Capitulo 34

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Ecografía

Narra Hosung

23 de abril de 2021

Como bien se comunicó y ajusto mi horario tengo permisos especiales, los cuales no afectan a los normales, para salir a las citas médicas de YoonHo. Hoy es viernes veintitrés de abril, apenas son las ocho y media de la mañana y ya estoy subido a un coche que me lleva hacia el hospital donde se quedará esperando hasta que termine la consulta para seguir cumpliendo con mi deber.

Los permisos especiales no son como los normales ni afectan a ello porque solo duran el tiempo que sea la consulta. No puedo quedarme más tiempo a menos que yo solicite el permiso y tenia pensado hacerlo pero YoonHo ya se ha plantado y me ha dicho que no lo haga porque hoy solo asistirá a la consulta. Me gustaría quedarme a cuidarle, más aún no solo porque esté de cuatro meses sino porque anoche cuando hablamos me contó que estaba sintiendo ciertos calambres, molestias que al parecer, y según mi hermana, son normales porque el cuerpo empieza a cambiar según el bebe crece. YoonHo no quiere que me quede más de lo debido si puedo ocupar esos permisos en cosas más importantes como bien dice asique no me queda de otra que aceptar, y así no discutir con mi novio.

— Ya hemos llegado —miro al soldado, compañero mio —recuerda subir en cuanto acabe esa consulta. No nos metas en un lio a los dos Kim. Y suerte ahí dentro con tu novio y con todo respecto a ese bebe.

Agradeciéndole por su preocupación, por haberme traído, bajo del coche después de soltar mi cinturón y me dispongo a entrar en el edificio cuando escucho una voz que tan conocida es para mi.

Una sonrisa se instala en mi cara nada más le veo llegar, acercándome tan rápido como la emoción me permite. Sin darle tiempo apenas para reaccionar uno mis labios a los suyos, besándole como tantas ganas tenia desde que me he despertado con la idea de que hoy le vería, siendo rápidamente correspondido.

— Me echas mucho de menos —asiento, volviendo a besarle —tenemos que entrar.

Dándole tantos besos como puedo y quiero disfruto una vez más de sus labios, de todas las sensaciones que despiertan en mi con tan solo ver a mi novio, entrelazando nuestras manos, entrando así en la clínica, siendo enviados directamente a la sala de espera donde no dudo ahora en acariciar la barriga de cuatro meses de mi novio, sintiendo minimamente pero siendo así a mi bebe, nuestro bebe.

— ¿Sigues teniendo nauseas? —le miro a los ojos sin dejar de acariciar su barriga —me gustaría tanto poder estar en casa contigo y cuidarte. Estar ahí para ti en todo momento incluso cuando tengas antojos o lo que sea.

— Estamos bien mi amor y seguro que pronto dejarán que vuelvas a casa —aún mirándole a los ojos puedo notar la duda en él —solo espero que sea antes de que nazca.. no quiero que el bebe nazca sin que tu estés presente ni que te pierdas sus primeros días, la vuelta a casa.. nada de eso quiero que te pierdas mi amor.

— He solicitado todo y creo que está en proceso pero ya ha pasado un mes y aún debo esperar un poco —le abrazo, dejando un beso en su cabeza —no me perdería el nacimiento de nuestro bebe por nada del mundo mi amor.

Así tal como estamos nos quedamos por varios minutos, siendo cada uno de ellos que pasa de forma tranquila pero también se me hace eterno, quizá sintiendo algo de alivio al ver salir a la que creo que es la doctora que nos atenderá en la primera ecografía que haremos de nuestro bebe lejos de donde estábamos cumpliendo con nuestro servicio militar.

— ¿Cómo se encuentra el futuro papa? —ayudo a YoonHo a subir a la camilla —¿sigues sintiendo nauseas, mareos y molestias físicas?

— Nauseas y mareos hace más de dos semanas que no —explica —pero si que tengo más hambre que antes y también me canso más. Muchas veces me duelen las piernas que creo que las tengo más hinchadas pero eso es todo. Mi cuñada, la hermana de mi novio, dice que parezco un oso por estar todo el día durmiendo.

— Eso es normal durante un embarazo —nos tranquiliza la doctora —ahora vamos a ver a vuestro bebe y si nos lo permite quizá sepamos finalmente si vais a tener un niño o tendréis que dar la bienvenida a una princesita a vuestra vida. ¿Habéis pensando algún nombre?

— No.. —respondo yo —aún no porque no sabemos si ten..

— Negai —me interrumpe YoonHo —lo estuve pensando pero si no te gusta lo entenderé.

— Deseo en japones —miro a la doctora y a mi novio que asiente —es precioso ese nombre.

Sonriendo como el idiota enamorado que soy me inclino, posando una vez más mis labios sobre los de YoonHo, disfrutando de un beso que tal vez no dura mucho pero si lo suficiente para que sea lo mucho que cada día le amo y me encantan estos detalles que me llegan por sorpresa.

— Es precioso el nombre mi amor.

— Chicos siento interrumpir pero mirar a vuestro hijo.

Mirando la pantalla a nuestra derecha podemos ver la ecografía donde nuestro bebe se ve, se mueve aún siendo muy pequeño todavía. La doctora nos va explicando donde se encuentra su cabeza, sus manos, piernas, pies, grabando en mi memoria cada detalle de nuestro pequeño o pequeña Negai, deteniéndose de pronto en un punto exacto en la imagen.

— Estáis de suerte que vuestro bebe os deja conocerle un poco más —cojo la mano de YoonHo aún mirando la pantalla —en cinco meses daréis la bienvenida a un precioso niño que además llevará un nombre muy especial.

Sabiendo el nombre, el sexo de nuestro bebe, despiertan en mi tantas emociones que podría colapsar de la misma felicidad. Quiero gritar todo cuanto siento, besar a mi novio, abrazarle, pasar el día entero y no pensar en que tenga que recordar ahora que tan feliz me siento.

Viendo como limpia la barriga de mi novio la doctora no es mucho lo que tardo en inclinarme, en besar a mi novio siendo rápidamente correspondido, sonriéndonos el uno al otro incluso cuando le ayudo a bajar de la camilla, saliendo de la consulta no mucho después con buenas noticias, una ecografía nueva, decisiones importantes tomadas y la agria sensación de la obligación instalándose una vez más en mi cuando veo ese coche en el que debo subir y me alejará de las dos personas más importantes de mi vida.

— ¿Hablaremos esta noche? —acaricio el rostro de YoonHo asintiendo —te amo Hosung, los dos lo hacemos y ya verás como pronto estarás en casa y ya nada ni nadie nos separará.

— Yo también te amo mi amor y confía en que así será porque pienso pelear lo que haga falta para estar con vosotros dos antes de que nuestro hijo nazca.

Escuchar a mi compañero insistiendo en que debemos irnos no me impide abrazar, besar a mi novio, incluso agacharme para dejar un cálido beso en la barriga de mi novio, susurrándole a mi bebe que cuide de su precioso papa, subiendo finalmente en el coche con un nudo formado en mi garganta, en mi corazón por tener que alejarme una vez más de YoonHo, no viéndole más cuando giramos al final de la calle, siendo el resto del recorrido que lo paso mirando la ecografía, reteniendo esas lágrimas que amenazan con escapar de mis ojos.

— ¿Has solicitado poder regresar a casa dada la situación que vivís tu y Noh?

— La solicité hace un mes pero aún nadie me dice nada —guardo la ecografía en el bolsillo de mi camisa —espero que no tarden mucho. Quiero estar en la vida de mi hijo en cuanto nazca y con mi novio todo el tiempo para cuidarle como se merece.

Ninguno de los dos decimos nada más. Miles de pensamientos pasan por mi cabeza mientras miro por la ventana a mi derecha, intentando ver algo a través del cristal blindado, resignándome a esta realidad en el momento en que tenemos que cruzar las puertas, entrar al pabellón donde soy recibido por mi superior, tensándome en cuanto me pide con un gesto que le siga, obedeciendo con las miles de dudas que surgen en mi por cual será ahora la razón por la cual tengo que acompañarle si recién acabo de llegar, siguiendo las ordenes recibidas antes de mi marcha hace ya casi una hora.

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