Cuando Kara recibió el mensaje del Sr. Olsen que debía presentarse en casa de la Srita. Westenra para cumplir con su primera encomienda como historiadora, se sintió enferma de los nervios, no había visto a Lena desde su almuerzo aunque habían compartido infinidad de mensajes, sin embargo a quien si se había encontrado era a Mike, era simpático y agradable y se debía reconocer que su aspecto físico no estaba mal.
Ahora que ella se encontraba en una sala diferente de la casa de Lena, se encontraba un juego de sofás, un escritorio con su silla y un ordenador, además de varias estanterías dónde había libros y algunos adornos.
Su mente volvió a su lugar cuando vio aparecer a la vampiresa, aun llevaba el traje que portaba en LCorp ese día, el mismo traje que la había dejado sin aliento y con la boca repentinamente seca además de las burlas de Imra.
-Buenas noches – Saludó la morena antes de tomar asiento en el sofá y Kara tomara lugar en el escritorio.
-Buenas noches – Regresó el saludo la rubia.
Kara se colocó en posición y dio play a la grabadora en el ordenador, esperando a que Lena iniciará a relatar lo que ella deseaba contar.
-Hace muchos años más de los que se pudieran decir conocí a una mujer que se convirtió en mi mejor amiga, pero a medida que nos acercábamos, inicié a desear más, cada pijamada que organizábamos ya fuera en su casa o en la mía las esperaba con ansias, al principio creí que solo quería demasiado a Mina, que el hecho de que fuera mi mejor amiga justificaba mi amor por ella. Pero cuan equivocada estaba, amaba verla dormir, solía despertarme antes que ella y fingía leer para observarla, en ocasiones hacía que ella me leyera algunos de los libros que yo creí aburridos en aquel entonces. Me encantaba verla sonreír, salir y bailar con ella, cuando decidíamos hacer un picnic en algún parque, casi siempre invitábamos a mi madre, a veces aceptaba a veces no, y las que no lo hacía eran mis favoritas – Mientras Lena relataba como se había enamorado de Mina, Kara observaba absorta en el relato imaginando cada detalle.
Pero al imaginarlo y ver la cara de Lucy como se iluminaba con cada recuerdo su corazón se oprimía, le dolía el saber que jamás estaría a la altura de Mina Murray, la mujer que marcó la vida de la mujer que tenía en frente. Aunque su dolor no le impidió ver la belleza del relato.
Entre más hablaba de los detalles que hacían a Mina especial de cierta manera también su mirada se volvía melancólica porque ella había sufrido el mayor de los rechazos, fue engañada por alguien que también se había enamorado y pensaba sacar del camino.
Hacía el final del relato unas cuantas lágrimas escaparon de los ojos de Lena, logrando así que Kara no se contuviera y se levantara para arrodillarse frente a Lena que se encontraba inclinada con sus codos tocando sus rodillas y sus manos entrelazadas. Con cuidado pasó sus pulgares por las mejillas limpiando las lágrimas, las cuales ante la caricia iniciaron a caer más, haciendo que Kara se levantara de su sitio y se sentara a la par de Lena y le atrajera hacia si para abrazarle.
Lena necesitaba ser confortada, principalmente después de todo lo que había pasado el día anterior para ella, se dejó hacer cayendo rendida ante las caricias en el cabello que Kara le proporcionaba.
Una vez que Lena se calmó por completo Kara depositó un pequeño beso sobre los morenos cabellos. Se separaron y la rubia quitó los restos de lágrimas del rostro de Lena.
-Lo siento – Se disculpó Lena ante su repentino derrumbe.
-No tienes que disculparte – Aseguró Kara – Suena como un sentimiento hermoso.
-Imagino que lo sería si eres correspondido – Trató de llevar la contraria la morena.
-No creo que sea mejor que nunca haberlo experimentado – Le rebatió la rubia, haciendo reír a la morena por su mini competencia de quien de las dos estaba peor en el amor.
-¿Qué haces en un día que necesitas pensar? – Cuestionó Lena.
-Subir a la terraza a observar las estrellas – Contestó la rubia con una sonrisa.
-¿Te sirve un campo abierto? – Cuestionó Lena, a lo que la rubia asintió entendiendo las intenciones de la morena.
Kara guardo cada una de las cosas necesarias además de la grabación, y se encaminó al patio trasero de la morena, cuando ella llegó la morena ya tenía una manta extendida y algunas frutas picadas, además de una botella con un líquido rojo oscuro que Kara sabía era sangre.
Se sentaron ante una luna nuevamente en cuarto menguante, lo que indicaba que había pasado un mes desde que se habían conocido por primera vez, ese día que sus nervios estaban crispados por la ansiedad.
-¿Cómo es que no te has enamorado aún? – Cuestionó Lena, mirando a la distancia con una copa de sangre.
-No he tenido la oportunidad – Contestó la rubia.
-Esa es una respuesta demasiado vaga – Acusó la morena haciendo reír a Kara antes de que esta llevara una uva a su boca.
-Tuve un pequeño enamoramiento con una amiga hace mucho – Comentó Kara – Ella fue linda conmigo y yo fui linda con ella, pero jamás desarrollé más sentimientos –
-¿Linda? Ahora así se le llama coquetear – Se burló Lena haciendo sonrojar a Kara.
-Es...es un decir – Tartamudeó de regreso.
-Te estoy molestando, relájate – Pidió la morena terminando su copa y recostándose en la manta.
Kara aun no terminaba su fruta pero también se recostó junto a Lena para observar las estrellas, y una luna que estaba por dejar de resplandecer.
-Nunca he tenido tiempo para salir con alguien en serio, con las únicas personas que salía era con Imra y Win, algunas veces con Nía una vez que nos conocimos y luego Sam – Habló Kara.
-Y ahora Mike – Dijo en tono neutro la morena.
-Mike es lindo, además de que siento que le conozco de algo, solo contigo me ha pasado – Comentó Kara, para aclarar las dudas de Lena.
-¿Crees en la reencarnación? – Cuestionó Lena.
-¿La persona que vivió y se enamoró de una me lo pregunta? – Cuestionó Kara con ironía, haciendo reír a Lena – Creo en ella, espero algún día reencarnar en algún ave que use sus alas para volar –
-Que especifica – Se mofó Lena.
-Aunque no estaría mal ser un pingüino – Rectifico Kara.
Hablaron hasta que el soliniciaba a despuntar al alba y Lena iniciaba a sentir incomodidad sin el sueroque le permitía andar a la luz del sol. Kara llegó a casa esa mañana desveladay cansada, pero feliz.
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Juste un baiser
FanfictionSer la historiadora de una vampira hace que la vida de Kara y la de sus amigas se vuelva una aventura. Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Todo les pertenece a sus magnifico creadores. Yo solo dejé que mi trastornada imaginación le diera u...