Prólogo

2.7K 145 0
                                    

El peor invento después de los lunes es el despertador, ese sonido está martillando mi cabeza. Es muy temprano lo sé porque programé la alarma a las 6 de la mañana, tengo el tiempo justo para prepararme e ir al aeropuerto. Intento abrir los ojos pero el dolor de cabeza me lo impide, juro que esta es la última vez que bebo hasta emborracharme, no soy una adolescente como para hacer este tipo de cosas. Por dios si apenas me acuerdo de lo que hice anoche, solo recuerdo al mozo trayendo diferentes tragos de todos los colores y sabores y la consecuencia es soportar el dolor de cabeza siento que tengo un taladro dentro del cráneo, y la alarma no ayuda, lo detengo y sigo durmiendo, no pasa nada si me duermo cinco minutos más.
Estoy muy cómoda boca abajo suena otra vez mi celular pero esta vez es una llamada de mi prima, "prima atiende no me hagas esperar" la pobre canta muy feo, es tan así que se hace insoportable oírla, no entiendo cómo hace para tomarme el celular y cambiarme el sonido de la llamada.
-¿Qué quieres? -Respondí de muy mala gana.
-Buen día, ¿tan mala noche pasaste?
-En realidad un mal despertar...
-¿Resaca?
-Resaca.
-Date prisa que en 2 horas sale nuestro vuelo.
-¿Dónde estás? -Sigo con los ojos cerrado, nos olvidamos de correr las cortinas y entra toda la claridad del hermoso día soleado que hace. -¿Por qué me llamas? ¿dónde pasaste la noche?
-Yo en nuestra habitación con un hermoso rubio. Quién no durmió aquí fuiste tú. -Al oír a mi prima abro los ojos pero tuve que cerrarlos un par de veces hasta que me acostumbré a la claridad mientras pregunto. -¿Entonces dónde estoy?
-Abre los ojos y averigua.
-Ya lo hice...
-¿Dónde estas? -Dice muy divertida.
-Estoy en... una suite de lujo... -Dije en un susurro mas para mi que para Angie. Me siento en la cama y veo que estoy compartiendo cama con un morocho, que duerme de costado súper lindo y que está como su santa madre lo trajo al mundo, aunque sé con lo que me voy a encontrar, me doy un vistazo y veo que yo también estoy desnuda.
-¡Dios mío!
-¿Qué tal tu noche de divorcio?
-¿Qué?
-Bueno está la noche de boda cuando se casa y la noche de divorcio cuando te divorcias, por favor te bañas con agua bien fría para que despabiles.
-¿Qué hice?
-Simple, disfrutar una buena noche con un buen morocho como hacía años... o mejor dicho en tu vida viviste porque el inútil mequetrefe de tu ex...
-Angie ahora no. -No estoy para soportar la misma letanía de siempre, es que no cambia ni una coma. Y entre que estoy en la cama de un desconocido y la resaca escucharla no es ni una opción.
Nunca quiso a Sebastián, ni él a ella. Cada vez que se veían no pasaban cinco minutos sin discutir.
Y después de lo que me hizo directamente es un tema que no se toca por el bien de ambas.
-Apúrate. -Me saca de mis pensamientos. -Aaah antes que me olvide el zapato que falta seguro que esta del lado donde está durmiendo él.
-Te dejo, nos vemos dentro de un momento.
Corto la llamada y salí de la cama, con mucho cuidado no deseo que se despierte. La habitación es todo un desorden recogí mi ropa, lo que me falta es el maldito zapato.
-Que no esté ahí... -Miro de su lado y ahí está. -Angie... ¿cómo lo haces? -Dije en un susurro, una vez que tengo toda mi ropa voy al baño, me vestí rápidamente, con la prisa patee el basurero y se da vuelta cayendo su contenido al ver el desastre que hice pude corroborar, que al menos, fuimos responsables y usamos protección, como se debe hacer cuando se tiene sexo con desconocidos. Sin esperar un minuto más y viendo que sigue dormido, salí descalza para no hacer más ruido, no quiero por nada del mundo tener que enfrentarme a tal vergüenza, es que no recuerdo ni su nombre.

Al llegar al aeropuerto con el tiempo justo para subir al avión, nuestro siguiente destino es de la Ciudad de México a Playa del Carmen.
Lo primero que hice, al subir al avión fue colocarme los auriculares para escuchar música, mientras recuerdos los días en la Ciudad de México.

Lo que disfruté esos tres días, no puedo explicarlo con palabras. En el hotel contratamos a un guía que nos llevó a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, nos contó que cada 12 de diciembre se celebra su día con una convocatoria multitudinaria, también nos dijo que reciben ciento de miles de feligreses de diferentes partes del mundo todo el año. Es hermosa hay una energía especial, puedo asegurar que la fe está en el lugar. El guía nos narró la historia de como la Virgen se le apareció a Juan Diego.
En la tarde después de almorzar fuimos a la Plaza Constitución, más conocida como el Zócalo, donde esta la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el Palacio Nacional, entre otros edificios importante, es un lugar hermoso, bueno todo México es hermoso y ni que hablar de los mexicanos, son serviciales, atentos y muy simpáticos con los turistas.

Justo Esa NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora