Camille Belcourt

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Anna trascendio del portal, estaban en la entrada del Dumort.

Lily apareció llevaba un vestido púrpura y unos tacones plateados. Lily no estaba mirándola no a ella, su mirada se concentraba en Steve, Lily mostró una sonrisa dejando mostrar sus colmillos.
Al parecer Steve había hechizado a Lily cómo lo hacía con el demás mundo. Anna sonrió y Steve estaba yendo a su lado.

— Soy Lily!— soltó ella. — Y tú eres?— Lily estaba conteniendo la expresión de su voz.

Steve se iba comenzar a presentar. — Ste...— pero Lily no lo dejo terminar. — Eres todo un sueño!— suspiro encanta.

Anna intento ocultar su sonrisa.
— Lily!— la llamó. — Venimos a habla con Camille.—

Lily despertó del sueño en el que estaba. No dijo nada solo los comenzó a guiar.

El lugar siempre estaba frío, al fondo de un pasillo se encontraba una puerta negra, Lily tocó la puerta y después de unos segundos entro. La perilla parecía de plata.

—Lo de la otra noche...— comenzó a hablar Steve pero antes de que terminara su frase Lily salió de la habitación y los dejo entrar.

El lugar se sentía vacío y frío, estaba oscuro a excepción de la lámpara de la esquina. Camille estaba sentada al lado de la lámpara sobre una silla dorada. Los miraba directamente, con la barbilla alta. Su collar de rubíes destellaban sobre su cuello, los rizos rubios de cabello parecían seda.

Steve nunca había estado tan cerca de la vampiresa reina del clan de New York. Era una mujer muy hermosa pero su belleza parecía tan fría. Se veía imponente.

—Vienes para pedirme que sea tu madrastra?— soltó Camille mientras fijaba su mirada en Anna.

Steve jamás había escuchado a un vampiro ser sarcástico.
Anna soltó una sonrisa.

— Creí que te gustaban los Licántropos más que los brujos!— dijo Anna mientras se desplazaba más cerca de ella.

La mirada de Camille dejo de ser burlona a volverse sería, su expresión era indescriptible.

— Ya era hora de que hicieras tú aparición a la sociedad. Así que esta es la Magnífica Anna Herondale de la que todos hablan. Después de seis años Sigues conservando tu belleza, creí que te verías más como un Nefilim pero solo eres tu con tu sangre medio ángel medio demonio.— Camille miró por primera vez a Steve. — ¿Quien es tu compañero tan atractivo.?— sus ojos destellaron, sus colmillos se asomaban sobre sus labios.

— Vine para hablar sobre un asunto y sé que tienes información que me pueda servir. — dijo Anna, su expresión era sería, ya no estaba sonriendo más.

— Por que debería ayudarte?— respondió Camille. — ¿Que me darás a cambio?—

Steve se adelantó a responderle a Camille. — Estaría interfiriendo en nuestro deber y asuntos de la clave y no creo que desee intrometerse en asuntos de la clave.— la mirada de Camille estaba fija en el, ella parecía intimidante pero no lo intimidó.

— Está bien!— ella hizo un ademán con la mano dejando ver un anillo con un rubíes incrustado como los de su collar. — Te dire lo que deseas, Herondale. Pero...—

— Pero que?— Anna se apresuró a preguntar molesta.

— Las cosas quedan entre tú y yo, no me agrada tu amigo Nefilim aunque sea muy atractivo.—

Anna y Steve se miraron el uno al otro.

— Está bien, me iré!— dijo el.
— Lily!— la llamó Camille.

Lily apareció abriendo la puerta.

— Podrías mantener ocupado a el Nefilim un rato.— le ordenó Camille.

Steve comenzó a salir con Lily — Estaré aquí si me necesitas!— le dijo a Anna y salió.

Anna se sentó sobre el sofá negro que estaba enfrente.

— Como está Magnus?— pregunto Camille, parecía pronunciar el nombre de Magnus con cariño.

— El está muy bien, y la mejor parte de todo es que está lejos de ti. — respondió

— Escuché algunos rumores sobre que está saliendo con un Nefilim, no me sorprende. Magnus siempre ha tenido una debilidad por los nefilim.— su expresión había cambiado ahora se veía divertida. — Todo eso es en que te convierte? ¿En la segunda, en la vida de Magnus?— había una sonrisa en su rostro.

— Y todo esto en que te convierte a ti? Solo en la ex.— respondió Anna. La sonrisa de Camille se desvaneció.

— Adelante Nefilim, que es lo que buscas?—

— Que sabes sobre Jude Tompson y su club secreto?—

— Bueno escuché por ahí que murió ¿No es así?. Creo que se lo merecía. A su evento fui invitada pero me desagrada ir a ese tipo de lugares. —

— A que te refieres?—

— Supuestamente se iba a realizar una ceremonia.—

— Si pero no la realizaron, Jude Tompson apareció muerto, yo estuve ahí.—

— Oh, no cariño. La ceremonia cambio de lugar, por lo que escuché Jude tenía un tipo de plan quería invocar demonios para capturarlos.—

— ¿Por qué un vampiro invocaria demonios para capturarlos?.— pregunto Anna desconcertada.

— No lo hacen! No creo que Jude sea la cabeza de todo esto.—

— Que tipo de ceremonia iban a realizar?—

— No sé, no lo mencionaron en mi invitación nefilim, el dijo que sería algo que nos beneficiaria.—

Anna se quedó callada pensando. — Sabían que íbamos a ir!— susurro Anna. — Fue por eso que cambiaron de lugar su ceremonia.—

En su mente intentaba acomodar las piezas había estado distraída. Sabía que Tompson no había sido la cabeza de todo eso.

— Ellos sabían que íbamos a estar ahí.— murmuró Anna.

Camille esbozó una sonrisa.
— Fue por eso que cambiaron la ceremonia, tuvieron el tiempo suficiente para poder cambiarla, tuvieron suficiente tiempo como para poder armar otro plan.—

Ahora las piezas se habían conectado en la mente de Anna.

𝑳𝑨 𝑯𝑰𝑱𝑨 𝑫𝑬 𝑴𝑨𝑮𝑵𝑼𝑺 𝑩𝑨𝑵𝑬 [𝑪𝑫𝑺] EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora