Capítulo Treinta Y Siete.

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—¡Por Dios, que emoción! —Gabrielle se cubrió el oído más cercano ante el grito de Laura.

Al parecer contarle lo ocurrido con su hermano no era tan importante para ella como saber que contraería matrimonio con David Holland. Por supuesto que su amiga reaccionaría de forma dramática y exagerada, incluso su esposo se mostraba sorprendido con su hijo Jason en sus brazos, quién por cierto había crecido demasiado. Era obvio que el pobre de Robert seguía tratando de sobrellevar el carácter explosivo y colorido de su esposa, pero le parecía lindo que no intentara cambiar su actitud como muchos hombres hacían.

Para Gabrielle era todo un fastidio, pero sin duda alguna estaba aún más contenta que la condesa que saltaba por toda la habitación recitando todo lo que sería necesario para llevar a cabo la ceremonia.

—¡Tenemos que ir a Forge para hablar con Charlotte sobre tu vestido! —Su rostro rebozaba de felicidad—, y tenemos que encontrar al decorador adecuado. La temporada acabará pronto y no serán muchos los valientes que realicen grandes pedidos en estas fechas

—¿Por qué no nos tranquilizamos un poco? —intercedió Robert al ver que el bebé comenzaba a alterarse.

—Es cierto, Laura, tranquila que mi boda no será mañana. Ni si quiera hemos elegido fecha —Debió saber que no era suficiente.

—Pero Gaby... hemos planeado nuestras bodas desde que éramos tan pequeñas. No puedes darme una noticia tan encantadora y pedirme que no me altere.

—Te recuerdo que yo ya me casé antes.

—Ese matrimonio no cuenta en nada. Estamos hablando de tu felices para siempre, tontita. Éste será la boda que yo siempre quise para ti —Dijo sin darle importancia a su historia—. Y creo que todas estas celebraciones vendrán tan bien para Joseph.

—¿Joseph? ¿Hablas de tu primo?

—¡Si! Estoy seguro de que le encantará saber que su mejor amigo contrajo matrimonio y que tú también lo harás —Aplaudió como una niña y comenzó a hablar nuevamente sobre lo que necesitarían para la boda.

Ella no entendió ni una pizca de lo que su amiga dijo, así que miró a Robert en busca de ayuda.

—El duque nos escribió hace poco, mencionó que probablemente Joseph volvería a Inglaterra para pasar las vacaciones —comentó tranquilamente, explicando lo que la habladora no hizo—. Aún lo está pensando pues sabes la difícil relación que tiene con su padre, además lo que pasó hace años con... bueno, entiendes.

Gabrielle hizo una mueca y asintió con amargura. Oh y como de bien lo entendía. No lo culparía si no volviera nunca.
Pero por una parte se sintió tan ilusionada de saber que Joseph seguramente volvería con su familia. Él era el primo de su amiga, se criaron como hermanos después puesto que, al ser sobrina de la duquesa de Rutland, la pareja la adoptó y crio como una más de sus hijos. Joseph era más jóvenes que ellas, fue por eso por lo que hizo una mejor conexión con su hermano Benjamin, del cual era mejor amigo.

El pobre no pudo soportar seguir viviendo en casa después de que una tragedia azotara la familia de Laura y aun siendo un niño, salió de casa para perseguir sus sueños.

Pero ahora había oportunidad de que volviera al menos por un tiempo. Lo cuál sería grandioso para su hermano pues sentía que él realmente necesitaba un amigo de confianza para seguir a flote en toda esta nueva cumbre de responsabilidades y tensiones en las que estaba hundido hasta lo más profundo.

—¿Te imaginas Gabrielle? Tener a toda nuestra familia junta para celebrar tu boda y la de Benjamin —Laura estaba tan emocionada, que no se atrevió a decirle nada.

Razones para amarte W1 [𝐄𝐝𝐢𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora