Capítulo 18

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El encierro no era productivo para la empresa que Lena Luthor manejaba pero la morena se encontraba un poco indispuesta después de lo sucedido un martes por la mañana cuando había cometido un error del cual no sabía cómo enmendar.

Aún no se podía explicar cómo había sido tan idiota al decir mi amada refiriéndose a Mina justo enfrente de Kara, era inaceptable, había visto el dolor en los ojos azulados, había metido la pata a lo grande y ahora ella estaba siendo ignorada.

No del todo, la rubia aun contestaba sus mensajes y mantenían una rutina de cordialidad, pero cada vez que la azabache se encontraba en la misma habitación o espacio que Imra y Kara, la rubia se las ingeniaba para desaparecer y dejarlas a solas.

Ese día en particular había sido de lo peor, la rubia se encontraba en los laboratorios con Brainy y ella se disponía a ingresar y hablar con la joven cuando de la nada había aparecido el hijo del cazador, Lena detestaba la presencia del chico desde que la rubia parecía un poco más voluble a la hora de hacer frente a los intentos del joven por acercarse a ella.

Lena jamás presenció una aceptación de la joven pero aun así no quería que estuviera cerca de la rubia, había espiado la conversación y tenían una salida pactada para esa noche, junto al resto del grupo de amigos, dentro de los cuales ahora se involucraba Brainy que había despertado sentimientos por Nía.

-Debo admitir que el encierro no es del todo sano – Lena escuchó una voz a sus espalda.

Estaba pensando seriamente en cambiar la cerradura de su casa para evitar que los vampiros siguieran entrando en ella de manera casual.

-¿No tienes una cita esta noche? – Cuestionó Lena a Brainy.

-Sí y yo la solución para que Kara te perdone – Contestó el vampiro con una sonrisa petulante.

-¿Cómo sería posible tal cosa? – Cuestionó Lena.

-Su gato ha desaparecido ayer y no le encuentra, podrías llevarlo a ella evitando su salida de esta noche y así que puedas estar con ella – Contestó el moreno – Sé que ella podría ser una especie de salvación para ser humana de nuevo, pero eres mi amiga Lena, te estimo y mereces ser feliz –

Esto último por sorpresa a Lena la cual solo asintió y agradeció al joven con un abrazo y este se retiró no sin antes informarle que el plan de esa noche iniciaba a las 20:30 hrs. Ella debía pensar en una manera ingeniosa de hacer aparecer a Jack el demonio que se encontraba en forma de gato.

Pero todo quedó atrás cuando alguien entraba como una ráfaga a su departamento y esa no era otra más que Kara, la dueña de sus problemas.

-Realmente lo intenté – Espetó Kara furiosa – Eres irritante en más de un sentido, no puedo creer que nadie en todos los años que llevo en este mundo me haya podido sacar tanto de quicio como lo has hecho tú en unos cuantos meses – Lena observó a la rubia estupefacta, no se esperaba para nada lo que estaba presenciando – No sabes cuan molesta estoy contigo por no poder sacarte de mi cabeza, deseo realmente hacerlo apareces en mis pensamientos todo el día, es casi un martirio el hecho de que escuche una música que desde que salió casi se convirtió en mi favorita y todo en lo que pueda pensar es en tus labios sobre los míos cada vez que suena –

Y lo siguiente que supo Lena era que estaba besando a Kara, sus manos fueron a parar a la cintura de la rubia presionando en un abrazo para liquidar el espacio que les separaba, no había nada mejor para la morena que tener entre sus brazos a la mujer que amaba y a la que planeaba recuperar.

-Te extrañe – Susurró Lena antes de tomar de nuevo los labios de la rubia.

-También lo hice, principalmente después de que Imra me haya besado – Confesó la rubia haciendo que Lena le observara con el ceño fruncido.

-¿Qué Imra hizo qué? – Cuestionó la morena.

Kara le relató lo sucedido unas horas antes en casa de sus padres para luego apañárselas en ir directamente a casa de la azabache y ahora estar abrazadas. Lena estaba molesta por saber que la joven había compartido sus labios con Imra.

-Creo que le pasa algo a Win – Afirmó Kara, cambiando de tema.

-Antes que nada hay que aclarar algunos asuntos pendientes entre tú y yo, luego podemos proceder con el resto del mundo – Anunció con voz firme la vampiresa a lo que Kara solo suspiró.

-Lo de Win no puede esperar – Murmuró molesta la rubia.

-Si que puede – Rebatió la morena – Lo que pasó en el hot... -

-No tienes nada que explicar – Interrumpió Kara.

-Claro que tiene que ser aclarado, has huido de mi todo este tiempo – Acusó la morena – Hay muchos aspectos de mi pasado que no conoces y me gustaría que lo hicieras, pero lo que realmente quiero aclarar es el hecho de que aun guardo cariño hacia Mina pero no le amo, no como lo hice en su momento – Lena conectó su mirada con la de la rubia – Me he enamorado de ti – Confesó la morena.

Lena no esperó una respuesta de la rubia cuando capturó de nuevo los labios de su amada, se sentía tan bien poder compartir ese momento intimo con ella, el roce de su lengua sobre los labios de la joven pidiendo acceso, el cual le fue concedo y un gemido de satisfacción por ambas partes cuando sus lenguas se encontraron, se acariciaron se manera delicada, explorando cada recoveco.

-También estoy enamorada de ti – Contestó Kara jadeante gracias al beso que acababan de compartir.

La sonrisa de Lena se extendió en su rostro y solo la de su compañera podía igualarla, la rubia capturó los labios de la vampira una vez más pero un maullido las sacó de su burbuja. Kara se separó de Lena para encontrar a su gato echado en el sofá de la morena.

-Jack! – Chilló Kara separándose de Lena y dirigiéndose donde se encontraba el minino.

Confusión era lo que denotaba el rostro de la morena porque ella en ningún momento recordaba haber ido en busca del mentado demonio que se escondía tras un gato. Pero la cara de felicidad de la rubia al tener entre sus brazos hizo que sonriera y a la vez quisiera arrancarlo de sus brazos y lanzarlo lejos, si fuese un gato cualquiera ella no tendría el más mínimo de los problemas pero ese gato era algo más.

-¿Cambias los labios de tu novia por los bigotes de un gato? – Cuestionó Lena, a lo que la rubia le observó un poco sonrojada y negó.

-No eres mi novia – Contestó Kara – No me has propuesto ser tu novia y por lo tanto no he accedido a serlo –

Lena observó con una sonrisa a la rubia antes de acercarse lentamente a la rubia y quitarle el mentado gato de sus brazos para devolverlo al sofá.

-¿Señorita Kara Zor-El me haría el honor de convertirse en mi amada novia? – Preguntó Lena - ¿Me harías el honor de compartir sus labios, su mente, su corazón, su cuerpo y su sentir con el mío propio? ¿Me harías el honor de ser la mujer más feliz sobre la tierra al aceptar ser mi compañera? –

-sí, sí, sí – Dijo Kara lanzándose a los brazos de la azabache para presionar sus labios con los de la vampira que le recibió con los brazos abiertos.

Ahora Kara era de ella había aceptado ser su mujer, su amante, su amor; la dicha no podía caber más dentro de su pecho, su felicidad era inmarcesible.



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