Capitulo 14

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Un día después de volver

Narra Hosung

26 de enero de 2020

10:00

Anoche llegamos de nuestro viaje en Australia y de tan agotado que estaba por tantas horas del vuelo tan solo dejé la maleta en la entrada y me fui a dormir. Eso sucedió por supuesto después de dejar a YoonHo en su casa, por decisión suya llegando poco después en taxi a la mia.

Ahora son las diez de la mañana, sigo de vacaciones, me he despertado aún así a las nueve de la mañana sintiéndome más cansado de lo que estaba cuando me metí en la cama, he decidido darme un baño bastante largo y sin parar a desayunar cojo mis llaves y móvil para ir a hacer la compra.

— Odio tener aún la sensación de jet lag invadiéndome —aparco en el parking subterráneo —supongo que YoonHo aún estará durmiendo.

Mirando mi móvil, su chat donde la última vez que me aparece conectado es de ayer a la hora que llegamos, salgo del coche, cerrándolo y me encamino hasta llegar en ascensor a la planta superior y de ahí al supermercado donde entro con un carro que empujo y voy llenando poco a poco.

— Lou que sorpresa verte por aquí.

Deteniéndome entre dos pasillos, dejando mi carro donde no moleste a todo el que quiera pasar, miro a quien me ha llamado reconociéndole al instante por ser el fotógrafo de casi todas las sesiones a las que me llaman para trabajar.

— No sabia que venias aquí a comprar Lou —suena tan alegre —¿no vienes con ese chico delgado y curioso que llevaste una vez a una sesión?

— Ayer volvimos de viaje y se ha quedado en casa durmiendo —me cruzo de brazos algo incomodo —y no me llames aquí Lou si no te importa. Soy Hosung, Lou solo lo uso en el trabajo y no estoy trabajando.

— Está bien Hosung —asiento agradecido —¿seria un problema si te invitase a cenar una noche conmigo? Conozco un lugar donde se come muy bien y tiene lugares privados para hacer más íntima la velada.

— ¿Bromeas verdad? —la negación por su parte me irrita bastante —lo primero yo no salgo con nadie de mi trabajo. Me gusta separar lo laboral de lo personal y lo segundo..

Antes de poder seguir, sintiendo la tensión invadir mi cuerpo y todo mi ser, el mismo al que estoy rechazando tiene el valor de acercarse, de superar los limites de lo permitido y besarme como si fuésemos algo más que un modelo y el fotógrafo que le inmortaliza en las mejores fotografías.

Apartándole con cierta brusquedad me limpio los labios con la manga de mi abrigo y frunzo el ceño, mirándole harto de que todos hagan lo que les da la gana.

— No aceptaría una cita contigo ni aunque fueses el último hombre en el mundo —sostengo bien el carro —y tengo novio y por supuesto, aunque no lo creas, siempre le seré fiel. No vuelvas a dirigirte a mi a menos que estemos trabajando.

Adentrándome en el pasillo a mi derecha, me alejo todo lo posible sin girarme para saber si sigue o no allí donde le he dejado, deteniéndome en uno donde la comida rápida es lo primero que veo, teniendo una sensación agridulce recorriendo, quemándome internamente, sintiéndome ahora como muchas de las cosas que me rodean, como alguien a quien puedes tomar rápido y quedar así satisfecho sin tiempo que perder.

Saliendo de este pasillo me dirijo a otros, tomando todos los productor que voy tachando de mi lista, volviendo a mi coche con la compra que guardo algo más de una hora después de ese encuentro, sentándome sin moverme, sin hacer nada, en el asiento del conductor, mirando mi móvil, su chat, respirando algo aliviado pero también con pesadez al ver que está en linea y llamándome.

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