Capítulo 32

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-¿Segura que quieres que cenemos aquí? -me pregunta Peeta, mientras acomoda los platos sobre la mesa-. Todavía podemos buscar una reservación en Eleven Madison.

-Tu madre llega en menos de una hora -le digo-. Y ya hemos comprado la comida de ahí.

Lo escucho suspirar, y lo miro. Luce bastante nervioso, inclusive tenso. Así ha estado todo el día.

-Oye -lo llamo, él me mira-. Todo va a estar bien. Sólo vendrá tu madre.

-Lo sé.

No lo dice, pero es evidente que algo lo inquieta. Y sé que es el hecho de que sólo vendrá su mamá. No lo hará su padre, a quien, aunque él no lo diga, sé que también quiere ver.

Peeta no me ha dicho demasiado de lo que hablaron aquella noche, pero seguro los mantendrá distanciados por un buen tiempo. No conozco demasiado a Haymitch, pero si es como Peeta, sé que su orgullo será mucho más grande que intentar solucionar las cosas su hijo.

Me acerco un poco a Peeta e intento sonreír para tranquilizarlo. Y al parecer funciona, porque él también sonríe, y seguimos acomodando la mesa.

Preparamos todo, y poco después escuchamos que suena el timbre de la puerta. Peeta se acerca a abrir, y veo que entra Effie Mellark. Ella lo saluda, y no pierde el tiempo porque lo abraza con fuerza. Peeta le corresponde el gesto, y noto que quiere soltarse, pero ella parece dispuesta a no despegarse de su hijo.

Cuando se separan, me acerco para saludarla, pero me quedo quieta al ver que Haymitch Mellark aparece detrás de ella.

Al parecer Peeta también se da cuenta de su presencia, porque se tensa y parece incómodo. Haymitch lo mira, no sé si con cierto enojo, pero, a pesar de lo que ambos puedan estar sintiendo, ellos se saludan con un simple apretón de manos.

Dejo de prestarles atención al ver que Effie se acerca a mí. Me pongo nerviosa.

-Hola, Katniss -sonríe, y me da un corto abrazo-. Qué gusto me da verte.

-Gracias -respondo-, igualmente.

Ella baja la mirada a mi vientre, el cual a penas y se nota.

-¿Cómo vas con el embarazo? -vuelve a sonreír, y noto que se contiene para no poner la mano sobre mi vientre-. Sé lo difícil que pueden resultar las primeras semanas.

-Me siento mucho mejor, ya es mucho más llevadero que antes.

-Me alegra.

Haymitch Mellark también se acerca. Y, al igual que con su hijo, sólo me estrecha la mano y me saluda con un simple hola. Luce bastante serio. Eso no puede ser buena señal.

Pareciera que Haymitch sigue más que molesto, pero de alguna manera Effie ha logrado convencerlo para venir. O lo ha obligado, lo cual resulta más lógico.

Nos sentamos al rededor de la mesa, y se instala un silencio incómodo mientras comemos. Peeta y su padre apenas y se han hablado, pero parece que tienen mucho que decirse entre sí.

Me parece extraño que Effie Mellark no hace el intento por entablar una conversación. Pero al parecer espera a que su esposo lo haga. Y él lo hace:

Espero verte de nuevo [Everllark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora