CAPITULO#21

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Sacaste la mano por la ventana del auto y jugaste con el viento.

Aceves sentías que el aire era tan sólido que por un segundo pensabas que podías agarrarlo entre tus, pero cuando cerrabas la mano descubrías que solo era una ilusión.

-de quien es el auto.

-es de Harumin. Me lo presto hoy

-donde esta el tuyo-la miraste pero ella solo miraba al frente. A un que era obvio que mirara al frente por que estaba conduciendo, querias que te mirara a ti.

Paresia distante de alguna forma.

-lo vendí. Me compraré otro y te llevaré a la playa.- Luego ella por fin te miro y te sonrió -que, no es un buen plan?

-puedo preguntarte algo.

-tu pregunta es sobre Haru?

-si.

-bueno, eso es justo de lo que yo quería hablar con tigo.

-que fue lo que te dijo.

-el quería mi ayuda para una fiesta de cumpleaños-frunciste el seño desviando tu vista al frente.

-para quien.

-para ti.

-que.

-y acepte.

-por que lo isiste?

-por que quiero prepararte un fiesta de cumpleaños.

Cuando llegaron a su apartamento ella estaba por salir del auto pero tu la tomaste por el brazo deteniendola.

-no deberías de hablar con el.

-por que no?

-..........-bajaste la vista sin soltarle el brazo- no es conveniente........

Se haserco a ti y rápidamente te dio un corto pero dulce beso-te prometo que no are nada tonto, bien?

Dijo soltándose de ti y bajando del auto.

-ven, vamos o vendran los mounstros.

Suspiraste ante sus ideas sin sentido.

"Que podría salir mal"
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1 MES DESPUÉS.
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TAY

Cuando serró el grifo de la regadera tomo su toalla para secarse el cuerpo, a la ves que iba en dirección a su cuarto para vestirse.

Ahí en medio de su cama se encontraba un traje negro que obviamente tenía que ponerse.

Un regalo de su medio hermano, para que asistiera al cumpleaños de su esposa, que se selebrava hoy por la noche.

Al terminar de vestirse, fue a su cochera por su auto.

A un faltaba una hora para que empezara la fiesta. Así que fue por un regalo para su cuñada.

No la conocía muy bien, solo la avia visto una vez cuando le hicieron la fiesta de bienvenida. Era hermosa no lo iba a negar, su hermano siempre tubo suerte con las mujeres, todo lo contrario a el.

Nunca pudo comprender como cortejar a alguna mujer.

Su vida de instituto en general fueron burlas constantes, si no fuera por su hermano quien era el tipo popular, lo abrían golpeado todos los días.

Era indignante ser protegido por su hermano menor.

A un que no era culpa de su hermano el sencillamente lo detestaba a la vez que lo envidiaba.
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Cuando por fin encontró una tienda de regalos rápidamente corrio para agarrar un regalo que creyó perfecto para su cuñada pero tropezó con una chica de ojos verdes y cabellera rubia.

Su vestido era un azul oscuro casi llegando le hasta sus rodillas, y sus hombros estaban casi al descubierto de no ser por dos tiras de tela que subía hasta su cuello dejando el sobrante de la tela atrás de la espalda cubriéndole la misma.

-Perd..........-la rubia detubo su disculpa al ver de quien se trataba- que haces aqui Tay?

-que no vez, estoy comprando un regalo para tu hermanastra-se aparto de ella y tomo el delicado reloj de arena, ya que la mayoría era de vidrio y la poca madera que tenía tanto arriba como abajo tenían pequeñas imágenes bien detalladas y media menos de treinta centimetros. Un buen regalo.

-espera!-la rubia lo tomo del brazo quitándole el reloj de arena.

-que crees que estas haciendo?

-yo lo vi primero.-como niña pequeña ella abrazo al reloj de arena y lo protegió entre sus brazos..

-estas loca yo lo tome primero! Así que mas te vale dármelo! Yuzu SUELTALO!-el chico trataba de quitarle el delicado reloj a la rubia.

-así!?- Yuzu lo miro a los ojos- Por que crees que aria eso!?

-no creo que tengas el dinero!

-si lo tengo!

-dámelo YA!, yo lo agare primero!!

-Y YO LO VI PRIMERO!

-Y YO LO AGARE PRIMERO! SUELTALO YA!

Ninguno se dio cuenta del escándalo que estaban haciendo en plena tienda.

Entre tanto forcejeo a la rubia se le resbalo el reloj de cristal cayendo al piso rompiéndose a la mitad, dejando a ambos en shok mirando lo que alguna vez fue un hermoso reloj de arena.

Pronto un oficial muy serio y con muy mala cara llego hasta ellos junto con el dueño de la tienda.

-bien quien pagara los daños.

Ambos se miraron mutuamente a los ojos.

-¡¡ELLA!!-el apunto con su mano hacia ella.
-¡¡EL!!-ella apunto con su mano hacia el.

Esto al mismo tiempo.

-por que yo?-dijo Tay casi reclandole a Yuzu.

-tu lo agarraste primero, no?

-y tu lo me lo quitaste!

-por que lo vi primero!

-YO LO AGARE PRIMERO!

-Y ME ATACASTE!-sonrió la rubia de ojos verdes.

-POR QUE TU ME LO QUITASTE!

-Ven, el lo rompió! -dijo ella jirandoce a ver al aficial y apuntando a Tay.

-¡¡TU ERAS LA QUE ESTABA
AGARANDO EL RELOJ!!-Tay instintivamente se hagaro  el pelo despeinandose por completo. La rubia era la única persona que podía enloqueserlo a esas alturas.

-BASTA!-El oficial se paro entre ellos y miró a cada uno.-se dividirán el gasto entre ustedes y si no lo hace los arestare aqui mismos.

-.............s-si

-.............si.

-bien, limpien todo este desastre.

-QUE!
-QUE!

Ante la que ja de anvos el oficial solo miro enfuresido.

-y-ya mismo lo hacemos.
-limpiaremos este desastre, no se preocupe oficial.

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-perdon por la tardanza y por los errores ortograficos.

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Poesía De La Vida[CITRUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora