El calor que dentro de la estancia estaba a punto de hacer perder los estribos a la joven escribana que se encontraba dentro de la gran biblioteca de la orden del conde Drácula, la temperatura se había disparado con tan solo unos minutos de estar dentro del lugar lo que le dificultaba escribir cada palabra debido a que no podía manchar las hojas del libro de los anales.
La joven rubia tenía toda su concentración en los detalles de una perfecta caligrafía además de que fuese impecable y limpia, pero eso no estaba siendo tarea fácil gracias a la temperatura elevada del lugar.
Su concentración ya de por si forzada en la escritura y no en el calor que estaba haciendo se vio minada una vez más al escuchar una queja proveniente de la entrada del lugar, cuando levantó la vista del papel se encontró con unos ojos color jade que le miraban con profundidad, y Kara se sentía como un cordero que ha sido visto por el lobo.
-Kara ¿Qué sorpresa? – Cuestionó la morena al entrar de lleno en la habitación.
-Debía agregar el escrito a los anales – Contestó la rubia entre dientes.
Lena le observó con una ceja alzada pero luego notó el aspecto de la joven y se dio por enterada que era lo que estaba pasando.
-¿Te falta mucho? – Cuestionó la vampira, a lo que Kara solo asintió.
-Un poco más de la mitad – Contestó la rubia viendo con exasperación el papel.
-¿Por qué no te trasladas de sala? – Sugirió Lena.
-Eso no está permitido – Negó Kara de inmediato.
-Estás conmigo James no está por encima de mí – Sonrió la morena a lo que Kara enrojeció más de lo que ya estaba debido al calor.
Se trasladaron al invernadero que se encontraba en la terraza del edificio, no era grande pero si acogedor, el sol de la tarde del domingo en National City se colaba por los ventanales del lugar dando un aspecto cálido pero fresco haciendo que Kara se relajara visiblemente. Su postura era relajada y sus ojos se movían de manera alegre por la hoja del libro terminando de escribir las últimas líneas.
Cuando terminó suspiró con alivio ganándose la mirada de su acompañante la cual se encontraba frente a ella con un libro en mano, Kara creía a la vampira concentrada en la lectura, lejos de imaginarse que la morena se encontraba al pendiente de ella.
-No te creí fanática de ese tipo de lecturas – Comentó Kara haciendo que Lena cerrara su libro y dirigiera su mirada enteramente a la rubia.
-Es un buen libro – Dijo Lena con simplicidad.
-¿La versión lésbica y censurada de Drácula? – Cuestionó Kara haciendo sonreír a la morena.
-¿No te gusta? – Cuestionó de regreso.
-Te mentiría si te dijera que no – Contestó la rubia con una tímida sonrisa – Es un buen libro, corto y bastante ligero –
-Estoy completamente de acuerdo contigo, es la cuarta vez que lo leo – Confesó.
-¿Eres Carmilla? – Cuestionó Kara con una sonrisa.
Lena le observó con una ceja alzada pero antes de que contestara a su pregunta alguien entraba al invernadero, una joven alegre se adentraba en el lugar.
-¡Kara! – Le llamó la joven.
-¿Nía? – Cuestionó la rubia confusa.
-La misma – Contestó la joven sonriendo de manera nerviosa.
-¿Qué pasa? – Cuestionó Kara ya que la joven se había quedado observando a la vampira y luego a su amiga.
-Sam ha sido arrestada en Gotham City – Contestó Nía.
-¿Cómo que ha sido arrestada? Además ¿En Gotham City? ¿Qué hacía Sam en Gotham City? – Habló Kara de manera atropellada.
-Bueno...Según lo que Imra me contó am tenía un encargo que hacer de la Srita. Grant en Gotham City y fue allá la noche del viernes – Contestó la joven pero Kara le interrumpió.
-Eso ya lo sé, pero no explica ¿Por qué el arresto? – Dijo la rubia un poco exasperada de que su amiga divagara tanto como ella.
-¿Recuerdas la video llamada que le hicimos hoy en la madrugada? – Cuestionó Nía a lo que Kara asintió – Según Sam el perro de Imra y tu gato estaban hablando –
-¿Qué? – Cuestionó Kara confundida.
-Le han arrestado por consumo de drogas, no tiene como pagar la fianza y solo ha podido llamar Imra pero ella no puede ir debido que tiene un proyecto en LCorp y están a la mitad, nos ha pedido que si podemos ir por ella – Aclaró Nía.
Lena que había estado atenta de la conversación de las jóvenes, las mascotas habían sido descuidadas, necesitaba hablar con Samantha Arias lo antes posible.
-Es una pena lo de tu amiga Kara, deberías ir, no te preocupes por el libro le pediré al Sr. Olsen que se encargue de devolverlo a su lugar – Habló Lena haciéndose notar y sonrojando a Kara de la pena por haberse olvidado de su presencia.
-Gra...Gracias – Dijo la rubia antes de tomar su chaqueta y bolso – Nos vemos pronto Lena –
-Nos vemos pronto Kara – Sonrió la mujer de cabellos azabaches.
El camino a Gotham City les había tomado más de lo previsto debido a que Nía no había cargado de combustible su auto y se habían quedado varadas a medio camino. Estando ya en la ciudad lograron encontrar a Sam, pero esta ya se encontraba sentada esperando a que sus amigas llegaran.
-Sam – Llamaron Nía y Kara a la vez.
La aludida solo se levantó y corrió a ellas para abrazarlas, la rubia estaba aliviada de que su amiga se encontrara a salvo y con ellas, lo que más le extrañó fue el hecho de que la castaña no tenía el más mínimo recuerdo de lo que había pasado.
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Juste un baiser
FanfictionSer la historiadora de una vampira hace que la vida de Kara y la de sus amigas se vuelva una aventura. Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Todo les pertenece a sus magnifico creadores. Yo solo dejé que mi trastornada imaginación le diera u...