CAPITULO XXII

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Después de la pelea con mi hermano y decir toda la verdad por seguridad ubique a Iván como guarda espaldas de mi mujer para trabajar más tranquilo y de paso arreglar el mal humor de mi suegro que me culpaba por el golpe que mi hermano le dio a su hija y bueno era entendible pero volvimos a llevarnos mucho mejor después de una semana de reprendidas del viejo.

 Mi familia estaba en mi contra ya que mi hermano había llegado a ellos martirizado para hacerse la víctima como de telenovela pero por lo menos mi padre se mantenía al margen y prefería no opinar y me dejo explicarle cómo sucedieron las cosas para después decirme que ya lo sabía, que Jared Evans se había puesto a su servicio y eso solo quería decir que me espiaba cosa que no me puso contento ya que Jared es mi amigo y por trabajo me traiciona el muy imbécil.

Mi problema ahora era que Megan había convencido a su padre de no invertir en la construcción de mi hotel y para evitar problemas con los otros inversionistas tendría que buscar un nuevo millonario con ganas de invertir pero eso no detendría  la obra.

Habían pasado cuatro meses y Camila estaba con un humor de perros ya que le era imposible dormir cómoda, mantenerse de pie, las ganas de orinar muy seguidas, los movimientos del bebe bueno eso me gustaba ya que podía sentirlo cuando tocaba su vientre y le hablaba, también estaba mal porque  se sentía gorda y hacia un drama que me estresaba ya que me estaba cansando de decirle “mi amor estas hermosa esa barriguita se ira y volverás a tu delineado cuerpo” pero si era chistoso verla hacer pucheros por niñerías y lo peor del caso era su desosiego por comprar cosas para él bebe que sería  varón y lo llamaríamos Darius al igual que el abuelo.

Seguíamos viviendo con mi suegro en la mansión pero a veces no  me sentía tan cómodo allí, mis demostraciones de cariño frente a él eran mínimas el solo pensaba en vernos casados y todos felices y contentos, pero yo solo pensaba en vivir con ella solos en una casa aparte ya que mi departamento aunque sea espacioso, lujoso y moderno era de soltero y quería algo mas cálido como una casa con un perro con gran jardín con piscina para divertirme con mi hijo.

-          Maldición! Mi amor yo te quiero solo a ti no me eh fijado en ninguna mujer ni te soy infiel… estas muy dramática el día de hoy.- dije con voz cansina estaba cansado y mis bostezos lo demostraban pero ella no se daba cuenta.

-          No mientas, como podrías soportar tanto tiempo sin sexo?- ya venía el llanto y yo quería desaparecer en ese momento.

-          No miento… cuando uno ama a alguien el celibato es muy normal mi amor a menos que vos quisieras hacer el amor- me emocione con la idea ya tenía dos meses sin sexo y me estaba costando mucho y las masturbaciones eran pan de cada día.

-          Si quiero pero me da miedo que no te controles mucho y con esta  barriga no hay mucho que yo  pueda hacer.- dijo visiblemente triste como decepcionada de sí misma, yo la bese para que sacara esos pensamientos de la cabeza.

-          No te preocupes mi amor me sabré controlar y por la posición déjamelo a mí, investigue  en internet y se cómo hacerlo solo me daba cosa preguntarte si te apetecía hacer la prueba.

-          Confió en ti- me dio una agradable sonrisa esa era mi chica.

-          Si, solo para el sexo pero en lo demás no valgo nada.

-          Soy una boba discúlpame es que mis estados de humor no los puedo controlar y mis celos peor, tengo miedo que me dejes sola.

-          Solo muerto no estaría con la mujer más adorable del mundo- la volví a besar  de manera tierna para que confiara en mi control.

LA MASCARA DE UNA PASIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora