Aclaración: Por motivos logísticos, cambio de fecha de cumpleaños de Hermione.
[...]
Hoy era diecisiete de diciembre, en dos días era el cumpleaños de Hermione. Estaba preocupada por lo que sus amigos estuvieran preparando. Ginny le había pedido que fuera ese día a comer a la Madriguera con toda la familia. Espera en que no metiera la pata, no quería que sus amigos sospecharan. Hasta ahora había conseguido que siguiese oculto su secreto y esperaba que fuese así.
-Granger- la llamó Malfoy antes de que se fuera para la universidad.
- ¿Qué ocurre?
- ¿Por qué me evitas?
-No lo hago solo que últimamente estoy muy liada.
- ¿Con qué?
-Dentro de dos días es mi cumpleaños y mis amigos me han invitado a una comida en la madriguera. Quiero tener todo controlado. He estado apuntando varios temas de los que hablar, como las asignaturas que tengo, mis compañeros, los profesores... También que preguntarles a ellos. No quiero meter la pata. Y después están las clases y que los exámenes se acercan.
El chico se rio, se estaba ahogando en un vaso de agua. Para los exámenes aún faltaban meses y con la manada de Weasley que existían estaba seguro que apenas iba a tener un momento para poder hablar.
- ¿Es eso lo único que te preocupa? - insistió el chico.
-Sí. Además, no te preocupes no somos amigos para que tengas que aguantar mis penas.
Eso no se lo esperaba. No contaba con que la chica le iba a dar ese corte. Antes de que pudiera recuperarse de la impresión, la chica se había ido.
Decidió que le dio una oportunidad para expresarse libremente, sino quería contar con él, era problema de ella. Se fue a sus clases. Eso sí, esta noche le recordaría porque estaba en su casa.
Cuando llegó de clases, Hermione se fue a su habitación y encima de su cama vio una nota flotando en el aire. La cogió y la leyó:
Ven a mi habitación en cuanto llegues. Ya sabes para qué.
No me hagas esperar.
D.M.
Soltó su mochila y soltó todo el aire que tenía. No le apetecía nada verlo y menos después de ver lo déspota que parecía en esa nota.
Se sacó su ropa y se aseó rápidamente. Se puso un camisón y la bata a juego, era de las cosas que le había comprado el rubio.
Ni siquiera se molestó el llamar a la puerta del chico y entró.
-Pensé que tenías más educación- dijo Draco que estaba sentado en su cama con un libro en sus manos.
-Y yo pensé que tenías tantas ganas que no querías que perdiera el tiempo.
El chico se acercó a ella y pudo notar que no llevaba puesta la parte de arriba de su pijama. Se sorprendió de ver que había ganado algo más de músculo. Al acabar de recorrer su cuerpo se dio de cuenta de la sonrisa que tenía él en la cara. La había pillado observándole.
Se molestó porque la pillara mirándolo de esa manera, así que quiso distraerlo, desnudándose ella. Soltó el lazo de la bata de gasa, se dio la vuelta y la dejó caer. Lo miró por encima del hombro y vio como él se acercaba a ella.
La dejó presa, entre él y la puerta. Se acercó a su oreja y le mordió el lóbulo.
-Granger, estás jugando a un juego peligroso. Te vas a quemar.
-Pues empieza, quiero ver si eres capaz de encender la mecha- lo retó.
Draco sonrió, la besó salvajemente. Para después bajar a su cuello, su punto débil. Ahí mordisqueó y chupó hasta dejarle una marca. Mientras, su mano acariciaba y apretaba su pecho. Cansado de la tela, le bajó los tirantes y su mano libre le giró la cara para volver a besarla. Mientras, su mano seguía jugueteando con su pecho y la otra, descendía y se introducía dentro de sus bragas.
Hermione debido a la impresión, gimió y Draco sonrió. Siguió jugueteando con su clítoris hasta que la sintió estremecerse. En ese momento le bajó las bragas y la penetró rápidamente. El chico no paraba de empujar, con estocadas fuertes y profundas. Hermione movió sus caderas, echando su culo hacia arriba para darle más acceso. Draco notó la invitación y descendió su mano para empujar un dedo por su clítoris mientras seguía bombeando con destreza.
Le sacó la mano de su entrepierna y le sujetó las caderas. La chica gimió al notar la pared fría contra sus erectos pezones. Se quiso separar de la pared y Draco le agarró el brazo y subió su mano por la espalda, empujándola contra la pared. Hermione gimió al notar esa posesividad. Le excitó al notar esa rudeza.
Dio los últimos empujes llegando ambos al clímax. Estaba un poco desconcertado de como había actuado. Enfocó la mirada en su brazo y vio como estaba rojo con la marca de sus dedos. Se sintió asqueado por haberla tratado de esa manera.
Cuando acabaron, Draco se subió los pantalones y se fue al baño. Hermione no se quería dar la vuelta y ver la habitación vacía, se sintió sola. Se acomodó el camisón y recogió la bata que estaba a sus pies, se la puso y se fue a su habitación. No pudo evitar que le cayera una lágrima. Aunque le había gustado el sexo, se sentía vacía. Había esperado algo más de Draco. Aunque sabía que eso era cosa de su imaginación. Ella estaba empezando a sentir cosas por el chico y quería que él las sintiera. Pero él seguía siendo el de siempre. Jamás la trataría con el afecto que ella anhelaba. Debía detener sus sentimientos antes de salir con el corazón roto.
Al día siguiente era sábado. Hermione no salió de su habitación y Draco de su despacho. Draco seguía algo molesto porque la chica no confiara en él y ella porque no fuese el príncipe de sus sueños.
Después de su cena, Draco abrió la puerta del cuarto de la chica. Hermione estaba en su cama leyendo un libro. Se molestó que el rubio abriera la puerta sin llamar porque estaba con el pelo hecho una selva, llevaba una camiseta de propaganda y el pantalón del pijama. No había nada en ella que fuera sexy. En cambio, Draco iba impecable con su pantalón de pinzas y su camisa blanca.
-Esta noche quiero cenar contigo- le dijo suavemente.
- ¿A qué hora?
-Te espero en dos horas. ¿Te dará tiempo a cambiarte? - preguntó serio. Aunque por dentro estaba disfrutando de la vergüenza de la chica.
Hermione se sonrojó intensamente.
-Sí- dijo en bajito.
Draco salió de la habitación con una sonrisa. Disfrutaba hacerla rabiar.
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Resquicios de orgullo
FanfictionUna historia de sexo, dolor y muchos sentimientos donde el orgullo es golpeado. Hermione pierde a sus padres y descubre que se encuentra en una penosa situación económica. No quiere que sus amigos renuncien a sus sueños por ella, por lo que no les...