Someday (I'm here for you II) |l.t|

31. I'm still here.

~~Louis~~

-¿Qué dices?- susurré apartando las lágrimas de su rostro.

Había estado esperando escuchar esas palabras desde que había rescatado a Emma, pero nunca nada me hubiese preparado para escucharlo, para ver cómo ella se removía de dolor al decirlo, para ver cómo lloraba y temblaba casi incontrolablemente, no estaba preparado, pero aun así quería oírlo de nuevo.

-Te dije que no soportaría tu mundo, que lo mejor era irme… Te dije que no te amaba- ella sollozaba las palabras torpemente.

Yo estaba recapitulando lo que había pasado ese día, solo para comprobar que ella realmente recordaba todo lo ocurrido. Y lo hacía.

-Cogí mis cosas, y me fui. Te dejé allí de pie. Vagué por todo el edificio, y era como si no lo conociera más, hasta que finalmente llegué a portería, y Peter me ayudó. Llamó a Sophie para que me buscase. Ella me hizo contarle todo con detalles, a pesar de que mi último deseo era hablar y todo lo que ella me decía era que había sido tonta por dejarte ir, y yo lo sabía, pero no podía pararlo. Tenía que hacerlo, por ti- hablaba atropellando las palabras. Hacía un gran esfuerzo por entender todo lo que intentaba decir.

-Amor, cálmate un poco, ven, vamos a sentarnos- avancé hacia ella pero ella huyó de mí tan rápido como pudo.

-Linda, no voy a hacerte daño, no te asustes. Solo soy yo, Louis ¿sí?

-Eres Louis- repitió ausente.

-Sí, exacto, sabes que nunca te haría daño, no intencionalmente, ahora ven.

Su mirada estaba perdida en la bola de cristal que había comprado el día que volví a Londres. No se estaba moviendo, y sinceramente, no creí que lo fuese a hacer. Así que avancé nuevamente hasta ella y tomé su cintura suavemente. Ella no se alejó, pero tampoco reaccionó. Estaba comenzando a preocuparme, y me pregunté si debería llamar a alguien, pero decidí intentar un poco más y si no funcionaba, llamaría a Hayley.

Traté de mover su cuerpo con la intención de llevarla a la cama, pero ella no se movía. En lugar de eso, sus manos se dirigieron a mi cara, acariciando levemente mis pómulos, alisó la arruga que tenía en la frente por mi ceño fruncido, y finalmente acariciando mis labios.

-Estoy aquí, en Londres, contigo- susurró más para sí misma.

-Sí, estás conmigo- dije las palabras, esperando que ella entendiese el verdadero significado que había detrás de ellas.

No me refería al solo hecho de que ella estuviese físicamente aquí, más que eso, lo que quise decirle era que realmente estabámos juntos, quise hacerle entender que seguía estando aquí para ella y que no la dejaría ir de nuevo.

-Mi cabeza va a estallar- se quejó en un susurro.

 -Ven, vamos a sentarnos y tranquilizarnos- traté de hablarle lo más suave posible.

Ella asintió y se sentó en la cama. Me senté a su lado, dejando un espacio considerable entre ambos. Aún no sabía cómo reaccionaría si intentaba tocarla de nuevo, no sabía si con lo que recordaba simplemente todo volvería a la normalidad, como… nosotros estando juntos. Esperaba que sí pero no quería hacerme ilusiones.

Nos quedamos en silencio por un rato, ella no parecía querer romperlo, y yo sí que quería, pero no tenía idea de cómo hacerlo.

Cinco minutos más y digo algo.

-¿Por qué, Louis?

-Sea lo que sea que quieras decir con eso, es porque te amo. No hay más explicaciones.