En las Fauces del Alpha

Capítulo 27

Dile a esa loba que
por mucho que aulle
la luna es mía.

—David Sant.

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27 | ¡Ahí viene la popo!

☽Emma☾:

   —¡Ya! ¡Ya! ¡Le vas a dejar la cara plana como mi trasero! ¡Detente! —grito, y tomo a Connor de los brazos, tirando de él.

La cabeza de Trevor cae hacia un lado, cubierto de sangre, respirando trabajosamente. El señorito Alpha impulsivo-es-mi-segundo-nombre aprieta los puños, quienes están igual de impecables. Yo, que no hice nada más que tirar de su camisa, estoy sudando y jadeando como animal.

—Si queremos que hable tenemos que dejarle boca sana por la cual suelte la sopa —jadeo, y me agarro el pecho—. ¿Y si mejor le hacemos cosquillas como tortura? A mí cuando me lo hacen es tanta la desesperación que me siento desfallecer.

—Aquí, lamentablemente, la solución es el dolor. —Khaiden hace un mueca, pero luego suelta una risa—. Mentira. Hagamos que grite hasta no sienta las cuerdas vocales.

—Mmm. –Me tomo la barbilla, viendo cómo el sangrado no se detiene en el cuerpo débil y golpeado de Trevor—. Creo que lo matamos.

—Zhaira, la jeringa —exige fríamente Connor y Zhaira se la lanza, él la atrapa en el aire velozmente.

Uau, yo intentaba eso y la jeringa se me enterraba en un ojo antes de que siquiera pudiera levantar una mano.

Connor entierra la aguja en el muslo de Trevor, él gruñe por lo bajo, el dolor cortando sus quejidos. Connor hace que el líquido en la jeringa se filtre en la sangre de Trevor y este despierta bruscamente sobre la silla, con un jadeo profundo.

Abre los ojos y sus pupilas se dilatan. Connor no tarda ni un segundo en asestar un puñetazo en su rostro. Esta vez Trevor no se queja y se mantiene con los ojos abiertos, su respiración agitada haciendo subir y bajar su pecho ensangrentado.

—Por cada contestación errónea, es un golpe. —La frialdad de Connor al hablar me da escalofríos.

—No voy a... —Por fin dice algo Trevor. Pero de pronto cierra la boca y baja la cabeza.

Connor vuelve a golpearlo. La sangre salpica su rostro sombrío. —Respuesta incorrecta. —Otro golpe más brusco que el anterior, se escucha un fuerte crack.

Trevor grita de manera horrorizante. Me alejo unos pasos. —Esto será de dos maneras: o experimentas dolor poco a poco o lo experimentarás todo de golpe, y me parece más tentadora la segunda opción.

Santa mierda. Alex palidece y abre los ojos. Trevor niega con la cabeza. —No... voy a...

Connor lo calla de otro golpe. No me asusta su violencia, me asusta el hecho de que eso no me asuste. Debería estar aterrada. Horrorizada porque la persona con la que quiero compartir mi vida está matando a alguien a golpes, pero al fin y al cabo, y supongo, Trevor se lo merece. Además, ¿no era eso lo que planeaban hacer conmigo? ¿Torturarme?

Connor gira hacia atrás y cuando su mirada dorada cae en Willow, está retrocede inmediatamente, bajando la cabeza. —Tú, niña, consigue una aguja. Ahora.

Ella levanta la cabeza, aturdida, confundida. —P-pero de dónde...

—Ve adentro de la casa y busca una —le contesta simplemente, echándole una mirada fría.