Vida familiar.
Italia no tenía dudas Alemania era un padre grandioso, mientras sostenía a la pequeña micro-nación rubia y le enseñaba palabras en alemán, Italia se acomodó espiando a su amante, era irónico ver a Lutz que tenía una cara aterradora hablar bajo con la pequeña quien balbuceaba intentado imitar a su "padre" su ceño permanecía fruncido pero internamente aquella escena le agradaba en gran medida como lo asqueaba.
Aun no entendía como la pequeña micro-nación había aparecido, primero se había sentido enfermo por las mañanas, luego empezaron los vómitos no podía retener nada en el estómago ni su preciada pasta luego comenzaron las largas siestas lo cual era inusual él no dormía tanto quien solía tener esa manera habitual era Lutz, después comenzaron los mareos y por momentos sentía sus piernas débiles era peor que estar siendo destrozado por una guerra sentirse enfermo hacía la vida de Luciano miserable, lo peor era que no sabía el causante de dichos problemas, entonces sentía deseo por estar con Alemania, Lutz era su amante, un amante muy sexy y letal cuando se lo proponía pero un amante al final de cuentas podría tener otro aunque el alemán se enojaba y mataría a quien osara tocar su territorio italiano y eso era excitante también le encantaba ver posesivo a Lutz, él nunca intentaba pasar tanto tiempo con su amante no desde que la segunda guerra mundial termino, Alemania era frío e implacable con sus lluvias repentinas y eso era desagradable para el italiano pero había obtenido esa manía de querer pasar tiempo en Alemania y añorar aquel ambiente acogedor cuando entrabas a la casa con la chimenea encendida brindándole calor al hogar entonces sentirías el olor de los muebles, la madera, un toque a salchichas y tal vez a pastel cuando Lutz se proponía a hornear.
Una noche mientras estaba durmiendo abrazado al alemán sintió un enorme dolor en su estómago uno tan fuerte y poderoso que le estaba haciendo retorcerse, Lutz se despertó luego se preocupó por su amante e intento llamar a emergencias aunque estaba seguro que ningún doctor sabía cómo atender a una nación, él también se había preocupado por Luciano saber que el italiano estaba enfermo y no conocer la causa era algo alarmante un destello provino del abdomen del italiano cuando ceso una pequeña bolita rosada y rubia estaba también en las mantas era muy pequeña como un bebé humano.
Alemania estaba sorprendido él nunca supo con certeza como nacían las naciones solamente aparecieron con el conocimiento de lo que eran y ya pero esto era probablemente algo nuevo, Luciano al principio rechazo a la pequeña micro-nación pero con el tiempo se fue despertando un instinto que le hacía proteger a la pequeña de cualquier peste que intentara alcanzarla.
Se revelo que en la frontera de Italia estaba naciendo una nación autónoma o Republica Germano-Italiana para abreviar Gerita, Alemania era muy posesivo con la pequeña cuyo nombre humano era Lia Beilschmidt Vargas, tenía el cabello rubio con un rizo igual al de Italia y su ojos eran purpura rojizos su piel era ligeramente bronceada, luego estaba ese maldito de Estados Unidos queriendo tomar a su como Lutz le había denominado "hija" y él jamás permitiría que ese imbécil que le caía como una patada en los testículos tocara a la micro-nación primero lo destripaba, luego estuvo Prusia con sus ideas religiosas pero de ese se deshizo Alemania, después estuvo el maldito de Francia y su hermano Romano quien le hacía conjuntos adorables a su encantadora sobrina.
Italia suspiro desde que la pequeña micro-nación existía tenía más trabajo sobre sus hombros y sus dolores de cabeza eran constantes pues ahora no solo debía encargarse de su pueblo si no servir de protector a la pequeña nación en formación aunque Alemania también repartía la responsabilidad y era quien pasaba más tiempo con la niña dado que no le importaba llevarla a las reuniones y le valía muy poco si molestaba su jefe la pequeña era para él su hija y por nada del mundo la dejaría a merced de alguien más ni su hermano, Hungría o Austria.
– ¿Qué haces? –pregunto Lutz sacándolo de sus pensamientos, Italia al verse descubierto se acercó sentándose en el sofá o aventándose al sofá como peso muerto –Te ves tensó.
–Estoy agotado –mascullo para observar a la pequeña nación quien le llamaba mamá desde que le enseñaron esa maldita palabra la bastarda esa no dejaba de referirse a él con ese apelativo y por más que lo odiaba comenzaba a acostumbrarse a ello–
–Voy a preparar la cena –menciono Lutz sabedor de que su amante estaba demasiado agotado como para cocinar –
–Quiero cenar pasta.
–No comeremos pasta.
–eres un maldito bastardo.
–No maldigas delante de la niña. –Se quejó Lutz, Luciano sonrió tomando a la pequeña y sentándola en sus piernas –
–Dile a papá bastardo, anda dilo, dilo.
–Dormirás en el sofá.
–sí que eres un bastardo.
Luciano se quejó pero sabía que el enojo se le pasaría dentro de poco a Lutz, cargo a la pequeña que le miraba con sus grandes ojos purpuras rojizos y si lo pensaba un poco la vida familiar no era tan mala para él.
Adoraba estos momentos tanto como adoraba masacrar ingleses, franceses y estadounidenses pero ellos ya no vivían en guerra eran tiempo de paz y tenía una niña que cuidar ahora.
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Cortos Gerita.
FanfictionPrimeros cortos. Ludwig x Felicia Ludwig es un cliente que va todos los días al mismo cafetín solamente para poder admirar a la joven mesera nieta del dueño del lugar. 1/8 Ludwig x Feliciano. Omegaverse. Ludwig es un alfa con gen dominante que ha s...