Cortos Gerita.

Pesadilla

Pesadilla.

Esa misma tarde luego de haberse probado los trajes para la boda se encontraban nuevamente en la casa que necesitaba ser remodelada, cuando se adentraron al lugar las herramientas estaban tiradas por todas partes, algunas cosas que habían quedado en el lugar como viejos muebles, sillas y mesas se encontraban desparramados en distinto lados había uno que te bloqueaba las escaleras al segundo piso, los botes de pintura se encontraba en el suelo manchando todo de colores.

– ¡¿Pero qué paso aquí?! –Exclamo Ludwig mirando el lugar –

– ¿Será que alguien se metió a robar? –menciono Lutz comenzando a recoger los muebles atravesados –

–Pero si lo más valioso de aquí son las herramientas y todas parecen estar, además botaron las pinturas –Respondió luego de hacer una inspección general de las cosas –Louis –miro hacia su hermano que se encontraba aun en la entrada –

–Solo trabajemos –dijo entrando al lugar ese día debía encargarse del cableado de la casa, Lutz y Ludwig asintieron aunque no demasiado convencidos –

En la casa no hubo mayor inconveniente más que algunos susurros y sollozos que podían escucharse por el lugar, esa noche se retiraron temprano a sus casas demasiado agotados para durar otro poco más.

Esa tarde decidió llegar ante que sus hermanos su trabajo había terminado con antelación así que era mejor adelantar las cosas, tal vez incluso podría darle una sorpresa a esos dos que siempre se andaban quejando que llegaba a todos lados tarde aunque ciertamente el lugar no le inspiraba confianza. ¿Qué había visto Louis en él? Indudablemente bien arreglada sería una casa hermosa, tenía bastante espacio y además un pequeño patio lo cual es asombroso porque la mayoría de las casas daban a los canales, de seguro si llegaba a tener hijos cosa que ya andaba pensando su hermano jugarían y correrían bien por el lugar, pero era ese ambiente tan tenso que le restaba puntos a la casa era esa oscuridad que no importaba que tan fuerte estuviera el sol no parecía iluminarla, su hermano mayor podría ser muy listo pero carecía de instinto, se dejaba guiar por solamente lo que veían sus ojos y su lógica ¡Pero vamos! Al estar cerca del lugar por alguna razón tu cuerpo te hace querer alejarte.

No importaría que tanto le reprochara a su hermano era un terco cabeza de piedra así que no se daría por vencido tan fácilmente después de todo él era igual, se adentró a la casa que extrañamente se veía más oscura de lo normal lo cual era perturbador apenas era las 4:30 p.m. no debería estar tan oscuro el sol empezaría a caer dentro de unas horas, encendió la luz de la sala pero esta solo se iluminó por un momento para luego explotar se cubrió el rostro de cualquier fragmento del bombillo que podría caerle.

– Verdammt –Maldijo por lo bajo, Ludwig había colocado el cableado eléctrico el día anterior así que el hecho de que las bombillas estallaran no lo pondrían demasiado feliz –

Tal vez fuera por lo vieja de la bombilla y por eso estalló no debía confiarse mucho en esas cosas que debían estar sabrá Dios desde hace cuánto colocadas, para su suerte tenía hermanos que eran muy previsores así que uno de los dos debía al menos haber comprado bombillas, se acercó a uno de los armarios pues habían decidido guardar todas las herramientas para que no ocurriera lo de ayer reviso la bolsa de Louis pero no había nada, después decidió inspeccionar la de Ludwig igualmente no había una bombilla, en momentos como eso se sentía muy decepcionado de sus hermanos hasta que al final de la estantería había una caja de bombillas, bien no tendría que pasar otra tarde a oscuras iluminado precariamente por la linterna que se le había olvidado recargar.

Regreso en sus pasos a la sala de estar para tomar una de las sillas de madera subirse en ella quitar lo que quedaba de la vieja bombilla y colocar la nueva, un viento frío comenzó a azotar la habitación y para su sorpresa la silla en donde estaba parado le fue halada de manera súbita tirándolo al suelo.