Capítulo 1 Lost it all

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(Frank)

-Vete.-masculló entre dientes, y me miró con odio. Con un odio tan grande y tan doloroso que me hizo soltar más lágrimas.

-Pero papá...

-Vete. No vuelvas. Nunca más.

-Papá por favor, escúchame...-intenté convencerle pero él atravesó la habitación en dos pasos y estrelló su puño contra mi mandíbula, tirándome al suelo.

La sangre salió de mis labios y manchó la gran alfombra del salón.

Mi madre nos observaba, llorando y sin hacer nada, desde un rincón de la habitación.

No era capaz de dar la cara por mí.

-Vete de esta casa,-ordenó mi padre.-Vete y no vuelvas.

-Pero yo soy tu hijo...

-Yo no tengo ningún hijo. Yo no tengo un hijo... gay.-la última palabra la dijo como si le asqueara pronunciar cada una de las letras.-Te doy una hora para recoger las cosas, y por tú bien, no vuelvas a pisar esta casa.

Pasó por mi lado, pegándome una patada en la nariz cuando intenté levantarme y caí de nuevo al suelo.

Ahogué un grito de dolor y me llevé las manos a la cara para detener la hemorragia que salía de mi nariz.

Mi madre se quedó quieta, sin decir una palabra y cuando miré sus ojos buscando algo de compasión en ellos, giró la cabeza y se echó a llorar mirando la pared.

Me levanté con dificultad y subí a mi habitación.

¿Cómo iba a irme solo? ¿Qué haría?

Llorando, cogí una mochila negra y guardé la poca ropa que tenía ahí.

Saqué el bote de ahorros de debajo de la cama y vacié su contenido sobre el escritorio.

¿Qué iba a hacer solo con trescientos dólares?

Guardé el dinero en el bolsillo de la mochila y metí mi móvil, el MP3, los auriculares y una manta.

¿Cómo iba a sobrevivir en Nueva Jersey con solo una mochila llena de cosas inútiles?

Mi mirada se posó en mi guitarra que estaba guardada en su funda, detrás de la puerta, junto al póster de Black Veil Brides.

No iba a ir a ningún sitio sin mi guitarra.

Cuando hube guardado todo, entre lágrimas, me limpié un poco la sangre de la cara y me eché la mochila a un hombro y la guitarra al otro.

Cuando bajaba por la escalera vi como mi madre se acercaba a mí, en silencio e intentaba abrazarme, pero la aparté de un empujón.

No me había defendido. No había hecho nada por mí. Se había quedado mirando como su marido pegaba una y otra vez a su hijo por ser cómo es.

-Frank yo...-murmuró.

-Ahórrate los detalles.-la corté y caminé de prisa por recibidor y me topé con mi padre.-¿No vas a cambiar de idea?-le pregunté y me maldije por dentro por estar llorando frente a él, de nuevo.

-No. Yo no soy padre de un monstruo.

Sus palabras me hirvieron la sangre pero no dije nada, solamente abrí la puerta y salí de mi hogar pegando un portazo.

Fallen angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora