𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐑 - Tony Stark

11.

ALBA BROOKE POV

Mis pensamientos habían pasado de estar relajados a estar completamente nublados. ¿No podía tener un poco de paz? Tenía miedo, si HYDRA había logrado saber dónde estaba, tenía claro que mi hermano que estaba en Alemania tendría que haber tenido algún que otro aviso, temía por él.

Fui con Tony, todavía las palabras de Pepper estaban en mi cabeza y esperaba que esto fuera un maldito mal sueño del que pudiera despertar cuanto antes. Pero no, al parecer, todo estaba en mi contra y nos dirigíamos a la sala de planes, después de que todo el mundo se hubiera largado de la fiesta que tan bien estaba saliendo. Steve y Tony comenzaron a hablar, más bien planear cómo surgió una base así de las cenizas y cómo aniquilarla. Mi cabeza daba vueltas, yo sabía la amenaza de James HYDRA cuando pudimos abandonar la base y escaparnos, sabía que éramos sus experimentos y que teníamos dos opciones, o acabar con él, o luchar contra él. No entendía nada, mi cabeza daba vueltas, esa amenaza fue producida hace más de setenta años, cuando mi hermano y yo todavía éramos jóvenes e inexpertos. Algo en mi estómago estaba vacío, mientras las voces de los dos hombres que tanta importancia tenían en mi vida seguían hablando entre sí. Me levanté, captando la atención de ambos hombres.

- HYDRA no va a ir a por ningún civil si le damos lo que quiere. -Digo segura. Steve se adelanta hacia mí.

- No creas que voy a permitir que vuelvas a irte, Alba. Ya lo hiciste una vez, ya intentaste derrotar a HYDRA sola. Ya sabes lo que pasó. -Me dice con un tono desgarrador.

Cruzo la mirada, la evito pasar por la de Tony, sé que está confuso y no sabe esa parte de la historia.

- Mi hermano está en Alemania y no sé si lo tienen ellos o ha podido escapar. -Mi voz es ronca. - No voy a seguir aquí para poner vuestra vida en riesgo. -Estoy segura de ello, cuando voy a girarme, la voz de Tony me detiene. - Hydra casi me exprime como una mandarina para reciclar la extremis y poder acabar con mi vida. -Le resuelvo la duda de lo que él estaba preguntando sobre mi último enfrentamiento con HYDRA.

Sin más, abandono la sala y decido ir a mi habitación, cerrarme con llave y pensar, pensar y pensar.

(...)

La noche había caído, la torre de los vengadores estaba en silencio, era demasiado tarde para que todo estuviera despierto. Había escuchado los toques en mi puerta, sabía que era él, pero estaba tan confusa y sentía tanto miedo respecto a que le pudiera pasar algo por mi culpa, que simplemente no le abrí y no quise que me viera llorar.

Cuando se cansó y escuché la puerta de su habitación cerrarse, pude desajustar el nudo que tenía en mi estómago y pensar con más claridad. Iría, por ello, abrí mi armario y vi mi armadura, estaba limpia y reluciente como si se hubieran encargado de repararla y cuidarla. Me quité el vestido de Nat y lo dejé en la cama, le agradecía por mil que se preocupara así por mí y me ayudara, aun así, era consciente de que no quería que le ocurriera nada por mi culpa. Ponerme la armadura me trajo malos recuerdos, pero tenía claro que no tenía otra alternativa.

Salí de mi habitación en silencio, y antes de que nadie se diera cuenta de mi desaparición hasta la mañana siguiente, cogí una de las naves y puse un rumbo a Alemania. Tenía que saber donde estaba Bucky.

(...) El frío helado de Alemania se metió en mis huesos, había podido aterrizar sin montar tanto lío, después de saber las coordenadas de donde estaba viviendo mi hermano. Cuando lo supe bien, toqué su puerta numerables veces hasta que él apareció, salté a sus brazos.

- ¿Alba? -Me pregunta confuso.

- ¿Te han hecho algo? -Le pregunto, cojo su cara entre mis manos. Él me mira curioso.

- ¿Quién? ¿Qué ha pasado? -Me pregunta, algo se me hace raro.

- HYDRA atacó anoche a la Torre, mientras hacíamos la fiesta.

- ¿Qué? ¿Están todos bien? -Me interrumpe él, lo que asiento. Su móvil suena, cuando mira el número, sus ojos azules se mezclan con los míos.

- Es Steve. -Me susurra. Yo le miro a los ojos y le niego.

- No sabe que he venido. Me pidió que no lo hiciera, pero tenemos que acabar con esto juntos. -Le pido. Él asiente, y por ello, trago saliva cuando cuelga. Sé que era un caso perdido que lo hiciéramos, ellos eran los vengadores y sabía que tarde o temprano, nos encontrarían.

De mientras, sabía que era una batalla que solamente mi hermano y yo podíamos ganar.