Juste un baiser

Capítulo 10

El tiempo pasaba y Lena Luthor se encontraba un poco desesperada; se había enfrascado en una búsqueda casi sin fin acerca de las mascotas que ambas poseían, además de intentar saber algo más sobre la investigación de Kara; no había vuelto a verle cara a cara, pero si habían iniciado a compartir mensajes, así mismo Lena inició a entablar pláticas con Imra.

Esa mañana de miércoles se encontraba particularmente agitada y a la vez perturbada, Lena jamás se imaginó así misma como una stalker, pero esa era lo que estaba haciendo en ese momento al revisar las redes sociales y encontrarse una foto de Kara junto a Mike, la imagen no era más que ellos dos sonriendo a la cámara.

Una imagen similar se encontraba en las redes sociales de Imra, lo que le afirmaba la familiaridad que ella misma sentía con ambas chicas, y lejos de tranquilizarle la confusión algo le decía que no era para nada bueno.

-Necesito hablar contigo con urgencia – Habló una mujer a las espaldas de Lena haciéndola sobresaltarse del susto debido a que no se encontraba prestando atención a lo que sucedía a su alrededor.

-¡Cat!, que susto mujer – Se quejó la morena a lo que la rubia ni se inmutó.

-De todas las cosas que podría enterarme esto es demasiado – Suspiró la rubia la cual se tomó de un sorbo la copa de sangre que Lena tenía frente a ella.

-Eso es mío – Se quejó de nuevo la morena, pero esta vez observó el estado alterado de la misma - ¿Qué ocurre? – Cuestionó.

Cat dio un par de vueltas frente a Lena, lo cual iniciaba a desesperar a la morena, pero la rubia lo único que quería era serenarse y explicarle a la vampira que tenía en frente que no se alterara o cometiera una estupidez.

-¿Conoces el cuento original de Drácula? – Cuestionó Cat a lo que Lena solo levantó una ceja con gesto de burla – Solo contesta, el popular no el que tu viviste –

-Si lo conozco y déjame decirte que lo único bueno es que allí Mina odia a Vlad – Comentó con desdén la morena.

-Bueno, he estado investigando acerca de lo que Mike no quiere que nos enteremos – Habló Cat – Y resulta que podrías convertirte en la próxima Mina –

-¿De qué demonios estás hablando Cat? – Cuestionó Lena desconcertada y sin saber una palabra de lo que la rubia le estaba hablando.

-Mike hizo un trato con el demonio que utilizo la orden para convertirlo en lo que es, el demonio se mostró benevolente debido a que acabó con toda la orden del dragón – Contestó Cat, pero Lena le interrumpió.

-Esa parte ya me la sé, esa misma noche se encontró conmigo para hacerme saber que podría ser mortal de nuevo además de que necesitaba mi ayuda para encontrar a Mina debido a mi conexión cercana con ella en su última reencarnación hasta ese entonces – Habló Lena, a lo que Cat negó.

-Eso es lo que él te hizo creer – Afirmó Cat.

-Explícate – Casi ordenó la morena, ahora molesta al sentirse engañada.

-Si dejaras de interrumpirme ya hubiese terminado – Le reprochó Cat – Cuando Mike hizo el trato, el demonio le dio dos detalles, el primero era lo de Mina y aspecto, el segundo es que para que el consiguiese su ansiada mortalidad debe ganarse tu perdón –

-¿Qué? – Cuestionó Lena ahora confundida, con los años que llevaba vagando en la tierra había decido aplicarse en los estudios resultándoles fácil, pero más que nada para honrar la memoria de Mina.

-El demonio le dijo a Mike que su familiar estaba prendado de ti – Explicó Cat un poco más relajada y menos alterada que un principio – Mike te acusó de haberle hecho daño a Mina y por eso te convirtió, razón por la cual el familiar del demonio decidió asesinar a Mina, que fue exactamente lo que hizo Mike contigo –

Lena escuchaba atenta la explicación que le estaba dando Cat, misma que Mike le había dado debido a un arranque temperamental y le había comentado lo que Cat le estaba diciendo de manera clara, ahora entendía su reacción al ver al demonio llamado Alex frente a él.

-¿Eso no es todo cierto? – Cuestionó Lena, a lo que la rubia negó.

-El demonio que hizo el trato con Mike solo es el mediador, la sangre que convirtió a Mike fue la del familiar, si tu no perdonas de manera sincera a Mike este no tendrá otra oportunidad de ser mortal de nuevo – Contestó Cat – Pero debía hacerlo sin decirte una palabra a ti. La razón por la que te estoy diciendo esto es porque él quiere utilizar a Mina para conseguir tu perdón, quiere que ella abogue por él ante ti –

Lena se rio de lo último, era una risa son gracia ahora entendía el porqué de muchas actitudes del hombre, no se soportaban porque él sabía de sus sentimientos hacia la que una vez fue su esposa.

-Ahora todo cobra el más idiota de los sentidos – Dijo Lena observando a la nada, sin ver a Cat a los ojos.

-El demonio se encuentra en la tierra, aun no descubro quien es – Habló Cat.

Lena no dijo nada, 3 semanas investigando a las mentadas mascotas de las posibles reencarnaciones y ahora sabía que el gato de Kara era el demonio que se había prendado de ella.

-¿El demonio pretende que me enamore de él? – Cuestionó Lena sin gracia, su mente se encontraba por colapsar.

-No – Contestó Cat – No sé cuáles sean sus intenciones para contigo –

-Eso es genial – Bufó Lena levantándose del lugar y arrojando la mesa que se encontraba frente a ella a la pared más cercana.

Se sentía molesta y defraudada, no debía confiar en la gente o en tal caso un vampiro, se sentía molesta por saberse presa ante todo el peso de las personas a su alrededor y se sentía engañada por Mike cuando este llegó por su ayuda, pero solo era una treta.

-¿Qué harás? – Cuestionó Cat.

-Antes que nada debo agradecerte por ser sincera conmigo – Contestó Lena, a lo que la rubia solo asintió con un poco de pena en su mirar ante el sufrimiento de la joven morena – Y que todo siga como antes – Esta parte si sorprendió a Cat, no esperaba una reacción tan calmada de la vampira – Todos ustedes merecen ser mortales de nuevo y puedo decirte que yo también anhelo serlo. Quiero que sea un secreto entre nosotras – Pidió Lena a Cat.

- Tienes mi palabra – Prometió la rubia antes de desaparecer así como había llegado.

Dejando a Lena con la cabeza revuelta y los sentimientos a flor de piel, esperando a despertar de la pesadilla que se había vuelto su no vida en un momento.