Capítulo 43: tu respuesta no me importa

4.3K 345 112
                                    

-Harry, tenemos que ir- Él asintió mientras la seguía.

Ron apareció en la entrada de la mansión.

Zoty al percibir la visita, se apresuró a avisar a su señor. Este le pidió que avisase a Hermione. Esta sin dudarlo se apresuró a bajar las escaleras mientras Ron entraba. Hermione quería darle un abrazo, pero lo vio todo rojo con la respiración entrecortada.

Ron la miró sin comprender. Su pelo era más lacio, no una maraña enredada. Su ropa era más elegante, de mejor calidad.

-¿Qué tienes con Malfoy?-le gritó.

-Es mi pareja- dijo Draco mientras bajaba las escaleras para ponerse al lado de Hermione y apoyar su mano en su cintura, dándole apoyo.

-¿Desde cuándo? –preguntó rabioso mirando la mano y la barriga de la chica.

Hermione lo miró con una sonrisa.

-Nos empezamos a conocer mejor hace unos meses- dijo Hermione sonrojada.

-¿Te ha echado una maldición o qué? No consigo entender cómo puedes estar con él.

-Porque no lo conoces- contestó.

-Conozco todo lo que ha hecho. Te recuerdo que es un mortífago- le aseguró.

-Ya le he visto el tatuaje- le aseguró Hermione sin darse de cuenta de las connotaciones sexuales.

-¡Eres una traidora! Y una...

-Weasley, es mi casa y mi novia. Como se te ocurra faltarle al respeto, te aseguro que no saldrás de una sola pieza.

-¿Me amenazas Malfoy? –preguntó sin creérselo- ¡menudo novio! Será un buen padre- bufó molesto- no ha perdido su estilo.

-Ron, debes entender que somos felices- dijo Hermione.

-¿Felices? Por Merlín, no puedo creer tanta tontería. Se suponía que eras lista, ¿cómo te ha podido engañar tan fácilmente?

-Ron, relájate- le dijo Harry- es su decisión. Debemos apoyarla.

-¿Cómo que apoyarla? ¿Todos os habéis vueltos locos? Es un asesino, mortífago, nos ha hecho la vida imposible.

-Todos nos merecemos otra oportunidad-dijo Hermione.

-Claro que sí, díselo a todos los que han muerto en la guerra- dijo Ron mientras salía por la puerta.

-Ve tras él- le pidió Hermione.

Cuando desaparecieron todos, Draco la acercó más a él y la abrazó. La pegó contra su pecho y le murmuró al oído.

-Es tozudo- Hermione se rio. -Ten fe en San Potter.

-¿Le tienes un altar a Harry?

-Si convence a Weasley de que soy una buena pareja para ti, se lo haré.

Después de la cena, Draco le pidió que se adelantara, que él iría pronto. Bajó las escaleras y recibió a su visita. Miró hacia la chimenea y la vio. La anheló tanto tiempo y que ahora no deseaba verla. Suspiró resignado.

-¿No pudiste escoger una mujer con menos gracia y clase? Un hipogrifo sería más delicado.

-Madre, primero de todo, esta ya no es tu casa, si no la de ella. Segundo, es mi pareja, acéptala o vete porque ella estuvo cuando más necesitaba a alguien y es a quien quiero. Te pido que la respetes porque ahora es parte de su familia.

Narcisa sonríe.

-Siempre quise que fueses feliz y veo que esa chica lo hace.

-¿En serio madre? –preguntó sorprendido por su treta.

-Si te hubiera preguntado no me habrías dicho lo que sentías. Nos veremos pronto hijo mío.

-Madre...

-Debo irme, tengo una fiesta. Te quiero- le guiñó un ojo y desapareció.

Subió a la habitación y se metió en la cama de la chica.

-Debemos de unir nuestros cuartos- le dijo la chica.

-Claro, mañana escoge la habitación que más te guste y buscaremos una decoración que nos guste.

-Pensé que darías más guerra. ¿Vas a renunciar a tu intimidad?

-Desde que estás aquí no sé lo que es intimidad-comentó divertido mientras la acercaba a él.

-Eres un exagerado. Tienes tu despacho.

-Quieres volver a ver lo cómodo que es el escritorio- le propuso en alusión a su encuentro romántico.

-Muy gracioso.

-Mañana iré a ver a Zabini.

-¿Quieres que te acompañe? –le preguntó a la chica.

-No, me suavizas.

-¿Te suavizo?- se rio.

-Mañana quiero ser más Slytherin que nunca.

-Una verdadera serpiente.

-Lo has entendido.

Después de unos segundos en silencio.

-¿Sabes por qué quiero realmente esa finca?

-No.

-Al principio era por darle una lección a Zabini. Pero hace un tiempo en el que he recordado la historia de la fertilidad de esa tierra. Se dice que fue el fruto de dos amantes que no podían amarse libremente. Quiero que sellemos ahí nuestro amor.

-¿A qué te refieres?

Con su varita hizo aparecer una cajita en su mano. Se giró hacia ella y le sonrió.

-¿Te quieres casar conmigo? ¡No!-rectificó el chico- te vas a casar conmigo.

-¿Es así cómo lo tenías planeado?

-No, pero me pareció buen momento- dijo mientras la acariciaba.

-¿No me vas a insistir para que te conteste? –preguntó la castaña.

-No, en realidad tu respuesta no me importa. Cómo he dicho, te vas a casar conmigo.

-Que chulo eres- comentó fingiendo indignación.

-Pero es así como me quieres- le dijo con una gran sonrisa.

-Sí. Sí quiero.

-Lo sé. Se lo dices tú a tu amigo pelirrojo-comentó divertido, pensando en el ataque que le daría al Weasley.

Hermione se carcajeó. 

Resquicios de orgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora