TEACHER | Kookmin

FINAL.

Si hace tan sólo un mes a Jungkook le hubiesen dicho que estaría en esa situación se habría reído.

Pero ahí estaba otra vez, sentado en esa silla, en ese lugar, junto a esa persona, pero esta vez, sin un rastro de miedo.

Sabia que en esta batalla él sería ganador. Junto al amor de su vida.

Aún recuerda la cara de Choi Hongseok al ser llamado a la corte. Se sintió tan feliz. Pero se sintió mucho mejor al verlo suplicar por perdón mientras era mandado a la cárcel por una jueza justa, abriendo sus ojos en un acto reflejo en busca de ampliar su visión debido a la impresión causada, esperando el mismo destino que una vez él mismo vivió. Lejos de su familia, sus amigos, y su novio.

-¿Qué te parece si recuperamos el tiempo perdido?- Le dijo a Jimin sosteniendo su cintura y su cuello, uniendo sus labios en un beso.

- Me parece...más que perfecto- Le respondió.

Tirándole en la cama Jeon se colocó encima. Miró sus ojos. En ellos vió la viva imagen de la lujuria; esos ojos café que tanto le lloraron ahora se veían alegres por su regreso, esperando su unión carnal para demostrarle cuanto le había extrañado.

Apretó su trasero, escuchando a Jimin jadear debajo suyo. Aquel rubio amaba sentir las gigantescas manos de su novio tocar cada parte de su trasero, viajando por su cintura y parando en su pene por encima de la ropa.

Y justo cuando iba a empezar, Jimin en un ágil giro se colocó de rodillas y recostó a su novio en el espaldar.

De rodillas frente a él se sacó su propia ropa, para luego poner su rostro en el oído de Jungkook y  decirle: 《déjame esto a mi》

Guió su rostro hasta el borde de su camisa, la cual fue alzando. Lamiendo todo el torso a su paso la quitó.

Cuando vió su pecho desnudo arqueó su espalda. Prosiguió con su pantalón.

Vaya Cielo. No importaba cuantas veces lo viera, el pene de Jungkook siempre le hacía estremecer.

Estando ambos desnudos Jimin se dió vuelta en frente de Jeon, pasando una de sus piernas al otro lado del cuerpo contrario. Quedando a horcadas sobre él, pero de espaldas.

En ese orden de ideas se puso en cuatro, apoyando sus manos. Pero luego llevó una a su boca, y posteriormente a su apretado anillo rosado; todo pasando frente a los ojos del mayor.

-¿Vas a prepararte para mí?- asintió- adelante. Excitame como sólo tu sabes hacerlo.

Vió como Jimin llevó un dedo y lo introdujo en su culo. Entró y salió con rapidez, llegando más profundo a cada momento.

Y ahí Jungkook no pudo más. Quitó la mano de Jimin y acercó su rostro. Se veía tan apetitoso.

A pesar de haber tenido dos dedos dentro, Jimin se veía tan apretado que tuvo unas ganas incontrolables de meter su lengua ahí.

Primero lamió sus testículos con su caliente lengua, luego separó sus nalgas y paseó su lengua por todo el camino.

-¿Qué es lo que quieres?- Le dijo besando su orificio. Jimin ya era un desastre de gemidos.

-Quiero tenerte tan dentro que no pueda pensar-

Se sentían tan excitados en ese momento. Jungkook se puso de rodillas, y recostando el pecho de Jimin a la cama sobó su miembro entre ambas partes de su culo.

Entró de una sola estocada, permaneciendo quieto. Oyó a Jimin sollozar segundos después; como odiaba hacerle daño al principio. Pero todo mejoraba luego.

Jimin dobló su espalda en señal de placer, haciéndole tocar su próstata. Los sonidos tan húmedos que se hacían en la cama lo ponían tan caliente.

El grito que Jimin soltó fue algo tan primitivo y excitante que le dejó sin habla.

Le penetró con un impulso de sus piernas, con el culo de Jimin bien levantado. Eso era la puta gloria.

En cada estocada de le decía cuanto le había extrañado, y Jimin le correspondía con cada gemido de placer.

Jimin en un momento empezó a restregar su pene contra las sábanas, con su mejilla pegada a la cama, su boca abierta, gimiendo y gritando por más de ese morboso sentimiento.

Hasta que ya no pudo más. Levantó un poco su cabeza de el colchón para ver las tiras de el líquido acuoso y espeso salir con desesperación de su pene.

Cuando la polla vibró dentro de sí supo que el orgasmo era inminente. Jungkook no tardó mucho en soltar su semen. Una vez lo hizo, sacó su pene, y separó una vez más el trasero levantado de su chico.

Jeon veía el pene ya flacido de Jimin colgar, viendo también  el semen resbalar hasta que gruesas gotas caían en la cama, el anillo de Jimin abierto luego de haberse ajustado a su miembro minutos atrás.

Lo tomó con cariño y recostó sobre él sofá de su habitación, mientras cambiaba las sábanas y limpiaba.

Cuando lo miró de nuevo ya estaba dormido. Entonces solo lo puso de vuelta en la cama, se recostó a su lado y lo abrazó, entrelazando sus piernas y brazos dándole calor.

- No sabes como te amo. Eres el chico de mis ojos.

Creo que si no se me va el wifi no escribo este capítulo.
Literalmente llevaba días tratando de escribirlo y simplemente no sabía como.

En unos minutos subo los extras.