Capítulo 33

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[Capítulo sin editar]

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33| Muy tarde

Emma☾:

   Connor me envuelve con sus brazos fuertemente y me susurra al oído, no puedo saber qué, porque no lo escucho. Ni siquiera puedo sentir su tacto.

Solo siento una enrome grieta abriéndose dentro de mí...

Alex discute con Kaiden, Zhaira mira hacia bajo con expresión triste, Dante se grita con su padre, y yo no puedo pensar en otra cosa además de en lo injusto que es la situación.

¿Por qué tengo que aceptar esto?

¿Por qué permito que pase otra vez, cuando perfectamente puedo detenerlo?

¿Puedo detenerlo?

Entierro mis uñas en la carne de Connor inconscientemente.

Sí, puedo.

Una última lágrima sale de mí y eso vuelve mis sentidos a la normalidad. Escucho las voces discutiendo y a otra en específico sisearme dulcemente al oído, acompañada por un toque suave en mi espalda.

¿En qué momento llegamos a la cama y en qué momento él me puso sobre su regazo?

Pasan unos segundos. Cuando los sentimientos dejan de florecer dentro, me encuentro a mí misma acariciando la espalda de Connor distraídamente, con un pensamiento fijo en la cabeza:

¿Qué ruido emitiría el cráneo de Severus al estrellarse contra mi pie...?

Definitivamente un buen crack.

Sí, un buen, hermoso y placentero crack.

Que sean muchos, en realidad. Cuanto más, mejor.

Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack.

Sí, me siento mejor de solo imaginarlo, pero es hora de que esa imagen mental ascienda a un hecho verdadero.

Planto un casto beso en el hombro desnudo del pelinegro debajo de mí (casi como un silencioso 'gracias') y me deslizo fuera de su regazo, quedando de pie frente a sus rodillas. Él me mira desde su posición a través de sus largas pestañas.

—¿Cómo estás, Luna? —susurra solo para nosotros, ladeando la cabeza. Eleva la mano y me acaricia la mejilla cuando lo hace.

—Bien. Mejor. —La voz me sale ronca, casi rozando el tono de Lillith. Connor frunce el ceño por eso.

—¿Estás segura? —Se pone de pie lentamente, volviendo a tomar su intimidante altura Alpha-dominante-y-poderoso otra vez.

Su tono es más serio ahora... Espero que no sospeche mis planes. No debo ser evidente.

—Sip, segurisísima. ¿Te he dicho alguna vez lo bueno que estás? Estos bíceps me los como hasta con arroz, por no mencionar esta tableta de chocolate de aquí...

Fallé completamente.

Connor ríe entre dientes, poniendo su mano arriba de la mía, la cual acaricia su abdomen perversamente.

—No, creo no me lo has dicho pero lo he notado de todas formas.

Trata de disimularlo, pero noto que me dirige una mirada entornada por un instante. Mi cambio de actitud le está haciendo sospechar... Diablos. Se suponía que debía despistarlo, no confundirlo. Mmm...

¿Y si voy y directamente le meto una patada en la cara al viejo cara de pasa podrida? ¿Sería muy escandaloso hacerlo de la nada...?

Me hago una imágen mental. Doy un salto y pateo sus arrugas de leche como un Saiyajin, luego corro, salvo a los chicos y listo, el día termina con una heroína nueva.

En las Fauces del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora