Desire

Capitulo 3

Feliz año nuevo

Narra Hosung

27 de diciembre de 2019

21:49

Despierto viendo una pequeña luz proveniente frente a mi donde alcanzo a ver un cuerpo sentado sobre mi cama con las piernas cruzadas, cabizbajo.

— ¿Qué ha pasado? —cierro los ojos cuando esa luz me da de pleno —baja la luz por favor.

— Perdona —abro los ojos cuando ya no me da la luz —te has desmayado en la cocina y te he traído hasta aquí. Pesas aunque estés delgado.

Su mano rozando mi frente, mis mejillas, me hacen tensarme por un momento pero dejo que haga sin oponer resistencia, incluso incorporándome con su ayuda.

— Bebe despacio —cojo el vaso de su mano —es agua tranquilo. Un tal señor Kim que es como se ha presentado te ha llamado. Le he dicho que estabas durmiendo y me ha pedido que te diga que tendrás unos días de descanso en tu trabajo hasta pasado año nuevo. Ahora es tarde y no he querido irme dado tu estado pero mañana iré ha hacer la compra y no acepto un no ante cualquier cosa con respecto a la alimentación.

— ¿Vas a pedirme algo a cambio?

— No soy un carroñero —deja lo que tiene en sus manos en la cama —solo quiero cuidarte.

— Perdona que dude pero es raro que tu que te has escapado dos veces seas capaz de cuidar de alguien —cojo mi móvil, viendo los mensajes por parte de mi familia —¿solo tienes realmente a tu madrastra de familia?

— Que yo sepa si y esa mujer no es mi familia —vuelve a centrarse en esos papeles que había dejado a un lado —es más, estoy intentando ver la forma de echarla de casa sin que acabe pasando por delante de un juez.

— ¿Por qué ibas a echarla de casa?

— Es la casa de mi padre —me mira fijamente, sorprendiéndome al verle llevar gafas —cuando me fui de esa casa y todos los años que he vivido allí con esa mujer creí que era suya porque estaba casada con mi padre. En el momento en que llegué a donde me quedé estos dos días encontré los papeles que ves aquí y me he dado cuenta que esa casa no es suya por viuda que sea. Está a mi nombre porque mi padre lo decidió así pero esa bruja ha escondido estos papeles y me gustaría saber como lo ha hecho. Tiene los días contados en ese sitio y no voy a darle mucho más. Solo hasta que tu te recuperes.

— YoonHo no soy un niño —aparto la sábana bajando de la cama —voy a preparar la cena.

Salgo de la habitación sin esperar a que diga algo o haga algo. Dirigiéndome a las escaleras bajo uno a uno cada escalón, sosteniéndome cuando un ligero mareo invade mi cuerpo amenazando con volver a aterrizar en el suelo siendo más peligroso ahora dado que no estoy en liso sino en unas escaleras que obviamente me dañarían más si no acabo matándome. Bajando los últimos escalones llego a la planta baja y a la cocina de forma segura. El olor a comida llega a mi, invadiendo mis fosas nasales, haciendo gruñir a mi estomago que obviamente no tiene apenas alimento. Agachándome frente al horno veo una bandeja pero no el contenido en la misma. El delicioso olor que desprende abre mi apetito rápidamente, poniéndome en pie. Volviendo a sentir cierto mareo, quizá por la forma en que me he puesto en pie, casi pierdo el equilibrio hacia atrás. Su mano en mi cintura me hace mirarle, sentirme avergonzado y ridículo por el estado en el que yo mismo me he metido por no cuidarme mejor solo por el hecho de haber estado ausente cuando creí algo que obviamente no sucederá nunca.

Por mucho que regrese a mi vida, a mi casa.

— ¿Cuanto vas a quedarte aquí? —le pregunto, sentándome en la silla más cercana —y no me digas hasta que coma en condiciones. Dime un número.