Proyecto

18 4 2
                                    

Proyecto.

Cuando Antonio les dijo lo que iba a hacer Flavio no escatimo en palabras, era toda la verdad Flavio creaba diseños pero al final al verlos colocado en ellos los descartaba y se iba por otro, luego comenzaba a colocar en ellos telas que a los tres le quedaran bien, pero con algunos detalles que lograran diferéncialos.

Usualmente los trillizos eran fácil de diferenciar primero que nada por la manera de vestir, segundo era porque Ludwig solía llevar su cabello pulcramente peinado hacia atrás pero Lutz la mayoría del tiempo prefería usar gorras o gorros porque le fastidiaba peinarse su cabello y Louis a pesar de que no lo peinaba hacia atrás él al menos tenía la decencia de peinárselo.

Pero para la boda los tres llevarían su cabello bien arreglado lo cual sería un inconveniente para muchos el diferenciarlos y llevar la misma ropa no ayudaba en mucho, así que Flavio al menos quería buscar algo que lo diferenciaras y si fallaba le podría un letrero en la espalda con el nombre de cada uno, esperaba no llegar a esos extremos porque si no su grandiosa ropa solo sería un ridículo y él no estaba dispuesto a eso.

Pero también estaba otro inconveniente.

– ¡¿Por qué demonios tengo que usar un maldito vestido Flavio?! –Exclamo Luciano golpeando la mesa –

–Para que combinen con Felicia claro está –Respondió –

–Ve, yo no tengo problema –menciono Feliciano sonriendo –

– ¡Tú cállate cerebro de pasta! –Gruño Luciano para mirar fijamente a su hermano – ¿Acaso está es una forma de venganza? Podemos usar trajes del mismo color de Felicia para resaltar con ella.

– ¡Pero así no sería parejo! –protesto Flavio, mientras Feliciano se quejaba de que su primo era muy cruel con él –

Los dos hermanos comenzaron a pelearse mientras Feliciano decidió que mejor se retiraba lentamente esos dos ya comenzaban a darle miedo, así que antes de que ellos lo notaran salió corriendo del departamento de su primo y sin querer chocando con Lutz que llevaba su traje pulcro y su cabello bien peinado al parecer acababa de llegar del trabajo porque esa era la única manera de verlo así.

– ¿Pasa algo, Feli? –pregunto, mirando la cara de terror en el omega –

–Ve, ve, Luciano y Flavio se están peleando, son muy aterradores –Se quejó –

–. . . –Lutz guardo silencio por un momento colocando cara de adolorido no podía creer que tenía que aguantarse a Flavio no de nuevo – ¿Quieres tomar unas bebidas? –Menciono intentado escaparse de tener que regresar a casa en esos momentos hasta que escucho como se estaban quebrando las cosas –AAARRGGG mejor voy allá antes que se maten. –Feliciano solo asintió sabía que Lutz podría solucionar aquello – ¡Luciano! ¡Baja esa mesa en este instante! –Exclamo entrando a casa y ver que su pareja intentaba lanzarle a Flavio una pequeña mesita con todo y jarrón incluido, Luciano le hizo caso bajo la mesa aventándosela a su hermano quien estaba usando la isla de la cocina como protección no le dio con la mesa pero si con el jarrón, Lutz maldijo en alemán mientras se adentraba para sostener a Luciano y que no terminara destruyendo lo que quedaba de la pieza o de seguro la señora que les rentaba el departamento les haría un enorme reclamo y en esos momentos no estaba para pagar otras cosas –

– ¡Suéltame Lutz! ¡Déjame matar a ese malnacido! –Se quejó intentado soltarse del agarre férreo de su alfa pero Lutz comenzó a destilar sus hormonas inmovilizándolo por instinto se quedó quieto sintiendo como cada parte de su cuerpo se sentía oprimida con la presencia del alfa, ya Lutz era un hombre adulto y sus hormonas eran mucho más fuerte, volviéndola incluso más controladas – Maldito no uses eso en mi contra –Suspiro respirando de manera agitada parecía solamente un muñeco de trapo entre los brazos de su compañero –No es justo.

Cortos Gerita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora