Capítulo 45

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Abro los ojos, y veo que Peeta no está en la cama.

Son las ocho de la mañana. Es raro que ya se haya levantado.

Veo su ropa de pijama a los pies de la cama, y hay una nota en su almohada. La tomo y la leo.

Dice que tuvo que ir a la oficina por un asunto importante, pero que volverá pronto. Resulta un tanto extraño, porque él no ha ido para nada durante estos días, pero evito preocuparme. Es trabajo, y es normal que siempre surga algo.

Miro hacia la cuna, y veo que Willow está despierta, mientras mira las figuras que giran en lo alto.

Me quedo acostada, viéndola, pero no puedo evitar sentirme inquieta.

No debería, pero no puedo evitar pensar que algo ha pasado algo.

Veo el biberón vacío sobre la mesita de noche. Lo tomo, y me levanto con cuidado de la cama.

-Ahora vuelvo Willow, no tardo -le digo, y salgo de la habitación para ir por su leche.

Avanzo por el pasillo, pero me quedo quieta cuando llego a las escaleras. Porque escucho que hay una discusión acalorada en la planta de abajo.

Me acerco un poco más y ralentizo mi respiración, para escuchar un poco de lo que está sucediendo.

-Esto no tiene porqué complicarse -escucho que dice Effie-. Podemos resolverlo de manera civilizada.

-Katniss no está pensando bien. No sé qué les habrá dicho, pero esa niña es de Nathan. Compréndelo, ella hará lo que sea para escapar de sus responsabilidades.

Es mi padre.

Él está aquí.

Por instinto retrocedo, y me tapo la boca para evitar emitir cualquier sonido que pueda delatar que me encuentro aquí.

-¡Ella escapó del hospital con mi nieta en estado crítico, Effie! -reconozco la voz de la señora Hamilton-. ¡Por supuesto que no está bien de la cabeza! Ella puede ser un peligro para la bebé. ¡Entiéndelo!

-Sólo déjanos hablar con ella -dice Nathan-. Podemos hacerlo por las buenas o...

Escucho el llanto de Willow. Me giro y voy a la habitación tan rápido como puedo. Cierro la puerta, y me acerco a la cuna.

-Tranquila -susurro, y la cargo con manos temblorosas. El pánico aparece, porque puede que ellos la hayan escuchado.

Me siento en la cama, y la mezo con suavidad. Pero ella no deja de llorar.

Intento calmarla, y calmarme al mismo tiempo. Pero el terror crece al escuchar pasos en el pasillo, y que alguien abre la puerta.

Me encuentro con la señora Hamilton, y detrás de ella aparecen Nathan y mi padre.

Sostengo a Willow con firmeza, y me obligo a no mostrarme intimidada mientras ellos me miran.

-Ya basta de estupideces, Katniss -dice Nathan-. Nos vamos a casa con la niña, ahora.

-No pueden obligarla a irse -interviene Effie, y se abre paso para acercarse a mí-. No tienen ningún derecho de hacerlo.

Espero verte de nuevo [Everllark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora