Someday (I'm here for you II) |l.t|

33. But I don't want to talk now.

~~Emma~~

Martes, 16 de abril de 2013.

11:50 pm

-¡Emma, abre la puerta!- escuché a Louis del otro lado.

Me levanté muy adormilada y abrí la puerta levemente, mi intención no era dejarlo entrar, pero apenas tuvo la oportunidad, la abrió completamente y entró sin pedir permiso.

-¿Qué te pasa?- pregunté un poco más despierta.

Su rostro estaba rojo, su respiración era agitada y me miraba intensamente.

-¿Por qué?- dijo casi en un susurro.

-¿Por qué…?

No me dio tiempo de responder, en realidad, no me dio tiempo de hacer nada, todo lo que podía sentir eran sus labios sobre los míos. Sus labios cálidos y suaves, amoldandose deliciosamente a los míos.

Parecía un largo tiempo desde que me había besado, y aunque supiera exactamente cómo se sentían sus labios —puesto que nos habíamos besado más de una vez desde que regresé— ahora sí podía sentir la familiaridad que no tenía antes, tenía la certeza de saber quién era yo, quién era él y lo que significaba en mi vida. Y lo extrañaba terriblemente.

Justo cuando mis manos se dirigían a su cuello, sus labios dejaron los míos. Louis seguía mirándome con la misma intensidad y su cuerpo parecía tener vida propia mientras se movía contra mí, obligandome a retroceder, acorralándome contra la pared.

Sus brazos se movieron a la pared, a la altura de mi cabeza y su cuerpo se unió por completo al mío, podía sentir como su pecho subía y bajaba con velocidad junto al mío, y en ese momento, mi respiración ya era superficial.

-¿Por qué no me lo dijiste?- susurró antes de besarme de nuevo.

-¿De qué...?

No entendía a lo que se refería, pero cada vez que quería preguntarle de qué hablaba, sus labios sellaban los míos y realmente no estaba en condiciones de resistirme a algo que extrañaba con tanto ímpetu.

Él abrió sus ojos y me miró. No podía ver lo que sus ojos expresaban, parecía una mezcla muy fuerte de sentimientos.

-Tienes mi camisa- jadeó alejándose un poco de mí para verme.

Sentí mi rostro calentarse por vergüenza mientras sentía su mirada recorrer mi cuerpo. Sus manos se movieron rápidamente por el interior de la camisa, tocando mi espalda suavemente. Jadeé cuando soltó mi sujetador y lo arrojó lejos de mí. Sus manos tomaron mi trasero, literalmente pegando mi pelvis a la suya. Largué un suspiro cuando sentí su erección contra mí. Ya no recordaba lo que había dicho anteriormente. A ese punto ya no importaba lo que hiciera conmigo, estaba de acuerdo con él.

Pero él se alejó de mi cuerpo, dejándome un poco sorprendida.

-Pasé tanto tiempo, pensando que te habías ido porque no me amabas, pensando que tal vez no fui suficiente para ti. ¡Pasé tanto tiempo sintiéndome como un perdedor, por haberte perdido de esa forma!

De mi boca salió un jadeo, pero ésta vez fue por sorpresa. No podía ser, él no podía saber esto.

-Espera, ¿qué?

-¡Y tú nunca fuiste capaz de aclararlo, ni siquiera por mi paz mental! Realmente pensé que no me amabas más, y todo eso, era mentira.

No tuve el valor para decirle que no todo era mentira, la verdad, no sabía qué decir, estaba prácticamente en shock.