Capitulo 29

35 5 2
                                    

En quien confiar

Narra YoonHo

2 de agosto de 2020

Los días siguen pasando de forma rápida, tanto que ya quedan dos semanas para marcharme también.

El calor ahora mismo tampoco ayuda en lo que estoy haciendo, arreglando mi casa al igual que hice ayer con la de Hosung, pensando en quien debería ser la persona que cuide ambas viviendas ya que ningún estaremos para ello por algo más de un año.

— ¿En quien podría confiar? —miro la planta de abajo completamente limpia, sentándome en el sofá bien, abrazándome a mis piernas.

Pensando aún sin soltar mis piernas en ningún momento, mirando a un punto a lo lejos, escucho el timbre sonar, sintiéndome confundido porque no espero a nadie.

Bajando mis pies descalzos del sofá, pisando ahora el suelo, me pongo en pie dirigiéndome con cierta pereza hacia la entrada, abriendo la puerta, desapareciendo rápido mi curiosidad al ver a mi cuñada frente a mi, con una amplia sonrisa y sus brazos rodeando mi cuerpo en un cálido abrazo.

— Siento venir sin avisar —se disculpa —pero quería hablar contigo. He recordado que al no estar mi hermano y tu marcharte pronto habrá mucho que cuidar. Más exactamente este hogar y el de mi hermano. ¿Te gustaría que me hiciese yo cargo?

— Pensaba pedírtelo pero tampoco quería molestarte y cargaros con tantas responsabilidades —señalo la cocina —¿quieres tomar algo?

— Siendo la hora que es ¿qué te parece si comemos juntos? —acepto con una pequeña sonrisa —permiteme cocinarte algo delicioso YoonHo.

Niego diciendo que yo prepararé la comida, terminando sentado en una de las sillas, la que en tantas ocasiones ha ocupado Hosung, viendo como cocina, oliendo de maravilla lo que prepara, despertando mi apetito rápidamente, poniendo la mesa esta vez sin dejar que me lo impida, volviendo a sentarme.


— Todo estaba delicioso —recojo los platos y vasos —ha sido un momento juntos como cuñados bastante agradable la verdad.

— Pienso igual que tu YoonHo y estoy feliz por saber que mi hermano está con el indicado —me giro mirándola —eres su novio y se que él está ausente ahora pero se cuanto lo amas y respetas su ausencia. También cuanto haces por él, como cuidas de su casa, le escribes, esperas hasta bien entrada la noche o a la hora que te llame solo para escucharle antes de dormir.

— No pasa un solo minuto en el que no piense en Hosung —admito, limpiando los platos —no ha pasado tanto en realidad desde que empezamos a salir y demasiado pronto nos hemos tenido que separar para que el cumpla con su deber y se que pronto nos volveremos a ver aunque debamos controlarnos. No me arrepiento de nada en absoluto de cuanto ha pasado.

Dejando el último plato para que se seque siento los brazos de mi cuñada abrazándome, correspondiéndole al abrazo, sonriendo ante la calidez y paz que me trasmite, recordándome mucho a Hosung, a cuanto sentía cada vez que me abrazaba, extrañándole tanto que no retengo las pequeñas fugitivas que escapan de mis ojos, siendo limpiadas por ella, sintiéndome tan ridículo que quiero darle la espalda para que no me vea, no pudiendo al ser abrazado nuevamente.


La tarde llega, encontrándome solo desde hace algo así como dos horas, no teniendo nada que hacer, ocupando mi tiempo con uno de los libros de Hosung, porque ahora me encuentro en su casa, no siendo mucho de mi gusto pero igual leyéndolo ya que no tengo nada que hacer y no me apetece en absoluto salir y mucho con el calor que hace.

DesireWhere stories live. Discover now