Someday (I'm here for you II) |l.t|

26. I remember you.

~~Louis~~

Mi mano se movió inmediatamente sin mi autorización hasta su cuello, acaricié su mejilla con mi pulgar mientras disfrutaba ver sus ojos cerrarse y su cabeza inclinarse hacia mi toque. Disfruté el momento en el que mi nariz rozó con la piel de su mandíbula y su respiración se detuvo. Disfruté sentir su temblorosa mano dirigirse con inseguridad hacia el cabello de mi nuca.

-¿Emma?- susurré prácticamente sobre sus labios.

-¿Mmm?- su voz era casi inaudible.

-No te voy a besar si no comienzas a respirar ahora- dije mientras sonreía.

También disfruté ver cómo se sonrojaba profundamente. Rocé nuestros labios en una caricia casi imperceptible, sus dedos comenzaron a tocar mi cabello y yo acerqué más su rostro para profundizar el beso.

Cada vez que mis labios se volvían a encontrar con los suyos, le rogaba a su mente que recordara.

Mi lengua se adentró en su boca, buscando la suya casi con desesperación. Ella soltó un jadeo cuando se tocaron y su mano dejó de tocar mi cabello, solté un gruñido de desaprobación que ella entendió claramente y volvió a tocar con más libertad.

Dejé de besarla para poder respirar tranquilamente pero no le permití alejarse ni un centímetro de mí. Di besos suaves en sus labios y mejillas, besé su frente y la miré.

Por la forma en la que me estaba mirando, estaba seguro de algo…

Estaba recordando.

-¿Acaso… tú… has…?- pregunté entrecortadamente

-¿Qué? No… Yo no…- se quedó callada.

-Lo siento, yo solo… Me miraste como solías hacerlo y…

-Recordé algo… Es decir— se corrige— Tus labios me son familiares… No sé cómo explicarlo pero… la forma en la que se sentían me es… muy conocida- se estaba enredando con sus palabras.

Yo no hice más que asentir. No sabía si sentirme aliviado o decepcionado.

-Lo siento, soy un desastre.- Intentó levantarse apresuradamente de la cama.

Yo tomé su brazo para detenerla pero ella perdió el equilibrio y en un segundo estuvo encima de mí.

Bendito equilibrio.

-No lo eres- susurré antes de besarla de nuevo.

Puse mi mano derecha en su cintura y la izquierda en su espalda baja. Desde que habíamos terminado, nunca nos habíamos acercado tanto como ahora y sinceramente, no había nada que extrañase más. Ella correspondió mi beso pero luego puso sus manos en mi pecho para levantarse un poco y me miró.

-Yo no creo que debamos hacer esto.

-¿A qué te refieres exactamente?- pregunté sonriendo.

-Mmm esto, tú sabes...

-¿¡Qué!? No íbamos a hacer nada, pervertida. Solo nos besamos- repliqué inocentemente.

-No creo que esta sea una posición adecuada para besarse- masculló.

-Todas las posiciones son buenas contigo.

Ella se sonrojó mucho pero no sonrió, solo se quedó quieta, mirando a un punto fijo detrás de mí. Esperaba que estuviese recordando, aunque fuese un poco, pero preferí no forzarla a decirme lo que pensaba —aunque eso era lo que más deseaba—.