Desire

Capitulo 30

Mi turno y estoy nervioso

Narra YoonHo

15 de agosto de 2020

6:00

Estoy en el cuarto desde las cinco de la mañana, cuando me he despertado, habiéndome dado ya una ducha bastante larga. Con mi cuerpo cubierto por un pantalón, una camiseta y una sudadera de Hosung me miro al espejo, pasando mis manos por mi corto pelo. Desde que me lo cortaron ayer no dejo de sentirme raro, nervioso también por lo que en una hora ya tiene que suceder.

Respirando de forma profunda, me decido a salir del cuarto de baño, encontrándome de frente con el pequeño Bae, quien debería estar durmiendo. Cogiéndole en brazos le muestro mi mejor sonrisa, más cuando sus manitas pasan por mi cabeza, sintiendo lo mismo que yo hace un rato.

— Estás guapo tito Ho —dejo un suave beso en su mejilla —cuando el tito Sung te vea dirá lo mismo que yo.

— Claro que si pequeño —salgo de la habitación sin soltarle —¿qué tal si vamos a desayunar? Aunque tu deberías estar durmiendo.

— No quiero dormir porque hoy te vas y quiero ir a decirte adiós —cada palabra la dice con seguridad —quiero leche para desayunar y zumo.

Entrando en la cocina de la casa de sus abuelos, de los padres de Hosung donde aún sigo viviendo habiendo vuelto en contadas ocasiones a la suya o la mia, o las dos a la vez para mantenerlas, me encuentro con Yang terminando de servir el desayuno. Sentando al pequeño Bae en su silla, ayudo a Yang, sentándome no mucho después a la vez que ella, bebiendo un poco de zumo que alivia un poco mis nervios, aunque por supuesto no lo suficiente.

— ¿Estás nervioso YoonHo?

— Bastante —admito, dejando el vaso en la mesa —no queda tanto ya para que me marche y mi realidad a diario sea esa en la que viva pegado a un uniforme y a unas normas estrictas. Al menos puedo contar en que veré a Hosung aunque sea en un breve periodo de tiempo o en la distancia.

— ¿Dormirás con el tito Sung?

Ambos, Yang y yo, miramos al más pequeño. Acercándome, ayudándole a tomar su desayuno le explico como son las cosas allí donde su tío está, donde voy a ir yo, siendo cuidadoso por supuesto porque es un niño.

— Dormiremos en el mismo lugar seguramente pero no juntos porque allí eso está prohibido —le doy otro pedazo de tortita —pero estaremos juntos siempre que podamos pequeño y te llamaré a diario para hablar contigo. ¿Quieres?

La efusividad del pequeño al responder me hace sonreír, eliminando los pocos nervios que ya quedaban en mi. Terminando de darle el desayuno tomo también el mio, viendo en mi móvil que apenas quedan veinte minutos para las siete.

— Termina de prepararte —me pide Yang, recogiendo las cosas.

Vuelvo a la habitación que he estado ocupando este tiempo, recogiendo las pocas cosas permitidas que tenia listas para hoy, saliendo de la habitación, yendo ya directo al coche, sentando a Bae en su silla de seguridad, ocupando el asiento a su lado, marchándonos no mucho después, cuando Yang y sus padres suben también, sorprendiéndome al ver un segundo coche, el del hermano de Hosung, Bonhwa.

7:00

Formamos todos filas en un grupo bastante grande. Después de despedirme de mis suegros, de los hermanos de Hosung y del pequeño Bae que no ha dejado de llorar en ningún momento, no me ha quedado de otra que situarme donde me encuentro ahora mismo, escuchando claramente lo que los superiores, un hombre en concreto con el rango más alto explica, hablando cuando nos corresponde a todos.