Hoy era la prueba de acceso al Ministerios, después de haber tenido los exámenes en la academia. Hermione bajó a desayunar cargada con unos ocho libros y varios pergaminos.
-Todavía tengo que repasar las cuatro normas básicas de la ley de las hadas y las pautas de ...
-Desayuna- le dijo el chico.
-No tengo tiempo.
Él la cogió de los hombros, la sentó en la silla y con un movimiento de varita hizo desaparecer todo lo que tenía entre las manos.
-¡Eh!- se quejó.
-Come o tu cerebro no tendrá suficientes nutrientes para funcionar.
Comieron bastante rápido.
El chico al verla tan nerviosa, se acercó a ella y le acarició los brazos.
-Te va a salir todo perfecto. Eres una sabelotodo- dijo con una sonrisa.
-Depende de las preguntas. Hay algún tema que...
-Vamos- le dijo suavemente, intentando animarla.
-¡Sí! No quiero llegar tarde, no vaya a ser que no encontremos el aula.
Draco sonrió al verla tan nerviosa que incluso mal interpretó sus palabras. El aula era el salón principal de la Academia, no había muchas opciones de pérdida.
A parecieron juntos. Un par de alumnas se dieron cuenta de ello y se quedaron mirando.
-No entiendo como puedes estar tan tranquilo-comentaba la chica.
-Granger, no me importa la nota.
-Mentira, tu orgullo no te perdonaría quedar como un burro.
-Por eso no pensaba ni presentarme. Pero mi novia- le dijo en un susurro, consiguiendo que se sonrojara- me hizo estudiar con ella. Así que, que se noten mis horas desperdiciadas.
-No fueron desperdiciadas, has aprendido mucho.
-No las desperdicié, porque estuve contigo.
Hermione lo miró enternecida y azorada.
Sus compañeros de la academia, se fijaron como recorrían los pasillos hablando y bromeando como si fueran viejos amigos.
El primo de Viktor, Chris Wolric la miraba con mucha rabia. No entendía como podía hablarle si quiera. Esas Navidades había hablado con su primo y creyó que había solucionado el problema. Le contó que había quedado con la chica y que no se preocupara más. Pero ahora sabía que algo estaba ocurriendo.
Delante de la puerta estaban el director y todos sus profesores. Varios de ellos, miraron con preocupación y desconfianza a la pareja. El director se aseguró de sentarlos bien lejos mientras no dejaba de prestarles especial intención.
Hermione se empezó a preocupar cuando vio como sus compañeros, se levantaban a entregar su examen. Todavía le quedaba medio examen por hacer.
Por otro lado, cierto rubio estaba por levantarse cuando le dieron un golpe a su silla, consiguiendo que su pluma, tachara todo el examen con una raya de esquina a esquina. Draco se fijó en que era Wolric. El rubio levantó la mano para que un miembro del tribunal se acercara. El director se acercó a él.
Draco le explicó lo sucedido con su pluma y se le podía eliminar esa línea de su examen. Él le dijo que no podía por motivos éticos. Además, que no se sabía que podría ocurrir si usase magia. Le dice que su única solución es copiar sus respuestas en un pergamino nuevo. Observó el reloj de la pared y vio que apenas le quedaban diez minutos. Él aceptó a regañadientes. Le lanzó una mirada de odio al director.
Ambos fueron los últimos en abandonar el aula y porque casi les tuvieron que arrancar los exámenes de las manos.
-¿Qué has puesto en la tercera pregunta? –le preguntó insegura- ¿y cuantos apartados tenía la ley del...? ¿Estás bien? –le preguntó al verlo con el cuerpo en tensión.
-Sí- dijo secamente. Decidió no contarle lo ocurrido con Chris y el director.
-¿Seguro?
-Sí, vámonos cuanto antes- la cogió de la mano y se aparecieron en la mansión.
Al verlo tan raro, decidió indagar un poco.
-¿Es por Zabini?
-¿De qué hablas?
-Estos días has estado estudiando conmigo y apenas has investigado sobre tu contrato.
-No estoy molesto por ti- le dijo mientras le daba un beso.
-Entonces, ¿vendrás conmigo a la fiesta del Ministerio?- preguntó como una niña pequeña.
-¿Segura que quieres que me vean contigo? Estarán los funcionarios del Ministerio, reporteros y sobretodo tus amigos.
-Hoy he quedado con Harry y Ginny. Les quería contar sobre nuestra relación- comentó sonrojada- pero podemos dejarlo para otro día.
-Yo estoy deseando que todos sepan que eres mía. Pero no sé, si tú estás preparada para todo lo que conlleva. Algunas de tus amistades te odiarán. La familia de la comadreja y él no te entenderán y te darán la espalda. Eso sin contar de lo que hablarán de ti en los medios de comunicación. Tomarás más protagonismo que el que tienes actualmente.
-No me importa. Eres mi novio, quiero estar contigo y quiero que todo el mundo lo sepa. No hacemos nada malo y nadie debería de meterse.
-Pero lo harán y no quiero que eso resienta nuestra relación.
-¿Quieres que nos escondamos toda la vida? -preguntó dolida.
-No, quiero tenerte a mi lado toda la vida. Por ello, no me importa esperar en las sombras el tiempo que necesites.
-No quiero esperar-no quería perder el tiempo por tonterías- me da igual lo que piensen los demás. Si de verdad me quieren, lo comprenderán.
Le sonrió enternecido, la acercó a él y la abrazó.
-Más te vale que te prepares- le susurró.
-Tranquilo, ya sé que vestido llevaré- comentó divertida.
-¡Vaya! Si hasta parece que sabes bromear.
-Tranquilo que de ti no se me pegó.
Hermione pensaba en que debía contárselo a sus amigos antes del acto. Pero la pregunta era: ¿cómo se lo diría? Sabía que no sería fácil. Incluso a ella le había llevado mucho tiempo aceptar lo que sentía. No se imaginaba lo que pensarían ellos sin conocer la nueva cara del chico.
Le mandó una carta a sus amigos. Quería quedar con ellos y contarles todo. Pero la respuesta de sus amigos, no fue la esperada. Ron le dijo que no podía, que fuera lo que fuera lo que quería contarle que podía esperar a que regresara. Harry y Ginny se encontraban de viaje, regresarían el día de la fiesta.
Hermione sonrió pensando en la sorpresa que se llevarían.
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Resquicios de orgullo
FanfictionUna historia de sexo, dolor y muchos sentimientos donde el orgullo es golpeado. Hermione pierde a sus padres y descubre que se encuentra en una penosa situación económica. No quiere que sus amigos renuncien a sus sueños por ella, por lo que no les...