¡Hola! ¿Cómo estáis?
[...]
Hermione se habÃa retrasado demasiado en su reunión. Esperaba no encontrarse con el rubio. No era habitual que ella se vistiera de esa manera. Esperaba que no le preguntase mucho, porque entre sus ganas de contarle lo ocurrido y que él sabÃa como hacerle hablar... rezaba para no abrir la boca.
Se apareció en la entrada de la mansión, abrió la puerta y cuando llegó a las escaleras escuchó la voz. La llamaba para ir a cenar. Intentó apurar su paso, pero se vio cazada en su huida.
-¡Hermione!- la llamó alzando la voz- ¿qué ocurre?
-Nada, ¿por qué lo preguntas? - preguntó un poco nerviosa mientras él subÃa las escaleras.
-¿No me escuchaste?
-No.
-¿A dónde fuiste tan guapa? ¿Tengo que ponerme celoso? -le preguntó mientras la acorralaba contra el pasamanos.
-No creo que papeleo sea algo para ponerse celoso.
-Hum- dijo mientras se acerba más- yo siempre estaré celoso de que salgas de mi cama.
-Podemos ir ahora si quieres.
-No me tientes.
-¿No te apetece? -dijo ella divertida.
El chico acortó la distancia y juntó su cadera contra la de ella. Ella soltó un gemido al notar su dureza. Draco se acercó a su oÃdo.
-Preciosa, por tu culpa ando empalmado todo el dÃa. Nunca dudes que no me apetece.
Hermione notó como se le secó la garganta. No sabÃa si eran sus hormonas, el chico o si era una pervertida mental, pero ya estaba excitada.
-Vamos a cenar antes de pasar al postre.
-No.
Ya no le interesaba nada la cena. Lo único que querÃa era comerlo a él.
Notó como se querÃa separar, pero no iba a permitirlo. En ese momento no podÃa pensar en otra cosa que no fuera él embistiéndola o ella cabalgándolo. Deseaba pasar su lengua por ese torno rodeado hasta llegar a su miembro. Sin dejar de pensar en su miembro, descendió una mano de su brazo a su miembro y lo acarició por encima del pantalón.
Draco viendo que querÃa jugar, no se iba a quedar con las ganas. La cogió de las caderas y la sentó en el pasamanos.
-¿Qué quieres hacer? -
-Que me hagas ver las estrellas.
-Cuenta con ello-dijo con una sonrisa.
Le sensación de peligro al pensar que podÃa caerse aumentaba su emoción. TenÃa los pelos de punta, notaba sus caricias mucho más de lo habitual. El riesgo aumentaba su excitación.
Ambos se sacaron mutuamente su chaqueta y la camisa de la chica. Hermione molesta por tener que separarse, lo enganchó con sus piernas y clavando sus talones en su culo lo acercó. Él le acarició las piernas y se agarró a su culo. Le soltó el sujetador y comenzó a jugar con sus pechos. Hermione gimió, echando su espalda hacia atrás. Draco pasó un brazo por su cintura y la acercó más a él.
La levantó y dio media vuelta para empujarla contra la pared. Hermione gimió al notar su espalda contra la pared. Volvieron a besarse fundiendo sus bocas.
Hermione bajó sus piernas y comenzó a soltarle el cinturón al chico con mucha prisa. Draco por su parte ya se habÃa arrancado la mitad de sus botones y uno de sus gemelos.
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Resquicios de orgullo
Hayran KurguUna historia de sexo, dolor y muchos sentimientos donde el orgullo es golpeado. Hermione pierde a sus padres y descubre que se encuentra en una penosa situación económica. No quiere que sus amigos renuncien a sus sueños por ella, por lo que no les...