A Jimin siempre le han gustado los hombres altos y fuertes, sin embargo, nunca ha podido encontrar uno que se amoldara a sus altas expectativas.
Hasta que llegó él, Jeon Jungkook...A su escuela.
¿Qué pasará cuando Jimin intente ligar a su profesor p...
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Cada vez que Jimin hablaba eran palabras que pertenecían a otro idioma, uno infinitamente sutil, uno que solo él podía hablar, uno del que nadie podría conservar una sola frase.
Jimin se encontraba explicándole cómo se suponía que debían hacer la lasaña que comerían, pero él sólo podía perderse en su hermosa voz.
¿De verdad era lo que estaba pensando? ¿Se había flechado?
-¿Entendiste lo que debes hacer?
-¿Eh? Oh, si,si.
-Está bien- Y ahí estaba esa sonrisa hipnotizante de nuevo- ¿Me pasas el cuchillo?
Jeon estiró su mano hacia el objeto y se lo tendió a Jimin.
-Muchas gracias, Kookie.
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-Creo que deberíamos tener un restaurante-Dijo Jimin.
Y es que les había quedado con una pinta espectacular, se veía tan apetitoso.
Una vez habían puesto la mesa, Jimin se dispuso a llamar a su pequeño primo que se encontraba en la sala de estar viendo videos de YouTube.
-Andres, ven a comer. No olvides apagar la televisión.
-Si, Ya voy.
Tomó de la mano al infante y lo dirigió a la mesa donde ya estaba Jungkook sentado esperándolos.
Sin esperar un segundo más se sentaron. Jimin sirvió un poco para cada uno e iniciaron a comer.
¡Estaba delicioso!
-Wow, Jimin, eso está exquisito-Dijo un exaltado Jungkook.
-Si, Jimin. Esto está muy rico- Dijo el pequeño Andrés comiendo otra cucharada.
-Si, nos quedó delicioso Jungkook y a mí.
Siguieron comiendo de forma tranquila.
Pero hubo un momento en el que Jimin sólo quería explotar.
-Entonces le dije a Hoseok, que ''sí el ecosistema se acababa te jodiste'', así que...- sus palabras se cortaron de golpe. Sus ojos se fijaron en los labios de Jimin; tenía salsa en ellos, no fue consciente de su siguiente acción. Subió su mano hasta la altura de su rostro y guío su dedo meñique hacia la comisura donde una traviesa cantidad de salsa yacía en su rostro.
