CAPITULO XXXI

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Se que la espera mata pero es agradable  saber  que esperan con ansias los capitulos ... agradesco a  los votantes y  a mis seguidoras  por apoyarme... y a mis  lectores por ser fieles a la novela, espero que les guste este  capitulo, os  quiero ya saben ^^ .

*****

Había ido a ver a Alan otra vez aquel día para para firmar  los papeles  del traspaso del inmueble ya que él me había llamado después de que Camila  firmó como más de una hora, pero al llegar…

Cuando llegue encontré a una mujer empapada bajo la lluvia recostada a la pared con la cabeza agachada y de inmediato supe quién era,  tomándola a toda prisa alejándola de la humedad que la enfermaría más tarde.

En el auto mientras ella cerraba los ojos comencé a desvestirla  aumentando la calefacción para que entrara en calor así que busque entre las bolsas del asiento trasero una manta y la coloque alrededor de  su hermosa desnudes.

Mi esposa era una mujer irresistible y más así como la tenía dormida, me apetecía tenerla entre mis brazos y calentarla, velar por ella tal y como estaba parecía alentador pero venía a mi cabeza la imagen de ella con Neo lo que me hacía querer alejarme de ella.

Conduje contra mi voluntad a la mansión Porten  ya que mi inconsciente quería llevarla a mi nueva casa y encerrarla allí. Ella empezaba a hablar cosas sin sentido pero en todo mi nombre era nombrado. Pare en auto ya a solo cuarto de hora para llegar a la mansión. Quería escuchar lo que decía entre titiriteros.

Acaricie su cara con mis dedos escuchando un “no me dejes Robert” “seré egoísta solo con vos” “te amo” “te amo” “te amo” “te amo Robert” “no me abandones” “no te vayas como todos” “te quiero a ti” sus palabras calaron mi corazón mientras ella seguía dormida con lágrimas en el rostro, no pude evitar acercarme a ella y besarla para luego decirle al oído “no te dejare mi amor, te amare toda la vida y envejeceremos juntos” al apartarme me gusto que escuchara mi voz y respondiera con un “tú y yo”.

Seguí conduciendo para cuando llegué volví a coger en brazos a mi esposa tapando su desnudes con la manta ella se enganchó a mi cuello acto seguido subí las escalinatas y  la puerta principal  se fue abierta, el señor Porten estaba hay con una cara de notable preocupación.

-          Solo está dormida no se preocupe.

-          Porque tiene esa imagen?- pregunto refiriéndose a la fasta de ropa de ella.

-          La lluvia la empapó toda y quise evitar que se resfriara.

-          Pasa a ver a tu hijo, no ha parado de llorar.

-          Está bien, con su premiso.

Subí las escaleras y camine por el largo pasillo del ala izquierda de la casa y entre a nuestra habitación. La deje acostada en la orilla de la cama arropándola con los cobertores luego entre al cuarto de mi hijo y encontré a la niñera cargándolo pero él no dejaba de llorar.

-          Buenas noches Cristi

-          Buenas noches señor.

-          Dámelo- me lo dio y se relajó ya que el niño pasaba a mi cargo.

Después de menos de un minuto el dejo de llorar mientras  le decía “ya estoy aquí campeón… papá está aquí” se relajó y sonreí al verlo tranquilo.

-          Ya comió?

-          No ha querido creo que quiere a su mamá para eso.

LA MASCARA DE UNA PASIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora