Cortos Gerita.

Ich liebe dich.

Ich liebe dich

Comenzar a salir con la italiana no fue fácil primero estaba su hermano mayor que cada vez que lo veía le lanzaba una serie de insultos y lo empujaba fuera del local, para que luego llegara Rómulo riendo y lo devolviera diciéndole que ya habían calmado a la fiera.

Felicia se lanzaba a taclearlo-abrazarlo cada vez que lo veía y él aún no se acostumbraba a las demostraciones de afecto pero lo intentaba, la italiana era muy abierta con su afecto y él se sentía demasiado torpe, no podía decir ni unas simples palabras.

A pesar de que pronto cumplirían un año desde que comenzaron a salir, él intento buscar consejos en sus amigos intentado comprenderla un poco porque la verdad es que la italiana le resultaba fascinantemente complicada como una ecuación matemática difícil de resolver.

Al final fue su primo Belward quien le aconsejo; No intentes comprenderla, solo amala como es. Aquello había abierto sus ojos y le dio las gracias a su primo por aquellas palabras, el rubio solamente asintió en respuesta volviendo a su lectura la cual había sido interrumpida por las dudas de su familiar.

Así que ahora solamente tenía que decir esas palabras aquellas que le costaban un montón pero las dirías porque él sabía que la italiana no tenía dudas sobre su amor; ¿pero qué clase de novio es incapaz de expresarle a su novia con palabras que la ama? Era patético, Gilbert su hermano mayor tenía toda la razón en burlarse de él aunque luego él se molestara y terminara golpeándolo ¡Es que a veces su hermano era asombrosamente desesperante!

Esa noche cuando se encontraron en lo que la italiana nombro; sus citas nocturnas él se lo diría. Felicia parloteaba sobre cómo le había ido en el día de las personas con las que se encontró de la nueva pintura que estaba realizando, de que su amiga Elizabetha le había enseñado a hacer unos nuevos dulces.

–Felicia –Hablo captando la atención de la chica que detuvo su perorata al sentir como el alemán le tomaba de la mano y entrelazaba sus dedos–Ich liebe dich –las mejillas del hombre se encontraban rojas y luego de haberlo dicho miro hacia la ventana como si hubiera algo muy interesante afuera –

– ¡Luddy! –Exclamo la chica para lanzarse a abrazarlo –Ti amo, ti amo, ti amo –Demostrándole lo mucho que la había hecho feliz dándole besos en el rostro y abrazándolo –

– ¡Felicia! Estamos en público –Se quejó tras recibir la mirada para nada feliz del hermano de la joven que solo se reía en sus brazos, él suspiro pero dejo que la chica fuera feliz, después de todo la amaba tal y como ella era –