Me despierto, y me remuevo en la cama, intentando encontrar una posición cómoda.
Giro sobre el colchón, y abro los ojos al escuchar las voces de Willow y Peeta:
-Mamá aún está durmiendo -le dice él en voz baja-. Hay que dejarla descansar.
-Papi -le contesta ella, también bajando la voz-. Tele.
-Todavía no, cariño -murmura él-. Porque vamos a despertar a mamá.
Le acomoda el despeinado cabello castaño detrás de la oreja. Y mi bebé, de ya dos años, se levanta de la cama y mira en mi dirección. Sonríe al ver que estoy despierta.
-Mami -dice, y se acerca para abrazarme.
-Hola -le beso la cabeza, y ella intenta abrazarme a pesar de que mi gran vientre se lo impide.
-Mami -me mira-, ¿tele?
Sonrío.
-Si, puedes ver televisión.
Ella se emociona, y voltea a ver a Peeta.
-Papi, papi -apoya las manitas sobre el pecho de él, y da de brinquitos-. Tele.
Él suspira y se levanta de la cama.
-Tú ganas, Willow -le extiende los brazos. Ella se levanta disparada, él la carga sin problema-. Vamos a ver televisión.
-Mami, ven -dice antes de salir de la habitación.
-En un rato los alcanzo.
Ellos se marchan, y me quedo otro rato en la cama. Me siento tan cansada, que no tengo ganas de levantarme.
Además, no he podido dormir del todo bien por las molestas braxton hicks. Esta semana ha sido terrible, el tercer trimestre sí que es una pesadilla.
Siento calambres en las piernas cuando me levanto, pero no me preocupo, porque se ha vuelto costumbre estos últimos días.
Hago una mueca al sentir una fuerte patada, pongo una mano en mi vientre.
-Tranquilo pequeño -susurro-. Ya voy por comida.
Salgo, y al bajar por las escaleras me agarro con fuerza del barandal, porque la barriga no me deja ver por donde piso.
Llego a la sala, donde Willow y Peeta ya se encuentran viendo las Mascotas maravilla. Ella mira la televisión con fascinación, él frunce el ceño de vez en cuando, y parece más que aburrido, pero se queda ahí por Willow.
-¿Sigue sin agradarte la tortuga? -le pregunto a Peeta, mientras me siento junto a Willow.
Se ríe.
-Es sólo... -señala la pantalla, voltea a verme-. ¿Cómo puede ser un superhéroe? Lo único que hace es dar abrazos, eso no tiene ningún sentido. No tiene ninguna habilidad.
-Tu hija no parece pensar lo mismo -la señalo con la cabeza.
-Ve mami -me mira, y señala la televisión-. Tuck.
-Si mi vida -sonrío-. Es tu favorito, ¿cierto?
Ella asiente con la cabeza.
-Prefiero al pato -dice Peeta-. O inclusive al conejillo de indias, lucen más heroicos.
Me río, y seguimos viendo la televisión con Willow. Pero no consigo sentirme cómoda por mucho tiempo, el malestar de las contracciones regresa.
Me levanto, y me dirijo a la cocina con la excusa de preparar el desayuno. Necesito mantenerme ocupada.
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Espero verte de nuevo [Everllark]
RomansaVersión [Everllark] [Los Juegos del Hambre] Él es el hombre con el que ella quiere estar, más no con quien puede estar. Muchas personas creen que los matrimonios forzados eran cosas del pasado, pero eso no es del todo cierto. En medio de un ambiente...