Fallen angels

Capítulo 8 Murdered scene

(Angie)

Tenía el firme pensamiento de que Frank siempre intentaba matarme de un susto.

Cuando llegué a casa, lo encontré, junto al radiador, inconsciente.

Después de varios intentos de reanimarlo, pegarle y algunas técnicas de una clase de supervivencia que hice, conseguí que abriera los ojos.

Hice la cena mientras él se cambiaba porque me daba miedo de que se duchara y se callera.

Coloqué los platos en la mesa y encendí el televisor.

->>Últimas noticias: han encontrado los cadáveres de cuatro chicos adolescentes en un callejón cerca del Hospital. Las víctimas eran cuatro adolescentes de cada uno diecisiete años y presentaban heridas mortales en el pecho, manos, rostro y torso. Aún no se ha encontrado al asesino. La policía toma como referencia una prenda que creemos que no pertenecía a ninguno de los adolescentes, para encontrar al culpable.<<

-¿Has escuchado eso?-le pregunté a Frank, quien se sentó y me echó el brazo sobre los hombros.

-¿El qué?

-Han matado a cuatro chicos. Cerca de donde tú trabajas.-añadí, y le miré preocupada.-No quiero que vayas más solo por ahí, a ver si te van a hacer algo.

-No me van a hacer nada, tonta.

-Bueno, cuéntame que mierda te pasó antes.-cambié de tema y le miré interrogante.

-Yo... yo me caí... y eso porque tropecé...

-¿Por qué había agua en el suelo?-pregunté.

-Porque... se me llenaron de nieve los zapatos.

-¿Y por qué hay ropa de chico que no es tuya ni mía en el cuarto de baño?-solté y él suspiró y se tiró en el sofá.-Frank a mi no puedes engañarme.

-Está bien... traje... traje a un chico que encontré.

-¿Y por qué está su ropa en el baño? ¿No podría haberse vestido al menos luego?

-¡Oh dios mío, Angie!-gritó y se tapó la cara con las manos.-¿Tan pervertido te crees que soy?

Yo solté una carcajada.

-No sé, Frank. Si llego a casa y te encuentro a ti inconsciente, agua por el suelo y ropa tirada por la casa. ¿qué quieres que piense?

Él me fulminó con la mirada y me lanzó un cojín.

-Bueno cuéntame. ¿Qué pasó?

-Salí del trabajo y cuando venía a casa me encontré a un chico, llorando y tirado en el suelo de un callejón. Llevaba solo una camiseta de manga corta y estaba medio muerto. Así que lo traje aquí, le presté algo de ropa, le di de comer y luego se fue.

Yo arqueé una ceja.

-¿Y esperas que me crea que ni siquiera lo besaste?

Él suspiró.

-Vale, sí, lo besé, ¿contenta?

-Mucho.-dije y volví a reír.-¿Y por eso se fue? ¿Por qué besas muy mal?

-¡Yo no beso mal!-chilló, indignado.-Y no sé qué pasó. De repente me dijo que no quería hacerme daño y que él era peligroso y salió corriendo. Fui a seguirle cuando me resbalé y me caí.

Le hice un gesto para que se acercara y lo abracé.

-Ay, mi Frankie... que siempre le pasa de todo a él. ¿Era guapo?

-Mucho. Muchísimo.-dijo contra mi pelo y yo sonreí.

-¿Cómo se llamaba?

-Gerard. Y él... Angie él estaba muy solo. Me contó que no tenía a nadie y ni siquiera tenía lugar donde dormir.

Me alejé un poco de él y le miré a los ojos.

Luego me arrepentiría mentalmente de lo que iba a decir.

-¿Quieres que lo busquemos?

-Me harías el chico más feliz del mundo...-me abrazó de nuevo y besó mi frente.-Eres la mejor, Angie, de verdad..