CAPITULO#35

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YUZU

"Siempre pensé que la vida con la persona que amas no sería tan complicada. Ahora no estoy segura de decir cómo es realmente Mei"

"Avecés no logro reconocerla ante tantas personas a su alrededor todas ellas con renombres de gran prestigio"

"Párese ella y a la vez no, ahora que se supone que haga, ay dos versiones de ella en mi mente"

"La que conozco, la que me dice que me quiere, mi amante y la otra, es la que siempre me sonrie de lejos, la chica de gran renombre, la que me oculta de todos, mi hermana"

"Ambas son perfectas"

"Responder un "si" a la pregunta de Tay es una respuesta que no le va a gustar a mi hermana pero talvez le guste a mí amante."

"Que respuesta debería de dar, una respuesta que satisfaga a mi hermana o a mi amante?"

-...............no se?

"Cómo llegué a dividir a la persona que amo?"

- que clase de respuesta es esa?- termino diciendo alejándose de ella. - como sea, si descubro que es cierto lo que sospechó, no te sorprendas si se lo digo a Haru.

- E-espera........ Mei........... - "Ella tendría muchos problemas"

- Escucha, el es mi hermano y tienen que saber la verdad..........

- pero........... Se lo dirás?

- no.

-.................?

- no tengo pruebas aún, así que te aviso de una vez que debes dejar de ver a Mei y alejarte si no quieres meterla en más problemas.

Tay salió de la habitación y Yuzu se sentó en el suelo sin saber que hacer.

"Alejarme?"

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MEI

El tiempo transcuria lento lo cual era malo para ti, todo paresias tan aburrido, el vestido era incómodo y los tacones apretaban tus pies.

- y Haru ira contigo?

- no, el se quedará, decidimos que el se haría cargo de la academia y yo acompañaría a mi abuelo en el viaje.

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Cuando todos terminaron de irse por fin pudiste descansar en tu habitación, te sacaste los tacones molestos y te echas en la cama con tu incómodo vestido pensando en todas esas personas que empezaron a ser sercanas a Haru y ahora son sercanas a ti también.

Para ti era totalmente cansador tratar de complacer a todos, pero de una forma u otra lo hacias, los complacias a el, a ellos,  a tu familia, a tu abuelo pero en el fondo la única pregunta que te importaba totalmente era si la complacias a ella.

Todos esos pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta que se abrío al instante, era el, estaba igual de cansado que tú, se recostó lentamente a tu lado y te miró.

Poesía De La Vida[CITRUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora