de manos por la fruta Erika la lanza hacia arriba y ambos se fijan en ella y se miran un segundo antes de "lanzarse" a por ella.

Al final Erika no se la pudo comer.  -Eres mas alto. ¡Eso no es jus...!-

El sabor dulce de una frambuesa se hace explotar dentro de su boca con suavidad y esta mira sorpendida a Leiftan que sonreía mientras abrazaba el plato hondo de frutas contra si pues recién había lanzado esta dando en el blanco.

-Buena jugada.-  Termina de tragar la joven.

Ambos se dedican sonrisas llenas de paz y armonía, como si nada malo en el mundo existiera que no fueran ellos. Erika baja la mirada y toma un trozo de frutitas y mastica con lentitud.

-¿Piensas en Valkyon Erika?- 

Erika mira sorpendida a Leiftan que estaba sosteniendo una fresa entre sus dedos, su expresión estaba tensa, era mas que obvio que mencionar a Valkyon le daban celos y estaba forzando ese estado de paz que le estana demostrando.

-Pienso en él...y en Lance también.-

-¿Ah sí?- 

-Si, antes te dije que para mi los daemons solo eran ángeles perdidos; es por eso que pienso en Lamce y Valkyon y se que ellos no son ángeles, pero..., pues Lance es solo un niño...uno que necesitan que le guien. Y Valkyon, bueno, se que lo que está sucediendo no es fácil. -  Con un suspiro se lleva a la boca otra fruta.  -Lance está loco eso si y es un hijo de perra.-

Esos últimos comentarios hacen reir un poco a Leiftan que se tapa la boca al ver que Erika le miraba aguantando una sonrisa.

Ambos posan su mirada hacia el C.G., disfrutando de esa soledad profunda que había a excepción de algunos guardias que estaban en turno.

Cada uno estaba em su propio mundo, Leiftan se había jugado sus sentimientos al preguntar por Valkyon, la verdad es que no se esperaba esa respuesta fe la chica. Y Erika, bueno, ella intentaba analizar las palabras que recien le habia dicho al chico, porque la verdad es que ya no sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal, tenía miedo de dañarla como lo había hecho hasta ahora.

Lefitan observaba atento a lo lejos y de repente siente un peso sobre su hombro y era Erika que se había recostado de él.

-¿Sigues despierta?-  Susurra con calma el hombre a lo que ella solo hace un leve gesto afirmativo. No se estaba quedando dormida y no sentía la necesidad de tener una excusa para tenerlo cerca. Ante esto Leiftan no se queja y se deja estar junto a ella. Jamás se imagino así con la chica, pensó que solo serían productos de sus fantasías y que con ella no tendría la oportunidad de estar cerca. Así que ambos disfrutaban de ese contacto que tenían como su mas preciado tesoro, Erika por temer a perderlo nuevamente y Leiftan por pensar que esto simplemente sería una ilusión.

Reparando la Historia (LeiftanxErika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora