CAPITULO XV

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Después de aquella confesión yo me sentía dichosa de que el padre de mi hijo me amara como yo a él, no pensaba  en las consecuencias de  aquel amor y ese fue mi error.

Volví al gran salón, a simple vista no encontré a Joan así que le pregunte a mi  suegra que se encontraba  muy cerca de mí, pero eso solo sirvió para que ella aprovechara eh hiciera preguntas de mi familia o de donde yo era o en donde trabajaba en eso Robert apareció alado mío ayudándome con su madre.

-          Madre ya déjala tranquila con el cuestionario.

-          Solo quería saber más de mi futura nuera.

-          No hay ningún problema, puede preguntarme lo que desee señora Davis.

-          Que educada, pero note que  fui muy imprudente discúlpame si te molestó el interrogatorio y no me llames Señora dime Susan.

-          Claro, Susan no se preocupe.- conteste lo más cortes posible para que no se me notara la incomodidad.

-          Camila quieres algo de tomar?- pregunto  Robert muy atento de mi bienestar.

-          Si, un vaso de agua estaría bien.- le di una mirada cómplice con una  sonrisa amable.

-          Y vos madre?

-          Para mi vino blanco cariño.

-          Ya vuelvo entonces.

-          Que atento es mi hijo ¿cierto?- asentí- el siempre haciendo los mejor por la familia, jamás me da dolores de cabeza, lo quiero más que a todos y él no se da cuenta… que ironía.

-          Yo creía que su preferido era Joan.

-          A él lo amo, pero  él siempre ha sido muy sensible y por eso supe que jamás podría sobrevivir en los negocios de su padre no digo que no sea un chico capaz, solo  él no tiene lo que Robert sí.

-          No entiendo muy bien.

-          Mira querida, Joan ha recibido amor desde niño es el engreído, Katrina ha recibido lo mismo pero no es una chica sentimental más  bien aventurera y Robert en cambio no recibió cariño desde el momento en que nació su hermano para así forjar en el la fuerza y responsabilidad de un hermano mayor. Es simple.

-          No le veo la lógica a no darle cariño a uno de sus  hijos solo para cultivar  en la frialdad y soledad, es egoísta…

-          Parece que lo conoces bien, bueno ya lo hecho, hecho esta y no se puede volver para remediar el dolor que le cause al primero de mis hijos.

-          Si hay manera de remediarlo.

-          Cómo?

-          Dígale que lo ama, que siempre quiso lo mejor para él y que jamás lo ha abandonado ni lo abandonara, no lo conozco muy bien pero cada vez que la mira se nota cuanto él la adora.

-          Por lo visto tendré una buena nuera, gracias por el consejo, me has dado una idea.

-          No es nada.

-          mi hijo se ha enamorado de una buena mujer.- cuál de los dos seria la pregunta.

-          Aquí tienen, un vaso de agua- dijo entregándome el  vaso- y una copa de vino para mi madre.

LA MASCARA DE UNA PASIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora