Mean
Sentado frente al ordenador en el despacho de mi padre mientras tiene una reunión a la que no me deja asistir, no dejo de pensar en la sensación con la que me he despertado, en el recuerdo de esos labios sobre los míos, en la forma que me gustaría corregir mi forma de ser cuando Plann estuvo en casa y conseguir demostrarle que voy enserio, que no quiero un Sunan en mi vida sino algo más estable.
— Disculpe —miro hacia la puerta, a la persona que acaba de entrar por ella —¿no se encuentra aquí el director?
— Está en una reunión —me pongo en pie, acercándome a el hombre —¿qué quiere de él?
— Me ha citado en su despacho a esta hora pero veo que está dándome plantón de nuevo —toma asiento con libertad en la silla frente a mi —¿tu también tienes una relación con él?
Apretando mi mano sobre mi muslo, intento no alterarme.
— La relación que yo tengo con él es que soy su hijo y no puedo creerme que se atreva a traer a otro amante a la empresa y más estando yo aquí —aprieto más mi mano, clavándome incluso las uñas en mi muslo —te pediría que te marchases aunque ya esté acostumbrado a la idea de que mi padre sea infiel.
— No voy a irme sin que me aclares eso de otro amante —se sienta más cerca de la mesa que nos separa —¿a cuantos ha traído aquí?
— Que yo sepa solo al que tengo justamente frente a mi ahora mismo —me cruzo de brazos —pero eso se lo preguntas a mi padre. Yo tengo que irme y no estoy dispuesto a soportar más tiempo esto.
Recogiendo mis cosas, poniéndome en pie cuando nada queda sobre la mesa miro al amante de mi padre, no se cuantos van exactamente.
— Tienes que irte —me acerco a la puerta, abriéndola —yo me voy a casa y tu no puedes estar aquí. Si quieres reunirte con mi padre esperas fuera como todos.
Viéndole como se resiste, levantándose poco después, le sigo fuera del despacho, cerrando a mi espalda, viendo como mi padre se acerca saludando con tal facilidad a su nuevo amante ignorándome a mi que soy su hijo.
— Yo me largo —miro a mi padre y a ese —papa la próxima vez que quieras traer a uno de tus amantes no me hagas venir y ver algo tan asqueroso.
Dicho eso y sin esperar por una respuesta me largo tanto de la planta como del edificio nada más llego al primer piso, subiendo a mi coche, acelerando sin importarme mucho por unos minutos la velocidad, frenando cuando llego a un semáforo en rojo, aprovechando los minutos de espera para pensar en si ir a casa o alejarme e ir a otro lugar hasta que sea de noche y pueda ir a dormir sin tener que compartir la cena con ese hombre a quien considero cada vez menos mi padre sin comprender porque aún su mujer, mi madre adoptiva, sigue casada con él y soportando todas esas infidelidades.
Aparco frente a la casa en la que tan solo una vez he estado, apagando el motor, soltando mi cinturón de seguridad sin salir del coche ni hacer por ahora intento de ello. Apoyando mis brazos sobre el volante, miro al frente, sin ver a nadie por ninguna parte, enderezándome en el momento en que en mi campo de visión aparece Plann volviendo a su casa, sin percatarse de mi presencia aquí.
Sin apartar mi atención de él y tan solo uno o dos minutos después, veo que a su lado aparece otro chico, uno que se acerca demasiado a Plann, atreviéndose a dejar sus manos en su cintura lo cual parece incomodar a Plann tanto como hacerme enfadar a mi, aún sin moverme de mi asiento, prestando atención a cada movimiento.
Bajando del coche me acerco a ese y a Plann, ganándome la atención de ambos.
— ¿Qué haces aquí Mean?
— Te dije que vendría pero veo que estás ocupado —miro al idiota que sigue con su mano en la cintura de Plann —¿interrumpo algo?
— No, no interrumpes nada —abre la puerta de su casa —él ya se iba. Vamos dentro.
Plann entra en la casa pero yo solo puedo quedarme hasta que se marcha ese otro, cerrando cuando entro también, siguiéndole hasta la cocina, sosteniendo su muñeca antes de que llegue con el vaso que sostiene a beberlo, besando sus labios, cerrando los ojos, sintiendo como corresponde, como sus labios se mueven con calma pero con seguridad.
— Mean para —me aparta de él con sus manos en mi cintura —no puedes venir cuando te de la gana, besarme porque te apetezca y luego irte como si nada.
— ¿Ese es con el que me advertiste que podrías salir? —asiente —¿y a ese le dirías lo mismo que me acabas de decir? Ya se que fui un idiota y te lo dije la última vez que vine si mal no recuerdo pero hablaba enserio también cuando decía que volvería cuando menos lo esperases y le rechazases.
— No, a él no le diré eso mismo porque no le dejaría besarme siquiera —alza la voz, tirando del agarre de mi mano en su muñeca.
Soltando rápidamente su mano le aparto en el momento en que el suelo se llena de cristales, evitando que así se corte, sentándole sobre la mesa, agachándome a recoger el vaso que se ha roto por mi culpa, teniendo claro que soy un desastre que todo cuanto toco acaba rompiéndose, mal y no se ni como hacer para evitar una tragedia o mal por mínimo que sea.
— Ten cuidado no te cortes —tiro los cristales en la basura —¿por qué has venido? ¿Solo para besarme y romper un vaso? Tu casa está algo lejos de aquí.
— Mi padre tiene otro amante y tiene el descaro de llevarlo al trabajo estando yo allí —me giro, mirándole —está casado, me tuvo con una mujer que lleva años trabajando en casa y tiene muchos amantes todos hombres. Y yo resulta que me enamoro por primera vez y soy rechazado porque dices que estoy jugando contigo y tus sentimientos mientras que otro intenta conquistarte.
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Cuando nadie ve
FanfictionMean es una persona con un caracter dificil y lo hará notar cuando conozca a Plann, hijo de un amigo de su padre, quien no tendrá en problema en retarle siempre que tenga oportunidad, sacandole de quicio pero abriendole los ojos. Cuando nadie ve, es...